Capítulo Único

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Hoy se cumple un año del episodio 5 de la segunda temporada, y para conmemorarlo escribí este sencillito fanfic... Con esta parejita que, sin duda, nació en ese momento. 

Tomé la canción como referencia, además del trozo ubicado como summary, pero lo que leerán a continuación no está sujeto a la letra de la misma.

Espero les guste. 

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-¿Tsukigami-senpai?-

Kaito pestañó, regresando abruptamente a la realidad. Cuando se ubicó en tiempo y espacio, y reparó en los cinco pares de ojos que lo observaban incrédulos, se aclaró la garganta y con un par de aplausos llamó a su equipo al centro del salón de prácticas.

El entrenamiento de esa tarde se llevó a cabo con normalidad, incluso después del anuncio de la presentación debut para muy pronto, y a pesar de que Kaito se mantenía concentrado en su quehacer (como siempre) no podía evitar lanzar una rápida mirada, y de vez en cuando, al llamativo arreglo de flores que se encontraba sobre la única mesita del salón. Por supuesto, Kaito tenía muchas dudas, pero ya se ocuparía de eso después.

La práctica acabó y, luego de unas indicaciones más, los cinco muchachos de primer año que el mismísimo Kaito escogió como sus aprendices hacía poco dejaron la habitación (aunque parecían todavía muy curiosos por cierto arreglo floral que pedía a gritos atención)

Una vez a solas, Kaito suspiró. Dirigiendo ahora toda su atención al objeto inesperado, Kaito se acercó para detallarlo; el ramo era sencillo, con un buen balance entre flores blancas y azules, y otros detalles como hojas delgadas y lazos con cinta de encaje. Era muy bonito, sencillo pero elegante.

Pero la cuestión aquí era, ¿Por qué estaría algo como eso en su salón? ¿Alguna clase de error o mala broma? Y Kaito, evitando que su cabeza colapsara con tantas preguntas, se dispuso a leer la tarjeta que venía incluida por sobre las flores para saciar sus inquietudes de una vez por todas.

"Estoy seguro de que ya te has dado cuenta de que puedes dar un paso adelante, con un coraje que no se parece al de nadie más"

-Uozumi Asaki

Sus ojos se abrieron de par en par, y el calor que emergió desde su pecho con cada palabra le produjo un ligero escalofrío. Es que, había sido tomado totalmente por sorpresa. Releyó, no muy seguro de lo estaba escrito sobre la delgada cartulina, y esta vez una sonrisa pequeña se dibujó en sus labios. Por supuesto que recordaba claramente esas palabras, aquellas que lo liberaron de las ataduras que no les permitían avanzar con tranquilidad.

Y en ese momento, producto de aquel acto que lo sensibilizó por completo, Kaito agradeció el encontrarse a solas.

Entonces, aquello que tenía en frente no era otra cosa sino un presente dirigido a él... Uno enviado por aquel quien fue más que un mentor para él, que de cierta forma (y por sus valiosas enseñanzas y acciones tan transparentes) se ganó un cariño especial. Porque si, Kaito apreciaba un montón a Uozumi... Ese quien básicamente fue su salvador.

Kaito se sentía realmente conmovido, nunca antes había sido sorprendido con un detalle así... Además, lo importante no eran las flores (de seguro, costosas) sino la intención y los sentimientos tan honestos que traían consigo. Y pensar en ello, sin poder deprender su mirar del blanco y el azul, le hizo sonreír más.

No fue sino un aviso de su teléfono lo que lo despertó de su ensoñación, aquella donde hacía memoria de momentos pasados, recordando de golpe que debía reunirse con los demás miembros del consejo Kao. Así que tomó sus cosas, guardó la tarjeta con cuidado y echándole un último vistazo a las flores abandonó la habitación...

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