El Peor De Los Males. XIV

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Capítulo 14: Taylor y Anubis.

"Más vale una gota de sangre derramada que una palabra sin sentido".

Ubicación: Base de operaciones de Wasol Corp, Rantoul, Illinois, EE. UU
Fecha: 23/11/2020 – Horas de la mañana.
Taylor West.

—¿No hay unas más ligeras? —pregunta Meseret al ver las pesas que le pone Jackson para que levante.

Sólo son veinte kilos, no es para tanto.

Dejo de verlo y me preocupo por mí mismo. Me acuesto sobre la plancha preparándome para seguir con la rutina. Jackson hace lo mismo en la plancha de al lado.

Sus rutinas de ejercicio son brutales, lo reconozco.

—¿Cuánto fue lo último? —le pregunto.

—Cien kilogramos —me dice.

—¿Y cuánto viene ahora?

—Ciento veinte.

Ambos vamos a la par, hacemos una repetición tras otra hasta llegar a completar cinco series de quince.

Molidos, nos levantamos y vemos a Meseret aún en su sitio.

—¿Cuántas llevas? —le pregunto.

—Ya hice cinco —contesta.

—Están en el mismo lugar en que las dejé —lo regaña Jackson.

—Mi fuerza no está en mis brazos —se defiende.

—¿Y dónde está la tuya?

Él levanta su mano derecha y nos enseña sus dedos. Son largos.

—¿Tienes idea de a cuántas gallinas he violado sólo con usar estos amiguitos?

—Ni la menor idea.

Él mantiene la misma expresión cínica. Está loco.

Jackson y yo reímos por un momento, para después salir todos juntos del pequeño gimnasio de la corporación. Charlotte llega y se lleva a Meseret.

Sólo quedamos Jackson y yo.

—¿Y ahora?

—Si seguimos entrenando, desgarraremos un par de músculos, y tú no puedes regenerarlos —me dice —. ¿Cómo vas con tus habilidades?

—Ahí van. La fuerza bruta sigue ahí, por lo menos los brazos no me tiemblan tanto cuando la uso ahora , los poderes del sol y del desierto aún sigo sin dominarlos bien, sólo un poco.

—¿Por qué no lo intentas?

—Sólo puedo hacer que un lugar se ilumine más que el resto, y el día del hospital logré regenerarme con la luz y cuando lo intento me duele la cabeza. Lo del desierto poco más que eso.

Jayden llega y se sienta junto a nosotros.

—¿Qué cuentas?

—Di Rosseti está encerrado en una reunión con un tal Samuel Wilde, un religioso —notifica.

—¿Cómo lo sabes si está encerrado?

—Los muertos me dicen cosas —espeta.

—Jayden, tengo curiosidad. ¿En qué consisten tus poderes? Porque he visto que tienes un amplio repertorio —le pregunta Jackson.

Y a decir verdad, aun siendo su hermano, también tengo curiosidad.

—Les daré un consejo: lo mejor que pueden hacer es no revelar sus habilidades, cualquier enemigo podría usarlo en su contra si las conoce. Pero como no tengo nada mejor que hacer ahora mismo, presten atención. Yo tengo una profunda conexión con el mundo de los muertos, puedo comunicarme con ellos, invocarlos e incluso hacer con sus huesos lo que me plazca, que eso es lo que más hago, puedo hacer soldados, ataques y defensas con hueso puro.

La Doctrina de los dioses: Los Herederos del CaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora