Capítulo 5: Sonrojos

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Vio a Oliver; aquel chico con el que había perdido la virginidad, la aquel que le había robado el corazón y aún no se lo que quería devolver, aquel que lo había traicionado engañándolo con su mejor amigo y ahora enemigo Sebastian Cortez.

Se encontraba en entrada de la fiesta hablando con otros colegas y sin mirarle pero con una mirada atenta, como buscando a alguien.

Objetivo número uno Rubén en ese momento era salir desapercibido de ese lugar pero antes de lograrlo Oliver giró para mirarle a los ojos los cuales ya se estaban llenando de lágrimas prófugas de la cárcel de sus orbes verdes.

Sin poder sostener la mirada por mas tiempo, termina optando por escapar corriendo como si su vida dependiera de ello, sin mirar atrás, con los ojos cerrados  y que deseando que dejaran de caer gotas saladas de su cara.

Pero Miguel lo vio, y le siguió sabiendo que allí necesitaría a alguien aunque lo niegue. Pero necesita alguien que lo comprenda y el quería ser ese alguien pero primero tenía que lograr que le revelar la razón de su llanto. Lo mas probable es que el también halla pasado por esa situación si es la que Miguel cree que es Amor...

Rubén ya vio que estaba muy lejos. Cansado se sentó un una colina que había detrás de aquella mansión al frente de un  gran y hermoso árbol de sakura para llorar recordando con solo la imagen de su rostro los momentos bueno y malos que vivieron juntos, llegando a su recuerdo mas horrible. Su traición.

Rubén: -Mangel que haces aquí ¡Vete¡. ¡Quiero estar solo!.- Grita antes de que el morocho lograra acercarse lo suficiente como si lo hubiera percibido.

Miguel: -Solo quiero ayudarte, es mi deber que tu estés bien, además no me gusta verte así. Ya viendo eso dos veces definitivamente no me gusta.-Dice Miguel en un tono suave, tranquilo pero muy comprensivo. Finalizando con la distancia y el recorrido que Rubén había pausado para tomar asiento a su lado.

Rubén: -Jejeje, y en que me vas a ayudar ¿¡Eh!?. Si tu no sabes nada ¿¡Eh!?. ¡Dime!.-Sin mirarle por esconder su rostro lleno de lágrimas en su regazo grita de nuevo aún sabiendo que Miguel estaba a unos centímetros de él con la voz cortada.

Miguel: -¡Pero quiero entender!. ¡Quiero saber! No quiero dejarte solo en esto por favor deja que te ayude ¿Si?.- Miguel sin saber de donde había saludo eso solo lo soltó sobre saltándose un poco por haber alzado la voz mas de lo los que acostumbraba.

Rubén alzó la vista precipitadamente para ver la expresión del rostro de Miguel, solo para asegurarse de que no era una broma confirmando al ver en su rostro sólo seriedad y suplica en sus ojos.

Rubén: -Mangel...-Susurra solo audible para ellos y luego se refugia en el pecho de pelinegro descargando todo lo que llevaba reprimido en su corazón desde hacia mucho tiempo de nuevo "Solo con el". Tratando de ocultar su sonrojo se esconde en el hombro de su compañero.

"Nadie se había preocupado tanto por mi, ni se había molestado en tratar de entenderme solo..." se detuvo cando trato de recodar ese nombre "Que chico más raro y lindo..." terminó de pensar para responder.

Miguel: -Yo siempre estaré allí Rubén, recuerda eso.- Termino diciendo al ver que su amigo no paraba de llorar en su hombre para consolarlo. "Pero que me pasa que estoy muy cursi hoy" llega fugaz el pensamiento a su cabeza pero lo retira rápido antes de que le taladrara la cabeza.

Rubén sintió su cara arder. Y decidió esconderse mas profundo en su soporte sin tener intención de levantar la cabeza  para no dejar que Miguel vea su cara y por que le gustaba estar así. "Que reconfortante".

Miguel: -Creo que deberíamos regresar ¿No? Porque se les va hacer raro que el hijo del traficante más poderoso no aparezca.-Dice tranquilo sin  querer perturbar a Rubén pero este ni se inmuta.-¿O quizá quieras quedarte aquí conmigo?.-Dijo con una pequeña insinuación para ver su repuesta.

Este hombre si sabe como se sonroja a Rubén, ya lo tenía de nuevo como un tomate en su hombro escondiéndose de los ojos de Miguel.

Rubén: -No. Mejor vamos que de pronto sospechan de nuestra "relación" y por lo menos yo no quiero que te despidan.-Suelta una risilla sencilla alzando la cabeza tranquilamente para pararse.

"Que lindo se ve Rubén..." aparece otro intruso en su mente y eliminarlo fue mas difícil al ver como Rubén estiraba sus manos hacia el para ayudarlo a levantarse, las tomo un poco tímido pero fuerte.

Ya de pie y limpios después de sacudirse se dirigieron a la fiesta sin decir nada, ya que el silencio era cómodo. Miguel no cumplió su objetivo pero ya habría mas tarde la oportunidad para hablar y por el momento los dos solo necesitaban silencio.

(...)

Llegando al lugar, lo primero que vieron fue a el Dr. Samuel de Luque junto a su hijo Ismael Prego de Luque, prácticamente esperándolos.

Samuel: -Te he estado esperando Rubén Doblas, Te presentaré a tu prometido. Mi hijo, Ismael.

Un Amor ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora