Prólogo

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—¡Cámara dos funcionando!

—¡Dentro cámara uno!

—¿Empiezo ya?

—Sí, sí, en ¡tres, dos, uno... acción!

Hola y bienvenidos a la primera introducción de esta bonita y sobrecogedora historia. Hoy hablaremos sobre ¡tan tan tan, redoble de tambores por favor!... ¡"Siempre a tu lado Hachiko"!, una película sencillamente mágica y llena de emoción que te har... ¡Ah no! ¡Quietos parados todos! ¡Este no es el guión!

—¡Oh vamos, Nathalie, tenemos que empezar otra vez!

—¡Parad todos, tenemos que empezar de nuevo!

—¡Qué alguien le de el guión correcto, por Dios!

—Tía, hazlo bien esta vez ¿quieres?

—Ajá, lo que digáis.

—Bueno, ¡dentro cámara dos!

—¡Cámara uno funcionando! ¡Tres, dos, uno... acción!

—Hola y bienvenidos a la primera introducción de esta patética y surrealista historia. ¿Por dónde empezar? Si soy sincera, no lo sé muy bien, lo más habitual es que me presente a mi misma, así que sí, eso es lo que voy a hacer. Voy a leer el guión, porque hay que ceñirse a él y esas ñoñadas, bla bla bla..., comencemos:

Nathalie Brooks, la joven protagonista de esta historia—ósea aquí la menda—, junto con su hermanastra Kate, y la mejor amiga de esta, Miley, viajaran hasta Corea. Sí, a Corea pero del Sur. Hacer una visita al descendiente de la dinastía Kim no está dentro de su planning, tal vez eso se puede plantear en otra vida o en otra galaxia. Uno debe aprender a cuidar su cuerpo y alma si es que se tiene un poco de amor propio. Y también un gran futuro por delante.

Love Yourself dijo RM.

—A palabras sabias, oídos sordos. No, no era así. Debería ser del revés. A palabras sabias... Bueno, lo que dice Namjoon va a misa.

Continuemos.

Una nueva vida al otro lado del charco acababa de empezar para esas tres muchachas inglesas, que su única aventura había sido una despedida de soltera,—pero no en Benidorm ni en Las Vegas—en el patio trasero de un bar con hinchables que tuvieron que compartir con un cumpleaños infantil, con niños de 6 a 10 años. Las invitadas tuvieron que conformarse con zumos de piña y melocotón, y sándwiches de jamón y queso. Estuvieron en casa a eso de las 8 de la noche, no porque quisieran, la noche es joven y ellas lo eran, sino que aquel bar cerraba a esa hora y nadie podía trasladarlas hasta un pub, aunque tampoco es como si hubieran tenido dinero para costear la entrada, así que mucho menos para un mojito. La vida era triste, y Corea pintaba muy pero que muy bien.

—Mentira, todo es falso testimonio, ¿quién ha escrito esto? Bueno, al menos la parte en la dice que somos medio pobres. ¡Esto lo escribí yo, ya me acuerdo! Solo estaba intentando ser graciosa, pero ya sé que no lo soy, perdón por existir. Aunque mejor os lo explico, vivo en una de las partes más costosas de Londres, antes vivíamos en el barrio de Belgravia, pero ahora vivimos en The Boltons, con pijos descerebrados, y no es que me haga especial ilusión; mi padre es dueño de una revista internacionalmente conocida, y mi madre fue una famosa bailarina de ballet. No me las quiero dar de prepotente, aunque es exactamente lo que parece que estoy haciendo, pero dentro de poco entenderéis muchas cosas, una de ellas es porque pienso huir a Corea del Sur para ser libre. ¡Ah! Y que odio el zumo de piña, y a la piña en sí.

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