cαpítulσ 3

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-No te va a escribir.-Le dice Nerea por teléfono al día siguiente.

-Me lo imagino.

-Pero tienes algo pensado.

-Claro, planes completamente elaborados. ¿No pensarías que esto acababa aquí?

-No esperaba menos que un plan perfecto, viniéndo de ti.

Agoney asiente, aún sabiendo que su amiga no puede verle al otro lado de la línea. Tiene prácticamente todas las variables de cada situación planeadas, para llevar todo por el camino que quiere que vaya y conseguir demostrar que Raoul no es hetero. Y, de paso, follársele si cuadra.

Pero sabe que todavía con eso hay posibilidades de que se vaya todo a la mierda en un momento, porque ese chico es distinto. El canario no sabría decir por qué o en qué es distinto, solo sabe que lo es.

No vuelven a verse todos juntos hasta que Nerea y Aitana celebran una especie de fiesta de inauguración de su apartamento, y vuelven a juntarse, todos los que estaban ese día en la discoteca.

-Más les vale que la fiesta sea buena.-Se queja Agoney, cargando a ratos con la Playstation 4 de Ricky, que llevan andando a casa de sus amigas para jugar un rato.

-Bueno, está Raoul. Para ti debería ser suficiente.

-Estás un poco tonto hoy, ¿no?

Ricky sonríe, encantado de molestarle y picarle como suelen hacer los dos, aunque en el fondo tiene miedo a que el menor cumpla algún día la amenaza que siempre le hace y, el día que el mallorquín menos lo espere, no le deje entrar a casa y se tenga que quedar durmiendo en el portal, porque la casa sigue siendo de Agoney.

Y entre risas y bromas llegan a casa de las catalanas. Cuando suben ya están todos allí, menos dos chicas, a las que ellos no conocen, y que Aitana les dice que están al llegar. Les enseñan la casa rápidamente, por que ya tendrán tiempo de ir un montón de veces, y sacan patatas, palomitas, aceitunas y más comida basura, que al final es lo importante en la inauguración de una casa, mientras esperan a las chicas que, al parecer, son pareja.

Cuando las dos chicas llegan, lo primero en lo que se fija Agoney es en lo diferentes que parecen. Una es granadina, rubia e inquieta, llamada Miriam, aunque todos la llamen Mimi para no confundirla con la otra Miriam, y la otra es canaria, morena y más pausada, llamada Ana.

-Y ellos son Ricky y Agoney.-Acaba las presentaciones Aitana.

Ana les sonríe desde donde estña y les saluda con la mano, pero Mimi corre hacia ellos a darles dos besos y un abrazo a cada uno, como si les conociese de toda la vida, y eso a ls chicos, aunque al principio les choque, les agrada mucho.

-Uy, maricones.-Dice Mimi.

-¿Qué?-Se ríe el canario ante el comentario.

-Nada, nada, que siempre me quejo de que no hay gays en este grupo.-Se acerc más al canario y añade, susurrándole y señalando a Raoul con la cabeza.-O al menos no hay gays que quieran aceptarlo.

-¿Qué dices de mí?-Grita el rubio a lo lejos.

-Nada.-Sigue hablando la granadina rápidamente, sonriendo hacia su amigo.

Raoul y Mimi cruzan una mirada intensa y se mantienen la mirada, pareciendo casi enfadados, hasta que ambos ríen. Son muy buenos amigos, y la rubia ha ayudado mucho al chico, aunque a este le cueste mucho aceptarlo y aunque esta sepa que aún le queda mucho trabajo por delante.

-A ver, espera.-Se ríe Luis desde una esquina, apartado.

Todos se giran a mirarle, y Miriam pone los ojos en blanco. "A ver que dice el imbécil este ahora..." Piensa ella.

вαиg вαиg. ѕнσт мє ∂σωи [#Ragoney]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora