Hechizo roto

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Como siempre era todo bonito, casi un hechizo de princesa vivir junto a Ethan, pero como todo hechizo tenía una fecha de caducidad... Los problemas llegaron cuando sentía que por las noches era una pasión exagerada... Justo ese día en cuando toda mujer esta sensible y no quiere ser tocada...Le quise explicar:

-Ethan... yo no...

-Pero soy tu esposo, y tu mía

-Solo quiero hoy estar tranquila... Estoy en esos días...

-Ah.... Me soltó bruscamente los brazos

Esto también pasó cuando tuve un día largo de jornada, estaba muy cansada, pero a él le indignaba esto... Sentí algo mal en Ethan... Pronto dejó esa costumbre de cada noche y dormíamos tranquilos, pensé que cambió de parecer.

Una semana después, en el trabajo escuchaba muchos murmureos cuando daba la vuelta, no les daba importancia. Hasta que una amiga del servició se atrevió a decirme...

-Annie, esto es muy duro para mi contártelo, pero cada vez que te vas a reunir con la jefa de enfermería sucede esto... Aún no entendía, que sucedía... -Dímelo sin rodeos, abrí los ojos.

-Annie, extrañamente cuando te reúnes con la jefa, el Dr. Wood se encierra en el hall de médicos y media hora después sale precavido y cuidadoso...-¿Y que con eso?, dije con voz despreocupada... Lo que pasa es que la nueva técnica de enfermería se desaparece por esas horas, y se nota que su uniforme esta jaloneado y arrugado... Así que sospechamos...-¿Sospechamos?...-Sí todos los del servicio lo creen...- Que ellos dos tienen algo, que el Dr. Es infi...

Me levante de un salto, no le dije nada... y me retiré al baño, a lavarme la cara, quería sacar esas palabras que estaban en mi cabeza... Traté de recuperar la compostura y salí como si hubiera escuchado esas palabras, así término mi turno, con mi corazón movido.

...

En casa, hicimos lo usual por esos días: cenar, ver un poco de Tv tomando una copa de vino, tomar un baño e irnos a dormir. Pero toda la noche no dejaba de rondar esas palabras, que me habían dicho. No pude cerrar los ojos.

No sé por qué en ese tiempo no preguntaba nada... quizá por el miedo a alejarnos. Lo quería tanto que no creía que me pagara de esta manera. Pasó unos quince días para armarme de valor y averiguar qué es lo que pasaba...

...

Como dije era costumbre de cada turno terminado, conversar con mi jefa, pero ese día no pude hacerlo, porque ella tenía una reunión con los ejecutivos del hospital. Así que me disponía a cambiarme de ropas hacia el Hall, la manecilla no giraba estaba con seguro.

Le pedí al de limpieza que me diera una copia, con la razón que era urgente, que había dejado un documento importante, él me respondió: -Licenciada, no tengo la llave, el Dr. Wood siempre me la pide por estas horas... Mi corazón latía rápidamente, como si me hubieran dado una sobredosis de un medicamento... Le dije:-Ustedes tiene una llave maestra, la que puede abrir todo tipo de puertas ¿no es así?, le estiré la mano, y me lo dio.

Esperé que el de limpieza se retirara, contuve el aliento y abrí la puerta. Vi primero un retrato donde estaba la foto de Ethan y yo en un viaje a la montaña en la esquina de su escritorio, pero igualmente que Ethan estaba con el torso desnudo y la correa suelta del pantalón, y debajo de él, una chica... la técnica... también estaba sin blusa... No se dieron cuenta que abrí la puerta, pero pronto sabría que alguien los estaba observando...

Tiré la puerta para cerrarla, Ethan giró la cabeza, quedó asombrado, y se levantó fugazmente para acercarse a mí, sin embargo ella lo detuvo cogiéndolo del brazo... Abrió la boca:

-Se iba a enterar de todas formas...

Él se zafó y la tumbó al sofá. Se estaba acercando, cada paso hacia mí, me helaba la piel y la sangre, me cogió de la muñeca y dijo sin dudarlo:

-Es lo que tú provocaste al rechazarme, así que me metí con alguien de menor rango, para que te duela...

Yo me solté bruscamente de sus manos, era la primera vez que lo hacía y me asombraba que no me deje caer al suelo. Hable:

-Que lo aprovechen... nunca me veras caer...

Saqué mucho coraje para que no se me quebrara la voz. Salí del hall, también cerré la puerta con una fuerza brutal, Todos en el servicio se dieron cuenta que lo había descubierto.

Corrí la estación de taxis, pensé que me seguiría... no lo hizo o eso creí hasta que sentí que me agarraba por el brazo, su camisa un poco desaliñada por abotonarla con rapidez y me dijo un poco agitado:

-Espera, lo siento no quise decir eso...

-Pero lo dijiste- subí rápidamente a un taxi y me dirigí hacia casa.

Un amor del ayerWhere stories live. Discover now