Un Muerto Entre Los Vivos...

Un verano soleado de 1972

Mientras salia de hablar con la editora, el amable taxista me esperaba,
-¿Entonces que pasara?, pregunte yo con emocion falsa
-ven mañana a esta hora, respondio ella.
La S.r Marrufo era una mujer ya adentrada en años, con lentes de contactos y el cordon que colgaba de estos le llegaba casi hasta donde termina el cuello, nose porque esa mania
Fui con esta para hablar sobre un proyecto que tengo escrito, dos amigos completamente distintos, pero que tienen una amistad tan grande, con la que pueden superar cualquier obstaculo, hasta ese entonces no era cliche el concepto, un poco descarada la vieja, me dijo que hablaria con sus superiores, pero mierda, el echo de tener 22 años no me hace ser un estupido como para no saber que ella es la superior
Casi sabiendo que le diria que no a la historia, me arme de valor, abri la puerta de cristal de la editorial y le dije.
-vamos, no tiene que ser tan falsa señora.
Se que fue una reaccion un poco ridicula de mi parte
Pero ella en el trayecto del cuarto de entrevista a la salida me venia tocando la espalda y tallandome como queriendo decir que le vale un cacahuate mi proyecto
Ella se quedo exanime, creo que a una mujer de su "porte" nadie le habia hablado asi, sali pues del edificio solo para ver el trafico casi descarado, senti el calor solar como cuando alguien te enciende un ventilador en la cara, entre al taxi y el conductor se dio cuenta que estaba molesto. Entonces el me dijo
"Los sueños no suelen cumplirse"