Pirata a la fuerza [Kidx(Personaje)]

Capítulo 12: No se juega con Eustass Kid

-Kid, ¿qué es lo que te pasa?-Tama se acerca al pirata, acariciándole la mano para que abra el puño puesto que provocará que la herida vuelva a sangrar si sigue apretándolo de ese modo.-¿Qué te hizo ese tal Francisco?
La joven consigue calmar lentamente al pelirrojo y que suelte la tensión de su puño. Entonces, Kid la mira pero en seguida aparta los ojos para evitar que se encuentren con los sinceramente preocupados de la chica. En este momento le está recordando tanto a ella...
-Me lo arrebató todo.
Tama no es capaz de disimular su asombro, que rápidamente se mezcla con una todavía más fuerte preocupación.
Se pone en pie a continuación, para luego sentarse encima de los muslos del pelirrojo y hacer que la mire. Entonces, una vez tiene toda su atención, es ella por primera vez quien besa a Kid. A pesar de sorprenderse de que Tama tome la iniciativa, Kid corresponde al beso mientras rodea la cintura de la chica con los brazos y la empuja levemente contra él para hundir más el contacto.
Además de seguirle el beso, jugueteando con sus lenguas, Kid se beneficia de la situación para deslizar sus manos bajo el vestido de Tama y apretar sus nalgas. Mentiría si negara que no se moría de ganas por hacerlo.
Sin embargo, Tama le pone fin al beso y le aparta las manos agarrando sus muñecas para mirarlo con el ceño fruncido. Kid le sonríe torcido y le dice, socarrón:
-¿De verdad creías que no iba a aprovechar la oportunidad?
-¡Eres un...!
Tama deja la frase a medias cuando nota que su mano derecha está tocando algo abultado. Su rostro se tiñe del color del pelo del capitán que la acompaña al ver que lo que está tocando sobresale en el pantalón de Kid. ¡El pirata en algún momento liberó su muñeca y llevó la mano de Tama hasta su entrepierna! Tama intenta quitar la mano, pero al contrario que ella, el pelirrojo se lo impide gustoso de que lo esté tocando, aunque desgraciadamente solo sea por encima del pantalón...
-Admite que tú también tenías ganas de tocarme...-le susurra al oído con un tono sensual el pirata.
Tama vuelve a intentar liberar su mano, pero claramente la fuerza del pelirrojo es bastante superior a la suya. Como consecuencia, consigue que el pelirrojo le haga palpar todo lo que tiene (que no es poco...).
-K-Kid... Pa-para ya...-le pide, roja de vergüenza, ella.-E-el camarero entrará en cualquier momento...-intenta convencerlo.
Pero en la mente del pirata se han formado otros planes...
Kid, aprovechando que Tama ya le ha soltado la otra muñeca, desliza su mano subiendo mediante lentas caricias por el muslo de la chica hasta dar con su zona más intima, palpándola por encima de la ropa interior. Ella en seguida le aparta el rostro e intenta levantarse, pero es inútil, el capitán no tiene en su mente la idea de acortar distancias ahora mismo. Cuando Kid nota lo caliente que está la zona de la chica, sonríe con lascivia y le comenta, para molestarla y avergonzarla aún más:
-Estás empapada, Tama...
Tama hunde la cabeza contra el pecho de Kid para que no vea como ha evolucionado el color de su cara a tomate cherry y suelta un pequeño quejido que quiere parecer enfado pero no se puede tomar como tal, dada la situación.
-Basta, Kid...-le pide, temiendo que en cualquier momento la puerta del almacén se abra y el camarero los encuentre de ese modo.
El pirata no puede evitar sonreír retorcido y lujurioso disfrutando de las reacciones de la chica; pero, viendo lo preocupada que está porque sean descubiertos, razona y se da cuenta de que no es buena idea seguir si va a estar así de nerviosa.
Le suelta la mano, ella la aparta en seguida y se levanta, apartándose cortamente de Kid. El pirata mira lo roja que está y se da cuenta de que incluso respira acelerada, nerviosa. No puede evitar sonreír mientras alza una ceja (de esas que no se le notan) y la mira con una cara en la que Tama puede leer claramente su pensamiento de "vaya, vaya, ¿solo con eso te pones así?".
-Voy a pedir una orden de alejamiento contra ti...-murmura, aún tratando de calmarse, la joven.
Kid ríe sarcástico, se pone de pie y, acercándose a ella de nuevo, le recuerda:
-¿En serio crees que la cumpliría? Soy un pirata, por mucho que se empeñen en separarme de ti, te secuestraría.
Tama, por alguna razón, encuentra esas palabras muy dulces, y apoya la frente contra el pecho de Kid, soltando un pequeño suspiro. Por su parte, Kid con ternura la abraza ante este acto.
-No creas que esto va a quedarse así-le advierte de todos modos el pirata.
-Puedo decir lo mismo-le responde Tama, aunque ella trata de usar un tono vengativo, que no resulta muy creíble.