Destrozada

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Llegué a casa, raudamente baje algunas ropas del closet, saqué otras cosas de la cómoda, y me pasé a un cuarto vacío que habitualmente lo usábamos para algún invitado colega que nos ayudaba a realizar, ya sea a Ethan o a mí, la investigación que cada tres meses se presentaba a manera de concurso. Cerré la puerta con llave, me desmoroné en el suelo cubriendo mi cara con la ropa para que no se escuchara los llantos de desesperación que emanaba... En ese tiempo no reaccionaba muy bien, ante irme de la casa y no aguantar la situación, quizás pensaba para no preocupar a mi familia y que él no se viera victorioso que me doliera...

La noche apareció, se escuchó la puerta principal cerrándose, estaba aquí. Yo subí el volumen de mi laptop para no ir sus pasos o lo que hacía en la casa, se dio cuenta que estaba en la habitación de invitado, se movió la manija, pero no se pudo abrir estaba con seguro, y escuchaba que decía mi nombre, al parecer la música no era suficiente así que me puse los audífonos a todo volumen .Solté de nuevo las lágrimas, mientras le escribía en un e-mail, a mi jefa que me cambiara de turno, no toleraba estar con esas personas, era un momento justo ya que era tiempo de rotación de turnos. A los cinco minutos de enviarle, me respondió con una afirmación. Decía: 'Mañana te espero por la tarde'

Me quede dormida sobre la cama y mi laptop, y siempre cada dos horas despertaba solo para llorar y no poder borrar de mi memoria esas imágenes.

...

A la mañana siguiente, muy temprano, tomé una ducha, preparé café en la cafetera y solté el seguro de la puerta, estaba colgando la ropa en el closet de la habitación. Se abrió la puerta, Ethan sostenía en el antebrazo su abrigo en el otro una taza de café. Me miró por unos segundos y apartó su mirada, me preguntó: ¿No vas al trabajo? ¿Dañó tu responsabilidad?

-¡Eso nunca!... Le respondí... Mi turno comienza en la tarde no me verás más, alégrate. Mientras lo decía, pensé: cómo, acaso no tiene sangre en la cara, hablarme así, como si no pasara nada, perdón, me equivoqué esas serán las últimas palabras que saldrán de sus labios.

Giré la cabeza para mirarlo, se levantaba la taza de café y me encogió los hombros, se retiró de mi vista para dejar la taza en la cocina, por mi parte cerré de nuevo la puerta con llave. Ethan después de cinco minutos ya no estaba en casa. Miré el reloj marcaban las 6:30 am.

Pasó una hora, estaba encerrada en casa y sentí que esa hora era un día, así que decidí hacer ejercicios a correr en el parque del frente, para matar el tiempo. Luego cocinar para comer e irme al trabajo, ceo que siempre sobraba un poco de comida, eso era para Ethan. Sobras.

Ya casi no nos veíamos, solo en la parada de taxis cuando yo entraba en uno y él salía del otro; nada más. Inclusive en las noches, yo me encerraba en la habitación de invitados, realizando mi trabajo de investigación ya que se acercaba el día del concurso y compraba mi cena en una cafetería de la esquina. También ya estaba tramitando mi divorcio y escogiendo un nuevo departamento.

Le llegaría muy pronto la citación para el día de la firma. 

Un amor del ayerWhere stories live. Discover now