Conversación Casual.

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 Hundido en la depresión, no sabía que hacer, sin trabajo, sin pareja, sin nada, solo me quedaban unos falsos amigos con los que solo me juntaba para salir a tomar. Ese día ellos me habían invitado a ir al bar, no iba a ir porque no tenía dinero pero me dijeron que pagaban así que no tenía manera de rechazar eso.
 Me senté en el mismo lugar de siempre, era raro porque al lado había una mujer que sonrío al verme, como si me estuviera esperando. Me saludó y estuvimos hablando un rato, dijo que se llamaba Abigail y me invitó a un vino. Su mirada era rara, se veía maldad, pero me inundaba la tentación, era algo demasiado extraño pero no me lo cuestioné mucho y seguimos hablando un rato.
 Le comenté que no tenía religión, que soy una persona atea y que no fui más a una iglesia desde que Dios me dejó sólo, entonces fue ahí cuando empezó lo extraño. En un momento comenté — "Me encantaría saber que pasará cuándo me muera, ¿A dónde va a ir a parar mi alma?"  a lo que Abigail, acomodándose el vestido rojo me dijo — "No te preocupes, te voy a guardar un lugar en el infierno, a ti y a tus amigos".
 Me había levantado de mi taburete para irme, pues eso me había resultado realmente perturbador. Fue ahí cuando me dijo que me sentara y que no me asustara, me ofreció placeres, riquezas y una vida cómoda, una vida majestual.
 Le respondí que nada de eso me importaba y que iba a seguir conociéndome y buscando mi meta en la vida, que no sabía cuál era.
 — "Está bien, no voy a molestarte más, voy a buscar a alguien más, alguien que no sea tan fuerte como tú, por cierto eso es admirable, eres de los pocos que no ha cedido".

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⏰ Última actualización: May 31, 2020 ⏰

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