Capítulo dos
Toda mi vida me ha gustado la filosofía.
Hasta ahora.
La profesora no lleva ni quince minutos en haber entrado al salón y ya la estoy odiando con todo mi ser.
Me ha criticado de pies a cabeza desde que surgió por la puerta hasta ahora que me tiene a su lado enseñando como mis piernas grandes y gruesas no van con la falda y mi camisa es muy escotada porque se ven un poco mi busto que de por si es algo voluminoso y como los zapatos no convinan con mi atuedo porque son crema.
¿Quién dijo que el crema no le va a todo?
Dejo salir un gran suspiro y me jorobo —Ven lo mal que está vestida y fuera de eso no tiene una posición recta—me enderezó y ruedo mis ojos. Mi mirada va al chico sentado en frente mío y alzo una ceja curiosa.
Ojos azules me observa divertido, sus ojos se encuentran con los míos y esa expresión de diversión es reemplazada por una de odio y repulsión.
¿Por qué los cambios de animo tan repentinamente?
—Y para acabar esta sorda—todos sonríen —Ve a sentarte gorda, ya estás lo suficiente humillada como para tener que lidiar más conmigo—¿qué? ¿Cómo me acabo de llamar?
¿No se supone que un profesor debe dar el ejemplo?
El profesor de química Aldo Cogley lo dio, ¿Por qué ella no?
Trago grueso y bajo mi cabeza. No llores, no llores y como si mi mente mandara ordenes distinta a mis ojos dejo caer una lágrima.
Paso al último puesto y coloco mi trasero en la silla finalmente. Surro mis ojos con las muñecas para quitar algún indicio de haber derramado una lágrima y saco mis cosas.
Profesora Delfina González, soy su Alpha y la próxima vez que insulte a mi mate usted será expulsada de la manada.
Pero que mierda.
Ya he escuchando esa voz antes y fue con Omar, ¿también está aquí?
Me estoy volviendo loca definitivamente.
Miro a la profesora quien traga grueso y asiente para proseguir a copiar en el tablero.
Junto mis cejas, ¿acaso tengo amigos imaginarios?
¿Tengo esquizofrenia?
Trendre una charla muy a mena con mis padres ahora que llegue a casa.
—Bien chicos, su primer trabajo será conocerse entre ustedes y que mejor manera que hacer una dinámica de presentación — inmediatamente todo el mundo protesta—si no quieren eso haremos la dinámica de decir algo con la letra final de la palabra que diga su compañero, levantense—hago caso a las palabras de la maestra —empezaremos por la fila a mi mano izquierda y terminaremos con la derecha, el juego comienza ya—y el niño de al frente dice una palabra y luego el otro y la otra hasta la niña al frente mío.
—Manada—ahora los ojos estan puestos en mí.
—Alpha—voltean a verme y reconozco cada par sobre mí cuerpo.
Esto es incómodo.
Hago un gesto para que continúen y las cosas siguen hasta la fila del chico odioso—Lamborghini —una chica al frente de él lo mira picara y este voltea a mi dirección.
—Irina—¿Qué? ¿Cómo ojos azules sabe mi nombre?
Sabes, no solo tú te llamas Irina.
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El Hijo Del Millonario ©
WerewolfYo tengo complejo de fea, soy enana con una piel blanca, cabello rubio, ojos verdes y lo último, pero no menos importante es que soy principalmente rellenita. En conclusión, una chica algo fuera de lo normal para los adolescentes de mi edad y a la v...