CAPÍTULO V - Cuarta parte

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-Chicos, cómo hicieron ustedes para acomodarse esto -le preguntó Simona a Chipi y Leo sacudiendo la cuerda que la unía a Dante.

Ambos se dieron vuelta y en cuanto vieron a sus amigos se largaron a reír.

-¿Qué te causa tanta gracia, rulitos? -preguntó Simona confundida.

-Nada, nada -se atajó Chipi poniendo las manos en alto.

-Ah, no, viejo, o me decís o llamo a la mama ya mismo y le cuento que te llevaste SEIS materias, rendis en una semana, todavía ni abriste la carpeta y estás acá, de joda.

Chipi se quedó en silencio y su cara recobró seriedad, pero Leo, a quien la amenaza no lo afectaba en lo más mínimo, continuaba riéndose a carcajadas.

-¿Me podés decir qué es tan gracioso? -le preguntó Dante a su amigo.

Leo los señaló e intentó recobrar aire para hablar.

-No sé si es porque ustedes son dos hámsters de bolsillo o qué, pero, claramente, dos metros de soga les alcanza para darse cien vueltas. Y, por lo visto, les sobra.

-Ahhh... ¿Estamos chistosos, eh?

-Dale, boludo, es un chiste. No te calentes.

-Sólo por fines científicos, déjame comprobar si seguís haciéndote el chistosito después de esto... ¡TRINI! Vení un segundo -dijo Dante gesticulando hacia donde estaba Trini mientras que Leo le hacía señas con las manos para que no hiciera lo que sea que iba a hacer.

Trini escuchó que la llamaron y comenzó a caminar en dirección a los chicos, arrastrando a Junior, quien iba atado a su cintura y trataba, en vano, de oponer un poco de resistencia arrastrando los pies.

-Sí, Dante, ¿Qué pasa?

-Leo me acaba de comentar que es una lástima no poder jugar con vos.

-¿Enserio dijiste eso? -preguntó Trini mirando a Leo con ojitos brillosos.

-Sí, eso mismo, -interrumpió Dante antes de que Leo pudiese articular una palabra- ¿Texuales palabras? Que era una verdadera lástima que el pobre de Junior -indicó señalando a su hermano- tenga que soportarte en la clínica y también acá.

-¿VOS DIJISTE ESO, LEANDRO? -preguntó Trini indignada

-No, Trini, no, por favor. Dante está jodiendo. Decile que es una joda, Dante -dijo Leo fulminando a Dante con la mirada mientras éste trataba de contener la sonrisita que se le había formado en la cara.

-Na. Es una joda, Trini.

-Ahhh. Bueno. Mejor. Yo pensé que este chi...

-Lo que en realidad dijo fue que por suerte no le tocó a él tener que bancarte.

-Y eso no es todo... -acotó rápidamente Simona mirándose en complicidad con Dante.

-¿No? ¿Qué más dijo? -preguntó Trini acomodándose los anteojos que se le caían por la furia con la que estaba contrayendo el entrecejo.

-Que sos muy mandona y que si jugaban juntos uno de los dos iba a terminar ahorcando al otro.

-¡LIONEL!

-¡TRINIDAD! LEONARDO ME LLAMO. Y NO DIJE ESO.

-¡LEONARDO Y TRINIDAD! ¿PUEDEN DEJAR DE PELEAR? ¿ALGUIEN QUIERE PENSAR EN LOS NIÑOS? -Intervino Junior señalándose.

-¡RICARDO! DIGO, ¡JUNIOR! NO SOS EL CENTRO DEL UNIVERSO. CERRÁ EL PICO, NO COLABORAS -comentó Chipi.

Dante y Simona comenzaron a reírse mientras Trini insultaba a Leo diciéndole mil palabras por segundo y Junior y Chipi discutían acerca de la validez de la discusión de sus compañeros.

Amarte en silencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora