Casados por obligación

Perdón.

-¿¡y te beso?!- reclamo enojado Daniel y asentí.

La cabeza me seguía dando vueltas desde ayer y no podía dejar de pensar en ello por eso había llamado a Daniel...pero me estaba arrepintiendo ahora mismo por haberlo hecho, estaba hecho una furia.

-sí, bueno, debo agradecer que no sentí muy bien el beso por el agua pero aun así me beso- murmure pasando una mano por mi rubio cabello y me lo ate en una cola de caballo.

El cabello me había crecido un poco, mi mama no me había dejado de joder con que lo dejara de crecer para la boda, por Dios.

-y lo dejaste...-gruño.

Solté un jadeo indignado y lo mire asqueada.

-¡ya te dije que me inmovilizo!, ¿¡qué coño querías que hiciera!?

-¿le golpeaste?

-Lo hice pero el idiota ni se inmuto- me queje.

No puedo creer que esté pensando que yo lo haya besado yo porque quería, preferiría besar a un perro que besarlo al de nuevo.

-erg que coraje - golpeo el cemento- bueno al menos no fue tu primer beso.

Lo mire arqueando una ceja, me miro y un leve, muy leve, movimiento de labias curveándose hacia arriba me dijo que estaba evitando sonreír.

-no sé, dímelo tú.

-por culpa de la bendita botella- imito la voz de un niño y señalo la nada.

Solté una carcajada y el también se rio junto a mí. Bipolaridad nivel: Avril y Daniel.

-oh botella de vino nunca te olvidare- negué sonriendo por el recuerdo y el también.

-pensar en ese momento hace que te de escalofríos, ¿verdad?- me sonrió.

-¿lo dices por tu boca de pato?- me burle imitándolo.

-olvida esa parte, asesina-se quejó divertido y bufe.

-bueno al menos no moriste, la botella de vino se rompió en tu cabeza, pero no moriste.

-si claro solo termine en el hospital dos días.

-lo siento- me encogí de hombros sonriéndole y el negó con la cabeza.

Recuerdo que luego de haberle golpeado con la botella de vino y que el fuera llevado al hospital me la pase llorando todo el día en mi habitación, realmente pensé que lo había matado.

-¿intento hacerte algo más?-Pregunto cuando logro calmar su risa.

-no, lo golpee y me fui a mi habitación, luego de eso no lo he vuelto a ver- ya habían pasado dos días desde la desgracia, agradecía por no haberlo visto y rogaba que haya sido raptado por alienígenas. Aunque pensándolo bien, pobres alienígenas tendrían que soportarlo y eso era una misión imposible.

-si lo llego a ver, será mejor que vaya despidiéndose del mundo.

-Gracias Dan- me reí y lo abrace.

Conocía a Dan desde los 5 años, éramos mejores amigos y hermanos de otra madre, amaba mucho a Daniel, era el mejor amigo, chico y persona del mundo

- te quiero mucho- le dije revolviéndole el pelo.

-sí, sí, no te pongas cursi, niña- se quejó soltándome y me reí.

-deberías agradecer de que la última vez que te lo dije fue en san Valentín, estoy haciendo un esfuerzo sobre-humano, ¿sabes?-bromee.