Te comportas de acuerdo
Con lo que te dicta, cada momento
Y esta inconstancia, no es algo heroico
Es más bien algo enfermo
No quiero soñar mil veces las mismas cosas
Ni contemplarlas sabiamente
Quiero que me trates suavemente***
No sabía qué había pasado esta vez, pero sabía que había cabreado a Agoney por la forma violenta en que se clavaba en él. Raoul estaba aplastado contra la pared, sintiendo los jadeos del canario en su nuca, mientras él intentaba arañar la pared sucia del callejón en un intento desesperado de liberar el placer y la tensión que le generaba el moreno en cada embestida.
Antes de darse cuenta, Agoney estaba masturbándolo con rapidez y precisión para que se corriera con él y Raoul no tuvo otra opción más que deshacerse ante su experto toque, gimiendo su nombre entrecortadamente mientras la cabeza le daba vueltas y sentía como le flojeaban las piernas y su amigo lo sostenía para que no cayera.
—Jo-der...-Jadea sin aire el Rubio, deslizándose contra la pared, una vez que Agoney lo ha soltado y también se ha dejado caer, ambos con la ropa hecha un desastre y ni que decir sobre su respiración y su ritmo cardíaco que estaban por las nubes. Si cerraba los ojos, Raoul aún podía ver luces de colores.
—Te ves precioso recién follado...incluso en un callejón con basura. –Responde con una sonrisa lasciva en sus labios, antes de despeinarlo un poco y ponerse de pie, metiendo su polla de nuevo entre sus pantalones y acomodándoselos antes de tenderle la mano a su amigo catalán.- Vamos, que mañana hay práctica de piano.
Raoul se sonroja con el cumplido de su amigo, pero la falta de luces le ayuda a disimularlo mientras toma su mano y se pone de pie, intentando adecentarse todo lo posible considerando la situación.
—Sí, y Laura es muy maja con nosotros y todo pero no le hará puta gracia si llegamos tarde por la resaca y los polvos. –Comenta con una sonrisa, mientras comienzan a caminar fuera del callejón lateral del bar al que fueron esa noche a pasar el rato.
Caminan juntos, en silencio hasta el apartamento que comparten desde segundo año cuando ya eran lo suficientemente amigos como para decidir que el otro no los asesinaría mientras dormían o peor, que el otro no dejaría hecho un tiradero la casa –Según Agoney, Raoul debería ordenar sus prioridades- así que vivían en un pequeño pero acogedor apartamento cerca del campus.
En ese momento Raoul no recordaba muy bien como había empezado todo... bueno, la verdad es que después de ese polvazo recordaba pocas cosas, pero sus pensamientos se deshicieron al percibir que su amigo aún seguía cabreado por algo que él no llegaba a descifrar.
—Ago... ¿Qué sucede? –Pregunta cuando entran en la casa, aún con las llaves en la mano.-
—Que me jode que aún no me sale de corrido toda la melodía que tengo que hacer con el piano, eso pasa. –Le dice con una sonrisa arrebatadora, aunque esa sonrisa no le llegaba a los ojos.- Buenas noches, pollito.
Con esa frase y una dramática media vuelta, Agoney Hernández abandona la habitación, dejando a un Raoul muy confundido, pero el alcohol, las endorfinas y el cansancio de bailar, lo único que le permiten es llegar a la cama y desplomarse para caer en un dormir pesado y sin sueños.
***
Sale de una de las clases que no comparte con su mejor amigo, y va buscarlo al comedor, donde sabe que lo está esperando para almorzar juntos y se lo encuentra desplegando todos sus encantos con el grupo de intercambio recién llegado y Raoul no puede más que poner los ojos en blanco.
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404 Error -Friendship not found
RomanceNada mejor que ser amigos, muy buenos amigos ¿Verdad?