Hermana suicida de Zayn Malik

Always.

Hace 5 días que he salido del hospital.
Bieber vive conmigo, pero dentro de poco debe irse de gira, y yo me quedo en casa por voluntad propia. Berit viene a verme después de su nuevo trabajo, trabaja de camarera en un bar.

Estoy tumbada en mi cama. Mirando el techo, al girar la cabeza veo una foto de Zayn y mía junto a nuestros padres en una playa de Mallorca.

Paso un dedo por la imagen, me vienen recuerdos de ese día, una medusa picó el culo de Zayn, lloró como un bebé.
Al recordarlo una carcajada sale de mí.

- Adoro escuchar que ríes.

- Bieber, se toca antes de entrar.

- Vaya, ahora es doña modales.

Vuelvo a mirar la foto, pero esta vez mi rostro se ha vuelto serio. Necesito que mis padres me abracen, necesito que Zayn, sea un hermano normal. En un mundo normal, con gente normal, haciendo cosas normales.
Bieber se sienta en mi cama, bueno, nuestra cama.

- Berit vendrá en unos 20 minutos, sabes como es, si te ve en la cama se va a disgustar.

Gruño, amo a mi amiga, pero es algo mandona, enojona y todo lo que acabe en ona.
No sé cómo ni de dónde, pero saco las fuerzas para levantarme de la cama.

Me aseo y preparo.
La puerta de la calle se abre.
Y oigo unos pasos subir rápidamente por las escaleras.

- Berit cuidado que te vas a caer. - digo aún sin verla, pero sé que es ella por el ruido del tacón de sus botas.

- ¡Melody!

- ¿Kha?

Empieza a dar saltitos y a gritar con dos papeles frente a mi cara.

- ¡Quieres parar!

- ¡África!

- ¿Qué tiene África?

Me muestra los papeles, son dos billetes de avión, sale dentro de 5 días.

- ¡Nos vamos a África!

- ¿¡Nos!?

- Mi sueño siempre fue el gran Sahara- abraza los billetes y da una vuelta sobre su pie sonriendo. - Y ahora podré ir, y me vas a acompañar, sola no es lo mismo.

- Pero Berit... mi hermano, Bieber, los estudios.

- Tranquila nena, hablé con tu hermano y el avión es privado con seguridad privada y hotel de lujo, Bieber tendrá tiempo para organizar su gira y los estudios, por favor, si no vas desde hace mucho tiempo, recuerdas que ibas a volver en dos meses y este viaje no intervienen en tus planes es sólo dos semanas.

- ¿¡Dos semanas!?

- ¡Dos semanas de pura magia!

- ¿Y si me come un león?

Ella ríe a carcajadas, y se tumba en mi cama aún abrazando los billetes.
No para de repetir África.
Se la ve ilusionada.
Se la ve feliz.
Pues bueno... vámonos a África.