El día empezó con el recuerdo de Marina sobrevolando mis pensamientos, me hubiese gustado escogerla hoy, pero no era una opción. Hace dos días Casandra me eligió a mí, ayer debería haber podido escoger yo, pero era el día en que nos emparejaba el sistema, mi turno se perdía, y hoy volvería a ser escogido por otra persona.
Cuando entré en la sala vi a una mujer desconocida para mi, tu atractivo era evidente, aunque tu apariencia me hizo pensar que te dirigías a una reunión de la junta directiva de un banco, y no a un encuentro en la sala. Debías de ser un poco mayor que yo, pero no mucho, y aunque tu rostro tu rostro tenía un aire amable, inocente, casi infantil, tu expresión y tu indumentaria te conferían un aire severo.
Tu cabello recogido en una coleta no lograba ocultar lo que seguramente era una melena rizada y dorada como la de la protagonista de un cuento para niños. Del mismo modo la falda de tubo negra, la camisa blanca y la americana hubiesen conseguido que no reparase en las curvas que escondían, pero siendo la única persona en la sala, era imposible que no me fijase en la mujer de curvas pronunciadas frente a mi.
Esta vez entraba por la puerta entre la zona de los libros y el dormitorio, pero me quedé mirando lo que había sustituido a la habitual cama. Una estructura de plástico y metal similar a un acuario, a medio llenar, casi tan grande como la cama que había sustituido, solo de verlo empecé a sentir una erección crecer.
Tu entrabas por la puerta entre el sofá y la cocina, estabas apoyada en la barra bebiendo algo. Por el color y como lo sujetabas parecía una bebida alcohólica, aunque bien podría haber sido té negro, yo nunca había encontrado alcohol en esa cocina. Te incorporaste y diste un par de pasos hacía mi, y en ese momento empezaste a, no se puede definir de otro modo, tomar el control de la situación.
- Ayer fallé mi misión así que esta es la sesión de castigo, completaremos el objetivo lo más rápido posible, ¿has hecho algún castigo antes? No son agradables, si me haces caso, no será tan malo.
Me sentí como deben sentirse los médicos novatos al encontrar un paciente de los que lleva tanto tiempo por el sistema sanitario que se autodiagnostican y te dicen qué debes recetarles.
- He estado en algunos castigos, si.
Veinte sin contar este, la mayoría de gente veía uno al mes. Casandra decía que era por mi cara, según ella, por mi aspecto físico, en una película de acción sería el personaje noble que muere siempre por los demás pero que no te importa porque no es divertido ni interesante.
No había decidido hacer lo que tu me dijeras, pero tampoco iba a discutir, tenías intención de mandar, todo tuyo, me habías tomado por un recién llegado al que intimidar, verías pronto tu error.
- Querrás completar los objetivos adicionales, pero son mucho más duros en un castigo, si consigues ocuparte de la misión principal rápidamente podría escogerte en el futuro, tu y yo no tendremos problemas completando lo que sea.
Te habías acercado a mi, mucho, claramente estabas intentando seducirme, supongo que también sería eficaz con un recién llegado, que te escoja una mujer atractiva es un buen soborno. Decidí seguirte el juego, no sabrías cual es mi misión así que no podías saber si había completado mis objetivos a tu costa o no.
- Claro, tiene sentido, nos quitamos esto de encima cuanto antes y otro día podemos hacer objetivos fáciles.
Creo que fui suficientemente creíble, tampoco tenías motivo para dudar de mi, un chico normal como yo debería estar encantado de que una bella mujer le elija para tener sexo. Pero la verdad es que hoy quisiera estar aquí con otra persona, a lo mejor de no haberme elegido tú habría podido hacerlo Marina.
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Forced
RomanceSexo fuera de los limites de la sociedad. Cada día tú y otra persona entráis en la sala y debéis cumplir con lo que se os ordena. Si fallas hoy tu castigo llegará mañana. Cuando no puedas defenderte, podre satisfacer todos mis deseos. Descubre una...