Licorice no podia estar mas asqueado primero su padre y ahora envi, en verdad no lograba entender como estaba tan lleno de mala suerte ese dia. Por su lado mors no podia estar más confundido y más lo estuvo cuando de un segundo a otro se encontraban al frente de las puertas del dojo. Luego razono un poco y recordó que licorice podía teleportarse a voluntad propia por eso se tranquilizó, pero a pesar de ello, no podía dejar de mirar al contrario con curiosidad. Licorice detectó esa mirada contestó.
-lo siento, no quise que vieras ese espectáculo. Ahora puedes ver que tengo mucho problemas con lo que respecta a mi otro lado de mi sangre.
-¿Ese sujeto iba a llamar "juguete" a tu madre?-preguntó mors.
-si lo iba a hacer, por eso no me quedó más opción que atacar.
-no entiendo porque dice eso, tu madre es un diablo después de todo. No encuentro la razon logica de que no te respete.
-es porque mi padre ocupó a mi madre como "juguete sexual" varios años y aun quiere seguir ocupandolo para ello. Pero como yo la mayoría de las veces no se lo he permitido, he terminado siendo como un obstáculo para los caprichos de este y por lo tanto envi actúa en mi contra.Mors guardó silencio por respeto. En todo lo que había hablado mientras paseaban después de sus clases, era sobre sus familias. Mors se quejaba algunas veces de lezt, y a su vez licorice lo hacía de su padre, pero siempre superficialmente nunca había dicho eso de que satanick ocupará como objeto sexual a ivlis. Lo peor es que licorice estaba consciente de todo a su alrededor. Ahora mors compendia con su totalidad que lo hacia mover a su compañero, se sintió angustiado al darse cuenta que no podía hacer nada por este.
El incómodo silencio que se había formado fue interrumpido cuando gokuen llego hasta ellos junto a su hija, ambos al ver el ambiente tan extraño entre los jóvenes les preocupo bastante.-¿pasa algo?-pregunto el mayor del lote.
Mors se exalto un poco por su lado licorice sereno contestó.
-nada maestro, estamos bien.Heller quedó un tanto preocupada por ello, debido a que hoy era la prueba de licorice y estaría bastante difícil y lo menos que quería era que este se distrajera. Gokuen compartía similares pensamientos al de su hija, pero algo más le llamó la atención y era lo que sobresalía en el cuello de su alumnado más joven. Con eso se acerco a este tomo el adorno.
-¿y este collar?-pregunto el de cabellos blancos.
-es un regalo de mors-contesto licorice sonriente.
-¿A si?-preguntó el maestro observando al nombrado, este hizo una afirmación mientras se sonrojaba un poco, con ello gokuen sonrió-me alegro que ambos se lleven también.Pero esa sonrisa se fue de golpe, mors y licorice estaban extrañados de ello. Y heller estaba sudando frío ya que ahora que lo recordaba su padre podía ver la maldición que tenía el objeto. Pero no ocurrió nada de lo que temía la joven, simplemente el varon de cabellos largos se alejo de licorice y comenzó a explicar la prueba.
Ese día en el dojo no habia nadie mas que algunos demonios que ayudarían a la tutora encargada con la prueba. La prueba consistía en cruzar todo el dojo hasta llegar a la parte trasera donde había una cascada, detrás de esta había un cueva. Allí es donde estaria reina.
Licorice podía tomar cualquier camino que quisiera ya siendo por lo tejados, el patio o los pasillos. Dependia de los poderes del alumno que ruta tomar y así poder llegar más airoso a destino.Licorice analizó el terreno, él era más de media distancia así que estar en campo abierto no le iría tan mal, pero los campos que casi estaban obsoletos de objetos físicos, sería difícil cubrirse y su defensa no era su fuerte, por los pasillos sería una emboscada segura. Por lo tanto los tejados sería el mejor camino si lograba utilizar sus alas a su favor para poder escalar tambien podia valerse de su velocidad en un espacio más abierto pero poseía zonas donde ocultarse. Sin duda el tejado era su mejor opción.
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Ferviente atardecer
Hayran KurguEl era la madrugada y el otro, el atardecer. Sus vidas eran distintas y similares a la vez. Uno quería tener una meta y el otro, el destino le había impuesto una. Uno sufría de un opresion, el otro de una libertad que no quería. Eran muy distintos...