Pasó tres días, para que llegara la citación a Ethan, y además de contarle a mi madre la situación del que vivía. Ella lo entendió bien, me dijo que en estos casos, era estupendo porque no tenía hijos con él. Llegué al departamento, Ethan me esperaba, al ver el papel, dijo: -Lo soportaste bien, ehh...
Estaba a punto de entrar en el cuarto, cuando él me puso contra la puerta me volteo para encontrarme con sus ojos, estaba muy cerca. – ¿Entonces qué pasará?
Le respondí: -Firmaremos el divorcio, esto se terminará y me mudaré.
-¿En dónde?... No le quise responder con la verdad así que le dije
-Tres cuadras más adelante, es el lugar más cerca que encontré para irme al hospital....
Lo cierto era que había conseguido un apartamento detrás del hospital, era un condominio nuevo, a buen precio y además muy cerca del trabajo, era una oportunidad que no me la podía perder.
Ethan me dejo ir a la Habitación, y como de costumbre cerré con seguro y me eché a dormir
El fin de semana estuvimos con el notario, firmamos el papel y salimos juntos. Cuando se cerró la puerta me preguntó: -¿Cuándo te mudarás?
-Esta semana, le dije y colocándome los lentes de sol, salí del lugar.
...
Pensó que el primer día de la semana, me mudaría, se equivocó, pregunto por qué no me estaba mudando, yo solo encogía mis hombros. La verdad era que estaba limpiando el lugar nuevo con mi prima que exclusivamente había venido de otra ciudad para ayudarme, y además había traslado la mayoría de mi ropa, lo había hecho en las horas que Ethan estaba de turno.
El segundo día, él pensó que era mentira sobre la mudanza y descarto que yo me fuera, en ese momento yo estaba acomodando detalles para mudarme al día siguiente. El tercer día cuando Ethan entra al departamento, no me encontró, claro y con ello dejé este aro collar que colgaba de mi cuello, sobre la mesa.
Daría hasta todo por ver la cara que puso, de desconcierto al no encontrarme. Se me escapaba una sonrisa, mientras estaba tumbada en mi sofá, de mi nuevo departamento.
Además con lo que ahorraba de taxi, me compré un carro de color azul. Lo usaba para llegar al trabajo, la razón era simple, no quería que Ethan supiera que había mentido en donde vivía y era la coartada perfecta para no ser descubierta y en poner en movimiento el carro.
Un día en el estacionamiento del hospital, como nunca no encontraba lugar y cuando ya me daba por vencida, encontré uno al lado de un auto blanco. Lo estacioné y salí raudamente, ya había perdido tiempo.
Cuando presioné el botón del ascensor del estacionamiento, noté que alguien bajaba, Ethan estaba allí. Me miró con asombro... -Vaya la princesa, se deja ver... ¿Un auto? Vaya te compraste uno. Siguió: También lo hice... es el blanco de allá.
Lo suponía... pensé.
Ethan salió del ascensor y yo entré para el servicio.
....
Pasaron los meses, viviendo sola en el departamento, hasta pensé en comprarme un perro, pero desistí porque requería cuidado. Yo siempre me contactaba por las noches, con la amiga de mi turno anterior, la que me abrió los ojos. Me dijo algo interesante.... –El Dr. Wood últimamente ha cambiado, parece extrañar algo, se aburrió de esa chica. Antes se mostraba risueño sin ninguna culpa con esa persona, como el cotidiano. Pero Ahora se muestra reacio, aburrido, cansado.... Tú me entiendes.
-¡Ja!... se aburrió de su vida loca. No me interesa si se aburre o no, estoy tranquila así.
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Un amor del ayer
RomanceEs una pérdida de tiempo tratar de entender como funciona el amor, porque ai hay algo verdaderamente cierto en esta materia, es que el romance surge cuando uno menos se lo espera y casi siempre llega de la manera que jamás habíamos imaginado. Supong...