Teacher or Daddy (Hetalia x Lectora fanfic)

Megan

¡Hola! Hace mucho que no nos leemos. Disculpen el dibujo todo meco de paint :'v Aunque esta continuación será algo corta, espero que la disfruten.

Era las diez de la mañana en punto, hora de tomar clases con el profesor Kirkland. Como era de esperarse, (T/n) ya estaba en el salón desde hace unos minutos.

— Buenos días — dijo el profesor al entrar con tranquilidad al aula. Traía su portafolio debajo del brazo derecho y una taza de café en la mano izquierda. Tan sólo de entrar al salón se giró a ver el lugar de (T/n) y al cruzar miradas se sonrojó ligeramente. Rara la vez volteaba a ver a la clase cuando saludaba. (T/n) no había notado ese gesto, lo pasó totalmente desapercibido.

Mr. Kirkland se sentía cansado ese día en especial, y no por haber pasado la noche revisando todos los exámenes, sino porque las pocas horas que había podido dormir soñó con (T/n) y su sonrisa. Ya estoy muy viejo para estas cosas... Pensaba cada quince minutos que se obligaba a sí mismo a despertar.

— Hoy sólo daré las calificaciones de las evaluaciones y podrán retirarse — al escuchar eso, todos los alumnos se miraron entre sí, extrañados. Eso no era digno de Mr. Kirkland. Es más, nunca en su vida laboral había dicho aquello, pero se sentía tan cansado y agitado que era mejor descansar sólo por hoy. Suspiró —. Bien, empiezo: Smith-

— Buenos días — dijo suficientemente fuerte una chica entrando al aula.

(T/n) y varias chicas cambiaron instantáneamente su expresión.

Era Megan Wilson, la más odiada — amada por los chicos— de toda la universidad. Siempre llegaba tarde a clases o ni siquiera llegaba. Hoy estaba arreglada como de costumbre; traía su cabello rubio — largo y ondulado— suelto, con una diadema que parecía hecha de diamantes. Su rostro adornado con maquillaje caro y un par de lentes de sol originales. Todo en su vestimenta —demasiado reveladora— era de color rosa en diferentes tonos. Incluso su labial y uñas eran color rosa. Las zapatillas que usaba siempre eran largas para destacar de todas "las enanas" de su universidad.

— ¿Sabe qué hora es? — le dijo el profesor Kirkland algo molesto. Ya ni siquiera sabía por qué discutía con ella.

— Tranquilo, sólo llegué cinco minutos tarde, cejitas — le sonrió, levantándose los lentes para mirarlo a los ojos. Después de ver que Mr. Kirkland se resignara, caminó lentamente a su asiento.

— Hola (T/n) ¿Cómo está mi 'amiga favorita'? — dijo Megan picándole el hombro. Por dentro (T/n) maldecía porque el asiento detrás de ella estuviera desocupado.

— Señorita Wilson, guarde silencio — le regañó inmediatamente Mr. Kirkland.

— Sí, claro — le sonrió ladina para después recargarse en el asiento.

Mientras iba dando las calificaciones por orden de lista, (T/n) dibujaba para no estar tan tensa con Megan a sus espaldas. Esa chica nunca había soportado a (T/n) por ser la mejor de la clase y, a parte, por ser extranjera y tener unos rasgos tan 'detestables' según ella. Aunque bueno, a (T/n) no le importaba mucho mientras no se metiera más de lo debido con ella. Puesto que, nunca había pasado más allá de un comentario mordaz.

— Señorita (T/a), tiene una A — antes de que pudiera proseguir con las calificaciones, Megan abrió la boca.

— Profesor ¿No se supone que ella faltó el día de evaluación? ¿Por qué tengo entonces yo tengo B y ella una A? Yo estuve puntual aquí — a (T/n) le duró poco el gusto de escuchar su calificación. Megan sonrió triunfante al ver que Mr. Kirkland tardaba en responder.

— Si tiene dudas las resolveré al final de la clase— el rubio frunció sus espesas cejas y volteó de nuevo a su lista.

— Eso no es justo. No tiene consentidas ¿O sí, Mr. Kirkland?

— La reportaré si sigue interrumpiéndome, señorita Wilson.

Megan se quedó callada de mala gana. NADIE le ganaba a ella, ni siquiera los profesores ¿Qué pretendía esa 'mestiza'? ¿Ser más que ella? ¡Claro que no! ¡Era la reina de la escuela y nadie estaría por encima de ella! Miró a (T/n) con desprecio sin que se diera cuenta.

(T/n) se había sonrojado demasiado, pues hace unos segundos toda la clase tenía su mirada puesta en ellas dos y el profesor. En ese momento casi se prometió sobrecargar materias los siguientes semestres para terminar la carrera lo antes posible y no ver a esa despreciable persona nunca más.

Terminando de dar las calificaciones todos los alumnos se fueron. Sin embargo, Mr. Kirkland, le pidió a (T/n) que se quedara. Megan los miró de reojo mientras se iba y se prometió a sí misma, acabar con (T/n).

...Continuará...