Flor
Después de la larga plática con aquella chica extraña, salí del metro y marqué a Sasha para saber en qué hotel estaríamos.
—¿Hola?
—¿Bueno? ¿Eh? ¿Flor, eres tú?
—Sí. Solo quería saber en qué hotel nos vamos a quedar.
—En el Grand Princess.
—Perfecto. Ya voy para allá.Colgué y tomé un taxi. Apenas subí, una voz conocida me saludó desde la calle.
—¡Hola, otra vez! —agitó la mano con entusiasmo.
—¡Ey! ¿También vas al Grand Princess?
—¡Sí! ¡El destino nos quiere juntar! —levantó un puño al aire.
—Pues vamos, antes de que cambie de opinión —le dije bromeando.Entramos por la recepción y vi a Sasha esperándome. Salimos un momento para hablar sobre en qué habitación estaría.
—Me tocó contigo —me dijo abrazándome—. ¡Qué suerte! No quería dormir con alguna desconocida.
Pero la suerte no siempre sonríe...
—Mei está muy molesta contigo —dijo Sasha de pronto—. Por no llegar a la hora acordada.
Y ahí estaba Mei, parada justo detrás de Sasha, con cara de pocos amigos.
—¿Qué horas son estas para llegar? —preguntó seca.
—No me despertaste para que fuera contigo... —puse cara de puchero.
—Eso no importa. Ya estás aquí —cruzó los brazos, giró sobre sus talones y se fue.
Me quedé quieta, sintiendo cómo la culpa me trepaba por la garganta.---
[ * ]
La noche llegó, y con ella el peso de la culpa. No podía dormir. Así que se me ocurrió un plan: colarme en su habitación y pedirle perdón de frente.
Entré con cuidado. No había nadie. Solo dos camas, y las cosas de Mei y la vicepresidenta. Me metí en la cama que creía era la suya y me tapé hasta la cabeza.
Al rato, escuché pasos. Era Mei.
—¿Qué haces aquí? —susurró.
—Quiero pedirte perdón —dije, por fin soltando el aire—. No quise hacerte enojar, en serio.
Me quedé quieta cuando escuchamos la puerta abrirse. Era la vicepresidenta. Se acomodó en su cama sin decir nada.
Yo seguía en la de Mei. Muy cerca de ella. Demasiado cerca. Mi mano descansaba junto a su vientre, casi rozando su pubis, y la otra le cubría la boca para que no hablara. Estábamos tan juntas que podía sentir el ritmo de su respiración en mi cuello.
Y entonces, en lugar de palabras... un beso.
Lento. Cálido. Silencioso.
Duró solo un momento, pero parecía que el tiempo se había detenido.

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Mi novia neko [Yuri] (REESCRITO CON IA)
RomantikFlor conoce de una forma "casual" a una misteriosa chica con sudadera blanca... Y conocería un pequeño secreto, esta chica tiene orejas y cola de gato... Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Inter...