Prólogo

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Beep, beep.

Apagué mi alarma lo más rápido que pude para ya no escuchar la insoportable canción que tenía en esta.

—Laura, ¡ya levántate! —gritó mi hermano Nicolás desde el baño.

—Si, ¡ya voy, desesperado! —le grité de vuelta y me levanté. Hoy es el primer día de clases. Nicolás es mi hermano gemelo y por eso vamos en la misma clase.

Me puse una casual camiseta blanca con las letras de "Stranger things", mi show favorito, unos jeans claros ajustados y mis Vans Old Skool negras. Apliqué un poco de rímel y un poco de brillo labial. Quería dar una buena impresión en esta nueva escuela ya que en la de Illinois.. Fui la burla.

Hace una semana nos mudamos aquí, a California, buscando una nueva vida ya que mi padre y mi madre se acaban de divorciar. Yo y Nicolás estamos con mi padre, un elegante señor muy bien vestido con gran humildad y sentido del humor. No entiendo como mi padre se pudo casar con mi madre, una señora muy ambiciosa y siempre vestida de marca, un poco presumida y sin humildad. Así de fácil.

Agarré mi mochila negra con detalles dorados y bajé las escaleras casi corriendo.

—Ya estoy lista Nic. Vámonos. —le dije a mi hermano cuando vi que estaba comiendo su licuado de manzana en la barra de la cocina.

—¡Por fin! Santo cielo, gracias. —respondio sarcásticamente. Mi padre río y nos despedimos de el.

Nos fuimos en un jeep rojo que mi padre nos dio, a mi y a mi hermano, en nuestro cumpleaños 18.

—Bien, Laura, como sabes mi amigo Diego también se mudó aquí. —dijo Nicolás y me quede en shock. Diego es el chico del cual he estado locamente enamorada desde sexto grado. Creí que por fin me liberaría de el, pero no es así. —Y pues saliendo de la escuela iré a su casa a ver películas. ¿Quieres ir? —amaría decir que si, pero si lo hago, estaría nerviosa todo el día.

—No creo, tal ves vaya a comer algo saliendo si es que hago alguna amiga. —le respondí tratando de no ponerme nerviosa.

—Muy bien Lau, ojalá hagas amigos. —respondió mi hermano y llegamos a la escuela. La escuela es muy grande, tiene cientos de arboles y plantas.. muy linda. No se compara a la "cárcel", mi escuela antigua de Illinois, la cual apode así por que literalmente todo era gris.

Nos bajamos y mi hermano estacionó el jeep, ya que el iba manejando.

Al bajar mi hermano saludo a Diego, y fué ahí cuando quedé en shock. No sabia que hacer. Seguía con sus hermosos ojos verdes y azules, su cabello hermoso y su esbelta pero un poco atlética figura. ¡Ay, Diego! Lo que me haces sentir.

—¡Laura! ¿Cómo estás? —me saludo el encantador Diego.

—M-muy bien, ¿y tú? —le respondí tartamudeando.

—Genial, gracias por preguntar. —sonrió. —Vamos a clases, no queremos llegar tarde.

—S-si. —respondí helada y camine atrás de Diego y Nicolás.

Gracias a mi nerviosismo y torpeza, no me fijé y me tropecé con una linda chica que parecía amigable.

—¡O por dios! ¡Lo lamento! —dije muy apenada recogiendo sus libros.

—No te preocupes, soy Paulina, dime Pau. Y tú eres... —preguntó aquella chica rubia.

—Laura, dime Lau. —respondi alegremente.

—Genial, vamos a clases. —me dijo y la seguí.

Al menos hice una amiga, ¿no?

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⏰ Última actualización: May 06, 2018 ⏰

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