One-Shots de Cuphead [PETICIONES ABIERTAS]

¿Qué tal si...?[Hilda x Goopy]

Petición de: _FlakyTheKawaiiPorcup_
Pareja: Hilda Berg x Goopy le Grand
Género: Romance

NOTA: Esta historia transcurre antes de que Hilda apostara su alma, Goopy, por su parte, ya perdió la suya.

El dibujo de arriba es hecho por mi

=================================

Hilda era la mejor astrónoma de Inkwell, podías preguntarle sobre cualquier suceso del cielo y ella te contestaría en segundos. Sin embargo era una cosa lo que más llamaba la atención de la joven, los signos zodiacales.

Aquello era como su obsesión,  adoraba las constelaciones y su mayor sueño era subir para observarlas de cerca, preguntarles sus secretos, descubrir nuevas estrellas... Claro que aquello no era más que un sueño tonto... ¿No?

Pues ni tanto, ya que uno de sus amigos había regresado tras un "paseo" en la ciudad, mas fuerte, mas grande e incapaz de morir, ¿Adivinan quien?... Exacto, su amor platónico Goopy le Grand.

Alguna vez, Hilda oyó hablar al slime con Cagney respecto a ello, decía que al final de la isla, existe alguien que puede concederte cualquier cosa, bajo un costo. Lamentable no puedo escuchar más, pues si se quedaba ahi parada seria sospechoso además, la sola presencia de Goopy le generaba una sonrisa tonta mientras sus mejillas comenzaban a colorearse. Definitivamente estaba enamorada.

Una tarde, la astrónoma se encontraba platicando con su mejor amiga, una sirena gigante que vivía en la tercera división de la isla, ella era su confidente y apoyaba todos los días a su amiga a hablarle, pero Hilda se negaba, tenia miedo de que aquel que tanto amaba la rechazara sin piedad.

- La gente normal no hace eso -replico Cala con seguridad

- Pero él no es como la gente normal

A la sirena ya la tenia harta de tanto que contaba sobre él, era su amigo es cierto, pero desde que le empezó a gustar no le ha hablado en mucho tiempo, y Cala sabia como solucionar eso.

- ¿Por que no le mandad una carta? -sugirió la más grande

-...- Hilda estaba ruborizada de sólo pensarlo y lanzo una mirada asesina a su amiga- ¡¿Por que no mejor le digo que me gusta?! -pregunto con sarcasmo

- Tampoco estaría mal -murmuró sonriendo- pero yo decía de forma anónima, nunca sospecharía que fueras tú

- ¿Que tal si se ríe? ¿Que tal si se la enseña a Cagney y se burlan de mi? ¿Que tal si ni siquiera le importa?...

- ¿Que tal si también le gustas?

En ese momento la castaña negó sin más, pero días después, la idea la atormentaba y entre mas lo pensaba menos descabellado sonaba, así que sin dudarlo un día mas se puso manos a la obra.

Tuvo que hacer cerca de dos veces el sobre y reescribir la carta como cinco veces, todo tenia que ser perfecto.

El momento de la verdad había llegado, se dirigió temprano a casa de Goopy, su plan era dejar la carta mientras él aún estaba dormido y luego hechar a correr a a su observatorio para encerrarse por toda su vida.

Sacó la carta con cautela y miedo de no arrugarla, pero cuando estaba a punto de depositarla en el buzón, una voz gangosa y algo aguda la hizo soltar un grito de miedo.

- ¿Que haces?

A su lado, el clavel anaranjado traía una cesta con vegetales y flores, levantaba una ceja intrigado, pero había algo en su cara, como una sonrisa picara que indicaba que ya sabia de las acciones de la astrónoma.

- N-Nada -contesto escondiendo la carta tras de sí

- Oh bueno, si no haces nada, no te molestara acompañarnos a mi y a Goopy en un picnic hoy en la noche, vamos a ver la lluvia de meteoros

Los ojos de Hilda se iluminaron y una mueca de miedo se formó en su cara, es cierto, con todo esto de la carta, por poco olvida uno de sus sucesos favoritos.

- En absoluto... Es decir, ahí estaré

- Genial. Nos vemos en mi casa a las 8

Y con esta ultima palabra Cagney se retiro.La joven se quedo parada en la puerta un rato más, como analizando todo lo que acababa de suceder, en eso, escucho ruidos de adentro de la casa y como si todo estuviera planeado solto la carta y hecho a correr.

***

La espera hasta la noche se le hizo tan rapida que apenas le dio tiempo de vestirse (o almenos así lo sintio), pues el miedo de la carta que soltó por accidente, la emoción del suceso astrologico y la presión de estar frente a frente a su crush, la hacia temblar y perder concentración.

Cuando llegó a casa de Cagney lo unico que encontro fue el mantel a cuadros extendido sobre el suelo, un telescopio y una cesta de comida. La joven astronoma se acerco al areamientras se sentaba con cautela sobre el mantel, todo el ambiente era muy hermoso, habia flores plantadas alrededor y la la zona era la indicada para que la luz del carnaval no arruinara la belleza de las estrellas.

- Hola Hilda

Al oir aquella voz, la mencionada soltó un respingo y se quedo petrificada en su posición, mientras el slime azulado se acercaba saltando hasta donde ella.

- ¿Qué tal?, ¿Tu preparaste todo esto?

La muchacha confundida, se armo de valor, y sin mirarlo a los ojos contestó

- N-No, creí que habia venido a ver la lluvia de meteoros contigo y Cagney

- Oh... a mi me dijeron que vendria contigo y Cala

¡Caro, siempre tania que haber un truco en estas cosas!, y se hacian llamar sus amigos.

***

A decir verdad, más allá de lo que ambos podrían pensar, la noche pasó de maravilla, al principio con miedo por parte de los dos, pero con el tiempo esa pena quedo de lado, platicaron como no lo habian hecho en mucho tiempo, tanto así que a la hora de la lluvia de meteoros los dos estaban más juntos de lo que pensaban.

- Oh, lo siento -dijo Hilda cuando bajo su mano haviendo contacto fisico con su compañero

- No tienes porque -respondio este tomando su mano y entrelanzando sus dedos- Recibi tu carta mi "querida anonima" y te correspondo

La cara de la muchacha se pinto de un color casi tan rojo como su vestido, la habia descubierto y la predicción de Cala habia sido cierta

- Hilda -volvió a decir Goopy

- ...?

- ¿Quieres ser mi novia?

No es necesario contar en que termino su historia, mucho menos del exitoso plan de Cala y Cagney, pero si de la sorpresa del resto de los habitantes al ver la reciente pareja proclamar su amor sin mayor pena ante el úblico. Realmente estaban enamorados.