The heart of the Darkness - (Zayn y Tu)

Capítulo 17

Zayn's POV

 Hola - dijo con una pequeña sonrisa dibujada en su rostro. Sonreí igual y le respondí el saludo -

- Hola - se hizo a un lado y con una mano me invitó a pasar. Al poner un pie en su casa sentí un escalofrío que me recorrió todo el cuerpo. Cerró la puerta y luego el silencio se hizo presente. Estábamos sólos.. no sé porque, pero eso no me sonaba bien. 

Me quedé parado en el recibidor hasta que ella pasó por mi lado y yo la seguí. La brisa que soltaba al caminar tenía aquel hermoso perfume a flores y su shampoo. Un perfume al cual comenzaba a hacerme adicto. Llegamos a lo que supuse que era la sala de estar, donde ella se sentó en un sofá y me miró sonriente -

- Siéntate - me senté un poco alejado de ella, y me le quedé mirando. La podría mirar a los ojos durante horas, días, semanas y nunca me cansaría.. aunque no lograra ver nada, a veces eso era lindo. Ver sólo los ojos de la persona, ver su mirada.. - ¿quieres algo de beber? - sacudí levemente mi cabeza y negué -

- No, gracias.. - suspiró y bajó su mirada a sus manos - así que.. - volvió a enfocar sus hermosos ojos azul celeste en mi - ¿son muy amigas tú y Sam? - sonrió -

- Como hermanas.. - no aguanté más y le pregunté -

- No quiero ser desubicado, pero.. ¿tu padre siempre te golpea? - ella me miró al principio sorprendida, quizás por la forma en la que le pregunté aquello, luego bajó su mirada y suspiró. Asintió suavemente sin mirarme, y el ambiente cada vez se ponía más pesado. 

Yo no sabía que hacer.. ella sufría, y yo no podía ayudarla.. - 

- Eso no está bien.. - levantó su mirada y pude ver sus ojos cristalinos, casi a punto de llorar -

- No creo que sea de tu incumbencia algo como esto, Zayn. Mejor no te metas.. -

- Es que no puedo ver como lastiman a una mujer como si no fuera nada.. no te mereces esto -

- No me conoces - dijo fria y directamente volviendo a bajar la mirada -

- No, pero estoy seguro de que eres una gran persona.. ¿o me equivoco? - se quedó sin decir nada y yo también por unos cuantos segundos.. - déjame ayudarte.. -

- ¿Cómo? Esto es un tema mio, creo que estás subestimando la poca cercanía que tenemos.. nos conocemos hace un día. Que me hayas salvado de que me hayan violado no significa que puedas meterte en mi vida - auch. Y sí, tenía razón. Estaba metiéndome donde no debía, y en realidad ni siquiera sé por qué hago esto. Mi*erda, ¿que carajo estoy haciendo? 

Me puse de pie con la furia recorriendo cada célula de mi cuerpo y comencé a caminar rumbo a la puerta. Iba a abrirla cuando sentí que una fría mano me tomaba del brazo y me jalaba hacia atrás - espera.. - dijo débilmente. 

No voltees, no voltees, no voltees. Pero yo era terco hasta conmigo mismo, así que voltee y al ver sus lágrimas caer y su rostro tan angelical sentí derrumbarme -

- Lo siento - dijo con la voz quebrada. Aflojé todo mi cuerpo y suspiré - sé que quieres ayudarme.. es que - me soltó y se cruzó de brazos bajando la mirada - siento que ya nadie puede hacerlo - y sus ojos comenzaron a soltar lágrimas, primero sólo algunas, y luego no paraba. ¿Qué debía hacer? Ella estaba ahí, llorando desconsolada y yo la miraba como un idiota -

- No.. no llores - fue lo único que salió de mis labios, lo único que pude decirle. 

Con las mujeres yo era una persona fría. La verdad es que no me causaban nada, era como si fuesen.. iguales a mi. Obviamente que nunca habría lastimado a alguna de ellas, pero no las veía como las ven siempre 'Delicadas flores de cristal que deben ser cuidadas diariamente'.. pero esta chica.. era así. Una flor delicada de cristal que estaba marchitándose delante de mis ojos.. y yo no hacía nada para arreglarlo. 

Y cuando me convencía de que era un completo imbécil, ella se puso en puntas de pie y se aferró a mi cuello abrazándome y llorando en mi hombro. Si antes estaba inmóvil, ahora estaba muriendo. ¿Qué mi*erda hago? Me abrazaba como si fueramos amigos de toda la vida, o hermanos, o otra cosa.. pero yo estaba tieso. Sentía cosquilleos por todo mi cuerpo, cada músculo, cada hueso.. todo temblaba por dentro. 

Decidí dejar de pensar y dejarme llevar unos segundos, así que rodee su cintura con mis brazos y le devolví el gesto. Sentía como si ella fuese.. una muñeca de porcelana.. tan preciosa y delicada. Y como si yo fuese el encargado de asegurarse que estuviera intacta. Que nada le pasara. 

Era como si me sintiera su especie de protector.. alguien que iba a cuidarla desde hoy hasta el fin de los tiempos.. ~