stay

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la cafetería tiene alguna playlist muy suave de fondo, al estilo lofi hiphop.

hay un olor a café recién preparado, pasteles horneando, e incienso. ¿vainilla? ¿flores? no sabría cómo describirlo.

el lugar es muy retro, con aspecto descuidado pero impecable al mismo tiempo...

¿Qué hacía ahí?

No lo mal entiendan. es un gran lugar, con cafés y postres excelentes, perfecto para los universitarios que buscaban un poco de calma en su horario, sitio honorario entre los de su facultad para reunirse a bromear o solo a hacer sus trabajos.

Pero, ¿por qué estaba ahí? ¿Qué hacía ahí?

Una taza entró su rango de visión.
Seokjin acababa de dejarle una taza humeante de algún tipo de café con espuma hasta arriba, junto con un muffin de chocolate.

Se sentía casi como un soborno.

Y jeongguk sabe que sí es un soborno.

-Una hora más, y ambos nos vamos a ésa fiesta que te dije.- Dice, alejándose de la mesa.

y debería sentirse emocionado, debería.

Sí, él estaba ahí porque su hyung planeaba arrastarlo a esas discotecas de colores fluorescentes, bebidas exóticas que te hacen perder el conocimiento, gente restregandose en la pista de baile, y mucho, mucho ruido.
No estaba del todo de acuerdo. Pero Seokjin era como su hermano mayor, aquel que buscaba su bienestar por cielo y tierra. Y sabía que las intenciones de su mayor eran buenas (de cierta forma, claro. No es como que fuera del todo bueno llevarlo a beber) así que, en contra de toda expectativa, aceptó.

Es decir, ¿Qué le haría una noche de intoxicación leve? no venía mal una vez cada cuaresma, sumando el hecho de que, en tu cabeza, tus ideas no consiguen reposo, y el malestar te persigue tras cada palabra, cada acto, cada paso.

No, no sonaba mal olvidar por una noche.

¿que debía olvidar?

ah, estaba tan claro como el agua.

quería borrar ése recuerdo.

¿No les ha pasado que sienten que viven un cuento de hadas, precioso, en donde todo se ve tan perfecto que terminas en un leve estado de paranoia?

Nada es tan hermoso.

Sep, señoras y señores, a jeongguk lo engañaron. Pero, no, no de la forma que ustedes piensan.

jeongguk era el cacho.

sip, todo este tiempo, gguk pensaba y asumía que tenía una fantástica relación con Kim Yugyeom. Eran tal para cual; tímidos, discretos, risueños, con ideales y metas que rayaba a ser las mismas, con gustos y disgutos similares, soñadores, apasionados, juguetones, bromistas...
Lamentable fue cuando, una mañana, jungkook atendió una llamada del celular de yugyeom, mientras él estaba en el baño. El numero estaba guardado como "Doble B"

-¿hola?

《...¿Quien habla?》

-oh, lo siento, soy el novio de yugyeom, jeon jeongguk. En este momento se está bañando, ¿le quiere dejar un recado?

《...Jaja, ¿es una broma, verdad? 》

gguk se quedó en shock por un momento.

-...¿Broma?

《Yo soy el novio de yugyeom. Soy  Kunpimook Bhuwakul《

tal vez fue un poco fuerte colgarle al tal Kumpinoseque, y tal vez fue un poco fuerte clavarle un derechazo a yugyeom cuando salió del baño, y tal vez, solo tal vez, fue un poco fuerte ponerse a llorar.