No crean todo lo que ven o leen en las novelas.
Eso de compartir la misma cama con alguien más, no es del todo mágico ¡eh!. Como TODO en este mundo, también tiene sus lados malos. Ustedes dispensen, pero alguien se los tiene que decir.
Por ejemplo, justo ahora no siento mi brazo derecho, mi pie izquierdo amaneció colgando del colchón al igual que parte de mi escaso trasero. Eso sin contar que estoy muriendo de frío.
Lo bueno...
La mujer que se roba cada uno de mis pensamientos desde hace un tiempo atrás, es lo primero que veo al despertar, y también lo último que tengo frente a mí antes de dormir.
A diferencia mía, Jimena parece estar muy cómoda, extendida a sus anchas casi sobre mí y bien arropada con todas las sábanas. No importa qué tan grande sea el colchón, dice que es más cómodo mi lado de la cama, por no decir que es más cómodo dormir sobre mí.
Saben qué, mejor olviden lo que dije al principio.
Cuando estás enamorado, las imperfecciones siempre van a ser perfectas, SIEMPRE.
Me causa gracia ver su cabello esparcido y parte de él cubriendo su cara, está igual o más revuelto que las series de luces de navidad después de estar guardadas por un año.
Ya ha pasado casi un mes desde que vivimos juntos, estamos adaptándonos al cambio. Sepan que no es tan fácil cambiar la rutina o el estilo de vida que llevamos de "solteros" a cuando ya somos una pareja viviendo bajo el mismo techo. Aún más cuando se supone que eres el que lleva las riendas del hogar, digo se "supone", porque hoy en día es común que las responsabilidades sean compartidas.
Salgo de la cama con mucho cuidado para no despertarla, en un rato debe sonar el despertador y tengo que darme prisa para ocupar el baño antes que ella. Hoy es mi turno de preparar el desayuno.
Cuando estoy terminando de vestirme, escucho cajones abrirse y cerrarse. Jimena seguro debe andar corriendo. Aunque todavía es temprano, a ella le gusta llegar con tiempo a la empresa.
Al asomarme a la habitación, me quedo clavado un momento en mi lugar. Jimena tiene entre sus manos el álbum vergonzoso aquel que guardé de mamá, lo había olvidado por completo.
Estoy a punto de sufrir un paro respiratorio al imaginar la vergüenza que voy a sufrir, casi puedo escuchar mi corazón bombear con fuerza. Antes de desfallecer por completo, ella mira por unos segundos la portada y lo vuelve a dejar dentro del cajón para después tomar una liga para el cabello.
¡Uf! Ya puedo volver a respirar.
Esas fotos tienen que desaparecer pronto, ahora sí._No te escuché_ dice al levantar el rostro y enfocarme _¿Pedro... estás bien?_ se levanta tan rápido, que apenas me doy cuenta, ya la tengo frente a mí escaneando mi cara con los ojos bien abiertos.
_Si... yo..._ balbuceo y sonrío lo más natural que puedo _No te preocupes, es que..._ desvío la mirada hacia el cajón y ella hace lo mismo siguiendo la dirección de mis ojos.
_Perdón_ dice dejando un beso rápido sobre mis labios _No quise ser una intrusa, no vi nada, lo prometo_ sus mejillas se pintan enseguida y su expresión es la de una niña a la que acaban de sorprender haciendo alguna travesura.
Le sonrío, la tomo por la cintura y la beso.
_Jimena_ hablo sobre sus labios _No te disculpes_ vuelvo a besarla _Ésta es tu casa y puedes tomar lo que quieras_
_Es parte de tu privacidad y la respeto_ susurra, asiento restándole importancia, beso su frente y ella ríe apretando mi torso en un fuerte abrazo.
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Amor Desconocido
Hayran KurguCuenta una leyenda oriental que las personas destinadas a conocerse tienen un hilo rojo atado en sus dedos. No importa lo que tardes en conocer a esa persona, ni importa el tiempo que pases sin verla, ni siquiera importa si vives en la otra punta de...