Ú N I C O.

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Un clima muy fresco y agradable se había apoderado del amanecer de Busan. Era una sensación placentera para JungKook el sentir como la brisa chocaba contra su terso rostro. Todo era perfecto, excepto por un detalle: no estaba presenciando ese hermoso día con JiMin.

Era notable el color que JiMin le traía a su vida. Pero era muy doloroso saber que ese color y alegría no volverían a él, ya que JungKook lo había perdido.

JungKook se encontraba a la orilla del mar en la playa favorita de JiMin.  

Ya no tenía razón por la cual vivir.

*Flashback*

—JiMin, por favor.— rogaba JungKook.—Escúchame. Esto no se puede quedar así, debe haber una forma de remediarlo.— insistía el castaño.

—No, no hay una forma de remediar el daño que has causado en mi.— dijo seco el rubio.

—Tan siquiera acepta mis disculpas. Son sinceras, como el amor que nos tenemos... Que nos teníamos.— dijo el castaño con un notable nudo en la garganta.

—Lo lamento, pero no puedo hacerlo. Aceptar tus disculpas es como si volviera tres pasos atrás. Yo te amaba, JungKook. Yo... Y-yo te amo. Pero no pienso quedarme como el único idiota que lucha por salvar ésta relación.
Me hiciste daño, JungKook, y mucho, pero ya está hecho no hay nada que hacer. Me mostraste el verdadero tú todo este tiempo, pero yo no me dí cuenta por estar perdido en mis ilusiones.— reclamó el rubio dejando caer algunas lágrimas.

—Yo... Y-yo lo siento.— soltó cabizbajo el castaño.

—Me alegra que así sea.— dijo el rubio con un tono algo cínico.

—JiMin, se que en el fondo no eres así.— musitó sin perder la esperanza.

—Ay, por favor, tu eres la persona menos indicada para decirme cómo soy en realidad, y mucho menos hacer de esa pequeña frase una afirmación.— sollozó, mientras mas lágrimas rodaban por sus mejillas.

JungKook se levantó de la silla y se acercó a JiMin abrazándolo para así calmar su llanto. Pero JiMin lo empujó hacia atrás levemente. No fue hasta el segundo intento de JungKook por abrazarlo que JiMin le correspondió el abrazo cayendo en sus brazos soltando lágrimas a mares en su hombro.
Aunque JiMin se quisiera hacer el fuerte ante JungKook, no lo era. El era totalmente vulnerable ante los brazos de JungKook.

—Ya, ya, ya.— decía JungKook masajeando su espalda.—Lamento todo el daño que te hice. Lamento haber dejado que el trabajo consumiera mi tiempo y emociones. Lamento no haberte puesto atención cuando me hablabas. Lamento todo esto.
JiMin, por favor perdóname.— dijo JungKook soltando una que otra lágrima.

JiMin no pudo decir nada, así que sólo le dió un apasionado y casto beso en los labios que electrificó a JungKook, haciendo que este le tomara por las mejillas intensificando el beso.

(...)

Ya había pasado una semana y JiMin había perdonado en su totalidad a el castaño. Su amor se había fortalecido más que nunca.

—¿Qué hay de desayunar hoy, amor?— preguntó el rubio para después dar un fuerte bostezo.

—Hice pancackes.— dijo el castaño dandole un rápido y casto beso.— Pero hay un detalle.— advirtió JungKook.

— ¿Cuál?

—Olvide que no había jarabe.— dijo con preocupación. Se veía tan adorable.

—Ay, mi bello tontito~.— dijo JiMin tocando delicadamente cumpleaños su índice la nariz del más alto.

Missing You. O.S. →KookMin←Donde viven las historias. Descúbrelo ahora