One Shots - Peter Parker / Tom Holland / Andrew Garfield

#85. Tom Holland

Título: Me gustas tanto que no te dejaría nunca.

Edad: 21 años.

Advertencia: No.

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Mi amigo Haz me estaba rogando para que lo visitara a su casa, él y nuestro amigo Tom, habían venido unos días a Inglaterra antes de que ambos volvieran para hacer la gira promocional de Spider-man: Homecoming.

Yo había estado algo estresa porque pronto me iría de gira y estabamos arreglando los últimos toques. Cuando salí del auditorio donde arrancaría la gira, Haz ya me estaba esperando en su auto y sonriendo.

Harrison: Te dije que no te salvarias —me dijo divertido, rode los ojos y me abraze a misma por el frío que hacía—. Vamos, sube, solo sera un reunión tranquila de amigos —suspiré y subi al asiento del co-piloto—, y tal vez alguien que no te agrade —añidio cuando empezó a conducir—.

___________: ¿En serio vinieron con ella? —la miré algo molesta—. Sabes que ella me odia —hice una mueca—.

Harrison: Se lo dije a Tom, pero no quería ser mal educado —dijo un poco nervioso—. Quiere ser un buen amigo con Zendaya, aunque no es que tampoco me agrade mucho.

___________: Déjame en mi casa, Haz —lo miré suplicando, pero el negó con la cabeza—. Te odio, rubio oxigenado —él rió—.

Harrison: Me extrañaste, yo lo sé —negué divertida—. A mí y al tarado de Tom.

___________: Se nota que lo amas —él sonrió—.

Hablamos durante todo el camino de como fue las grabaciones y como yo estuve haciéndo mis conciertos y los nuevos que pronto habra.

Cuando por fin llegamos a la casa de Haz, vi las luces prendidas, dentro ya estaba Tom y su amiga Zendaya. Harrison abrió la puerta y me dejo entrar, dentro las risas se dejaron de oír y los dos nos miraron. Sonreí a Tom, que me regalaba una sonrisa radiante, que hace mucho no veía y necesitaba, por otro lado, Zendaya solo me miro y se giro.

Harrison: Recuerda que estas en tu casa —me susurro y sonreí asintiendo con la cabeza—.

La velada no era tan buena para mí; Tom y Harrison me hablaban sobre la película, aunque Zendaya era la que se robaba la atención, más de Tom, note que ambos se miraban mucho y algo dentro de se rompía. Harrison que estaba a mi lado lo notaba y me tomaba la mano disimuladamente.

Tanto Tom como Harrison estaba ya algo ebrios y empezaban a cantar las canciones que habían en sus celulares, en especiales las mías y eso me hacía sentir avergonzada; Zendaya sonreía más a la fuerza que nada.

Ya estaba pasando media noche y estos dos que de verdad ya estaba muy tomados, yo lo estaba tomando relajado, pero Zendaya se quería aprovechar de la situación y sin más beso a Tom, él le correspondió.

Me levante rápido de mi lugar, para que no notaran que estaba apunto de llorar, aunque esos dos ni notaron que me levante. En la cocina lágrimas empezaron a salir de mis ojos, lloraba en silencio. Escuche pasos rumbo aquí y las limpié rápido.

Harrison: ¿Estás bien? —sonreí, él estaba con las mejillas rojas por la borrachera—. Yo no te veo bien —sonrió vagamente y se acerco a mí—.

___________: Tú y Tom... Deberían de dejar de tomar e ir a dormir...

Harrison: No —hizo un puchero gracioso y se acerco más a mí, eso me estaba poniendo nerviosa—. ¿Por qué llorabas?

No pude responder a eso y mire al suelo. Sentí las manos de Harrison en mi mejillas, hizo que lo miraba y se estaba acercando a mí, yo estaba congelanda antes eso, pero la puerta principal se cerro de golpe y ambos nos separamos rápido.

___________: Sera mejor que me vaya —murmure, fui rumbo a la sala por mi abrigo y mi bolso—. Adios, Tom.

Él me miró, pero yo a él no.
Al pasar a su lado me tomo del brazo y lo mire, estaba igual que Harrison.

Tom: No te vayas —susurró y lo mire desconcertada, entonces me di cuenta que Zendaya no estaba—. Lamento besarte.

___________: Tom —tome su mano para que me soltará—, no me besaste, besaste a Zendaya —él me miró sorprendido—.

Tom: Claro que no —dijo seguro—, te bese a ti —se levanto—. Estoy seguro que no podría olvidar sus labios sobre los mios —sonrió y paso uno de sus dedos sobre mis labios mientras mi corazón latía a mil—.

___________: Tom... —susurre, pero él me callo poniendo su dedo en mis labios—. Tom —volvi a decir—.

Me miró y acerco sus labios a los mios, eran suaves y tenían sabor a cerveza. Me deje llevar, aún con mi corazón latiendo a mil y en mi estómago sintiendo cosas extrañas que antes no había sentido por nadie.

Aun besándonos, él me guió al sillón, quedando yo encima de él. Me abrazo por la cintura intentando alzar mi blusa, cuando oí un ruido que me trajo a la realidad, lo miré y me levante, el sonido venía de la cocina. Harrison.

Fuí corriendo rumbo a la cocina y encontré dos vasos de vidrios rotos en el suelo y a Harrison vomitando en el lavabo.

Harrison: Estoy bien —me miró, pero volvió a poner su cara en el lavabo vomitando—, o tal vez no.

Me acerque a él para ayudarlo.
Intente levantarlo, pero vaya que pesaba, entonces Tom llego y me ayudo.

Ambos lo llevamos a la planta de arriba con mucho esfuerzo, estába mucho más borracho que Tom. Cuando por fin lo dejamos en su cama empezó a roncar, intentaba hacer que mi respiración fuera normal, pero sentí unas manos en mi cintura.

Tom: Vamos al otro cuarto —dijo mientras me daba un beso en el cuello—.

___________: Tranquilo, vaquero —hice que me soltara y gire a verlo—. Estás borracho —hizo un puchero—. No hare nada contigo estando así —él sonrió—.

Tom: Entonces si quieres —rió y yo sentí mis mejillas calientes—. Lo sabía.

___________: Solo ve a dormir —le di un pequeño empujon, pero empezó a tambalear—. Claro, tú también estas borracho, vamos —puse una mano en su cintura y él en mis hombros—.

Ambos empezamos a caminar al otro cuarto, en realidad lo estaba arrastrando un poco, se estaba quedando dormido. Cuando por fin lo deje en la cama, él no me soltó.

Tom: Duerme conmigo —dijo en voz ronca, yo lo miré con una ceja alzada—. Solo dormir.

Suspiré, no tenía de otra ya que no me soltaba de la cintura y el maldito tenía más fuerza que yo.
Así que ambos nos acomodamos bien, y antes de que Tom se durmiera se acerco a mi oido y susurró: me gustas tanto que no te dejaría nunca.