Cap único

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El ambiente era tranquilo y silencioso, interrumpido por los zumbidos de las máquinas y las calmadas conversaciones que mantenían los tatuadores con sus clientes, Jungkook aspiró el aroma a tinta y desinfectante ya conocidos para él, podría pasar el día sentado ahí disfrutando de la paz del lugar.

Aquella tienda de tatuajes no era la típica, donde predominaban el fuerte olor a tabaco y hombres que si te atrevías a verlos dos veces te dejaban noqueado en el suelo. No, "Mono's Ink" era distinto, de apariencia elegante, empleados con carácter pero amables y un dueño que mantenía el buen orden. Jungkook no podría haberse sentido más feliz de encontrar un sitio así después de ir a varios entes, además que el talento que poseían cada uno de los tatuadores residentes era inmenso.

Había llegado al menos 20 minutos antes a su cita, acostumbraba a hacerlo y a todos les agradaba la presencia de Jungkook, a su lado, Yoongi se mantenía usando su celular, quizá programando sus siguientes trabajos, aquel día su pálido amigo decidió acompañarlo para hacer hora, tenía que ir a tomar fotos a una fiesta cerca del local. Por eso se había vestido tan bien, pantalón y camisa negra y una chaqueta azul. Ningún tatuaje a la vista.

Por otro lado jungkook vestía un jean oscuro, polera negra y sus inseparables timberlands, casual, sencillo y cómodo, no era extremadamente adepto a la moda, de hecho, ninguno de los dos lo era, pero había ocasiones en donde debían tomarse el tiem...

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Por otro lado jungkook vestía un jean oscuro, polera negra y sus inseparables timberlands, casual, sencillo y cómodo, no era extremadamente adepto a la moda, de hecho, ninguno de los dos lo era, pero había ocasiones en donde debían tomarse el tiempo para arreglarse. Gracias a todo lo bueno, ese día no le tocó a él. Yoongi había maldecido cuando tomó aquel pedido, las fiestas para adolescentes estúpidos no eran los suyo.

-Oh vaya- escuchó la voz de Yoongi.

Jungkook levantó la vista para ver qué pasaba, topándose con el pálido chico viendo hacia la entrada, alzó la ceja y volteó.

Oh vaya.

En la entrada se hallaban dos chicos, tal vez de su misma edad, el más alto de ambos tania cabello naranja y vestía pantalones negros ceñidos, camisa negra y una chaqueta con un raro diseño, pero que no dejaba de ser sofisticado y bonito, a simple vista podría jurar que era un persona muy alegre, si acaso la enorme sonrisa en su rostro no lo delataba.

Sin embargo, lo que llamó la atención de Jungkook fue el joven que lo acompañaba.

Completamente distinto a sí mismo, aquel muchacho tenía cabello rosa, labios abultados, piel blanca -nunca tanto como la de su amigo- ojos pequeños, juraría que media lo mismo que Yoongi, su vestimenta, a diferencia del otro chico era más casual, simples jeans y un suéter color crema. Tenía apariencia delicada, pero no por eso dejaba de verse masculino.

Jungkook no se percató que tanto lo había detallado hasta que se dio cuenta de los aretes que llevaba y los tatuajes que el suéter no llegaba a tapar.

Our Tattoos O.S *KookMin*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora