Madi Griffin entró en el edificio del DPA siguiendo a Clarke en silencio, bastante nerviosa. Ella podía ser bastante inteligente, madura y cualquier cosa que una chica mayor sería, pero la realidad era que Madi no tenía ni dieciséis años, ni dieciocho y mucho menos un edad cercana a esa, la realidad era que la muchacha era madura pero solo tenía doce años, ni más ni menos, lo que significaba que cuando llegaba al colegio y le decían antes de poner un pie en la entrada que no habrían clases hasta las diez por una fuga de agua siempre era un problema dado que ella no podía quedarse sola en casa.
Sabía que no tenía la culpa, pero podía ver en el rostro de Clarke que había algo que le estaba molestando y definitivamente no era el hecho de que Madi se quedaría con ella en el trabajo o que la escuela estuviera cerrado hasta casi mediodía.
Ella recordaba claramente la primera vez que entró en el edificio DPA, era difícil de recordar con detalles, pero aquello había marcado un comienzo en su vida que sin duda era imposible de no olvidar.
El edificio DPA era enorme, tenía al menos cincuenta o más pisos y su forma no era cuadrada, por el contrario, tenía una forma que ella desconocía, pero tampoco era redondo, de todos modos le gustaba mucho la forma del edificio, era moderno. La primera planta era demasiado amplia y vacía, había un mostrador en el cual un agente se encontraba detrás de un mostrador para dar indicaciones. Ella miró al agente vestido de traje y seguramente cargando una pistola incluso si no era un guardia de seguridad. Él hombre apenas la miró, no parecía expresar sus sentimientos. La habitación era grande y aparte del mostrador solo contaba con un montón de asientos rodeando una mesa de centro y unas revistas. Dos ascensores y escaleras de emergencia.
Ella siguió a Clarke hacia uno de los ascensores. En sus recuerdos ella sabía que la primera vez que entró en ese edificio tenía solo seis años y se aferraba a la chaqueta de Clarke con sus pequeñas manitas mientras la chica caminaba a su lado, a paso lento. La chica rubia le había prometido protegerla y claro, eso solo era una promesa del momento, pero seis años después, Clarke seguía protegiéndola y todo había comenzado ese día cuando llego por primera vez al este gran edificio.
Aún recordaba su primera impresión del inmenso rascacielos y la verdad es que su primera impresión sigue siendo su única impresión.
– Te quedarás con mi madre mientras yo me ocupo de una emergencia – Clarke presionó el piso número 13.
Ella asintió intimidada por el inmenso ascensor.
El Departamento de Protección Arkadia era una de las tres secciones del Arca, una organización que se encargaba de mantener la seguridad humana, las otras dos secciones eran El Departamento de Protección Walden y El Departamento de Protección Phoenix. Las tres secciones se encargaban de proteger al planeta completo ya que el Arca era la organización con más influencia en la protección de la humanidad que cualquier otra organización. FBI, CIA, NASA, y cualquier otra organización era algo pequeño comprado con el Arca. Las tres secciones se dividían por todo el mundo: Arkadia tenía su base principal en America; Phoenix tenía su base principal en Europa y Walden tenía su base principal en el occidente, y a su vez estas tres secciones tenían mini secciones en varias partes de los países de su lugar de protección.
La Arkadia, que era el lugar de trabajo de Clarke, tenía su sede principal en Polis, la ciudad capital y dentro de la Arkadia había varios grupos que trabajan juntos: equipo de rescate, medicina, ingenieros, agentes de campo, entre otros y además entre esos grupos estaba el equipo principal el cual tenía su propio nombre: equipo Skaikru. Cada departamento tenía su propio equipo principal, en Phoenix era Trikru y en Walden era Azgeda.
Ella no sabía mucho más allá de lo técnico, es decir conocía la información principal, pero no conocía los nombres de los directores o encargados delas otras secciones, al menos en Arkadia sí conocía al director.
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Oscura Pesadilla
FanfictionCuando el mundo se encuentra bajo una gran amenaza, Clarke Griffin y su mejor equipo harán todo lo posible para detener a ese monstruo que intentará acabar con las vidas de los demás, pero el mayor problema la pondrá puesta en dudas cuando secretos...