Capítulo nueve: En un corazón que ya no late

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Simplemente sigo sin encontrar una explicación lógica a lo de Hayley.

Se supone que ella está muerta.

Se supone.

Pero aun así llevo días recibiendo mensajes de su parte.

Y aparentemente, Eris también.

Y he aquí mi pregunta: Si está viva, ¿Las fotos de la prensa son un montaje?, ¿O simplemente sobrevivió al choque?

He intentado con todo ignorar ese tema y fijarme en encontrar pruebas sensatas de que Jason mató a Ruff y a Jim.

Fijo mi mirada en la chica nuevamente pero fijo los ojos en la puerta de la habitación de Jason, la escucho carraspear.

Estaba planeando entrar y esta bruja me interrumpió.

—¿De verdad planeabas entrar allí? —Me sobresalto un poco al escuchar su voz y clavo mi vista en ella nuevamente, ¿Qué carajos?—, y no, niño, no soy ninguna bruja —La veo ladear una sonrisa de lado mirándome con diversión, como si hubiera algo de la situación que le divirtiera—, ¿Te gusta la literatura, cierto? —Suelta de la nada, ¿Y eso qué rayos le importa?—, ummm, casi siempre te sientas solo en los recesos, por lo menos cuando tus amigos están en clases, veo que eres un odioso y... ¿Qué es eso? —Noto que fija su vista en mi collar, es una tira de cuero con un dije con forma de cruz hecho de acero, Josh y yo lo tenemos desde pequeños, nuestros padres nos regalaron dos collares iguales como símbolo de amistad—, cursi, muy cursi, ¿Collar de la amistad? —Hace rodar sus ojos y siento los pelos de mi nuca erizarse.

—¿Puedes dejar de preguntar cosas que no son asunto tuyo? —Le planto una mirada seria—, escúchame bien, no estoy de humor para tratar con una bruja odiosa, dime qué tienes que ver con Hayley y para qué necesitas hablar con mis amigos en lugar de ser una metiche insoportable —Le suelto todo en la cara tan rápido que hasta yo mismo me sorprendo de lo dicho.

Ella suelta una risa seca y sarcástica.

—Conozco a Hayley desde que tengo ocho años —Me guiña un ojo y mira por encima de mi hombro—, empecemos con esto rápido —Me toma del brazo y me hace subir las escaleras y justo abre la puerta de la habitación de Jason, noto que la mayoría de mis compañeros nos observan como si del suceso del año se tratara.

La dejo entrar primero para luego hacerlo yo y cerrar la puerta con seguro.

—Tiene que estar por aquí —La veo abrir el armario rebuscando algo, y encuentra un sobre amarillo grande—, bingo —Una sonrisa se forma en sus labios y saca lo que noto son fotografías.

Me acerco lo suficiente como para ver. En la foto de Ruff está marcada una enorme equis, en la de Jim también, pero extrañamente en la de Ashley no hay tal equis, sino... una estrella alineada, como las que pintan en los ritos satánicos, encima de la foto de Kendall Carpenter también hay una estrella, y en la de veo que todavía está la fotografía de Hayley e igualmente tiene el símbolo.

Algo se revuelve dentro de mí y mi cuerpo se tensa al imaginar a Ashley muerta, tendida en el suelo, con su piel caucásica ahora más pálida y sus labios resecos en un tono azulado, siento un escalofrío recorrer mi nuca.

¡No puedo dejar que eso suceda!

—Creo que... ya sé qué significa esto —Eris vuelve a ingresar las fotografías en el sobre tal cual estaban ordenas y lo regresa a su lugar—, creo que podrían ser las chicas que no matará. Las chicas asesinadas han sido las que tienen marcadas la equis. Que son Ruff y Jim, a las cuales les dejó una rosa junto con una mariposa de plástico —Se lleva la mano a la barbilla y la sostiene con sus dedos.

Te escribo desde mi tumbaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora