4:Síntomas

6.6K 713 353
                                    

━━━━━━ ◦ ❖ ◦ ━━━━━━

Habían pasado diez días desde la última vez que Flug vio a su jefe, diez días desde que terminaron y Black Hat seguía furioso. No podía comprender por qué le daba tanta importancia si él lo llamaba "sirviente" o "amante", al final lo único que importaba era que pudieran dormir juntos, beber vino mientras charlaban y besarse a escondidas.

La semana había sido tan tediosa como de costumbre, aunque Black Hat no se presentaba en su laboratorio las notas de los pedidos seguían amontonándose en pilas que se desbordaban el escritorio del científico. Demencia continuaba con su rutina de colgarse del techo y romper todo lo que podía. Flug dio gracias que ella no había notado la distancia que se había generado entre él y su jefe. También 505 ignoraba la situación. El inocente oso hacía sus labores cotidianas con normalidad: atendía las llamadas por las mañanas, preparaba la comida, hacia la limpieza y por la tarde jugaba con sus peluches hasta quedarse dormido.

Sin embargo, el científico sabía que aquello no podía durar para siempre, ambos tendrían que verse tarde o temprano, él aún no estaba listo, tenía miedo pues, ¿quién no le tendría miedo a su jefe? Además de ser el villano más terrible, era el más impredecible. El día de la ruptura Flug lloró en su habitación por horas y por la noche fue a la cocina donde comió todo lo que pudo. Black Hat, en cambio, había destruido ciudades enteras y devorado centenares de almas. Era la típica forma de reaccionar de su jefe; una rabieta, solo que al ser un demonio sus rabietas eran a gran escala.

El doctor no quería recordar eso, aunque la reacción de su jefe reflejaba que le había afectado lo que le dijo, por lo tanto, tal vez sí habían lindos sentimientos hacía él. Flug sacudió la cabeza y alejó ese tren de pensamientos.

«No. No le importas, solo extraña el sexo», se dijo para sí mismo, a regañadientes.

Era Black Hat después de todo, él era incapaz de amar o tener el más mínimo interés emocional por alguien.

Se estiró en su asiento, había estado sentado frente a su escritorio por un par de horas planificando y organizando, se sentía cansado a pesar de no haber hecho gran cosa durante todo el día. Eso era algo nuevo de los últimos días, por motivos desconocidos quedaba exhausto apenas atardecía. Incluso, le era difícil mantenerse de pie durante las noches, cuando antes podía durar las veinticuatro horas del día trabajando sin descanso y con apenas pequeños recesos para comer. Y, por si fuera poco, constantemente tenía antojos de caramelos. Era una serie de síntomas fuera de lugar, aun así, no le preocupaba del todo.

Flug se levantó de su silla bostezando mientras miraba que su reloj marcaba las 2:45 am. Era tarde y necesitaba dormir un poco así que tomó una pila de planos entre sus brazos con la intención de avanzar un poco desde cama, tenía que seguir con su trabajo o se retrasaría.

Al salir de su laboratorio notó el silencio de la mansión, supuso que 5.0.5 estaba dormido al igual que esa chica lagarto que era un dolor de cabeza. Empezó a caminar lentamente mientras arrastraba los pies, de verdad se sentía cansado. Su vista era borrosa, sus ojos apenas se abrían y le era difícil ver por donde caminaba, aún más cuando la mansión se hallaba en penumbras.

Apresuró su paso hasta casi estar corriendo, debía dormir y después compensar el tiempo perdido pues no quería ser regañado por su jefe o sufrir peores consecuencias. No esperaba que al cruzar la esquina del pasillo chocara con Black Hat, él cayó al suelo de espaldas de una manera brusca mientras que todos sus planos y hojas caían esparciéndose por el piso.

Flug levantó la mirada y contempló a Black Hat, quién tras el impacto no se había movido ni un centímetro. Cruzaron miradas por un segundo, una mirada que pareció durar una eternidad para ambos. Flug quería disculparse, pero no podía ni abrir la boca. Ahí estaba, mirando a su jefe después de no haberlo visto durante mucho tiempo y aún no tenía nada para decir. Sus manos comenzaron a temblar y su respiración se hizo un poco agitada.

HERENCIA ⚠HISTORIA EN EDICIÓN⚠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora