24. And the reason is you

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Desperté al escuchar unos maullidos del cuarto. Gruñí, veces odiaba a ese gato tragón, probablemente ahora quería comer como siempre. Pero luego me miraba con sus lindos ojos verdes y volvía a amarlo.

Advertí unos brazos rodeándome, y un pecho pegado a mi espalda. De pronto todos los recuerdos de la noche anterior regresaron a mi cabeza. Sonreí al recordar la lluvia de sentimientos que había tenido.

Thomas había estado perfecto, como siempre.

«Y es tu novio» recordó una voz en mi cabeza. Haciendo que tuviera más ganas de besar los labios de mi rubio.

Cuando traté de darme la vuelta en la cama, noté una espantosa molestia en mi parte baja. Sin poder evitarlo, solté un quejido de dolor al moverme completamente, ahora teniendo una perfecta vista de mi británico. Sus hermosos cabellos rubios caían desordenados sobre su frente; los acaricié suavemente, tratando en vano de distraerme del horrible inconveniente.

—¿Dyl? —murmuró Thomas. Su voz sonaba ronca, como todas las mañanas—. ¿Todo bien?

—Me duele el culo —gruñí. Él abrió un ojo, haciéndolo ver tierno.

—Lo siento, bebé —me abrazó más fuerte y dejó un beso en mi frente. Noté que él no tenía parte de arriba—. La próxima vez dolerá menos —me pegó aún más a él, estando ahora frente a frente—. ¿Nos quedamos así todo el día?

Asentí con la cabeza emocionado, los días en los que estaba con Tom en la cama sin hacer nada en específico, eran los mejores.

—¿Nos bañamos juntos? —preguntó.

—No —dije bajito, evitando la mirada de mi amado, porque sabía que si lo miraba a los ojos y luego a su tierno puchero, terminaría cediendo a cualquier cosa—. Tú primero —señalé a la puerta del baño con un dedo—. Pero después de alimentar a Loki.

Seguía sin mirarlo, por lo que agarró mi mentón y me obligó a hacerlo. Jamás me sentía vulnerable cuando alguien me examinaba, ya que yo era mayormente el que lo hacía. Pero con Thomas todo era distinto, sentía que podía leerme fácilmente, contrario a lo que yo podía hacer con él.

—Cariño —dijo suavemente—, ¿todo bien?

Su perfecto acento interrumpió mis pensamientos, haciéndome reaccionar.

—Si, Tom —murmuré.

—Dyl...

—Amor, todo está bien —dije haciendo que cada palabra resaltara.

—Te quiero.

Reí y oculté mi cabeza en su pecho, aspirando el dulce aroma a chocolate con perfume—. Y yo a ti, Tommy. —Me separé de él, miré a mi alrededor y me di con la sorpresa de que las velas estaban apagadas—. ¿Cuándo?

—Yo las apagué —dijo suavemente—, también te puse algo de ropa.

Fruncí el ceño, ni si quiera había notado que estaba usando un pantalón y polo del británico. Thomas era realmente sigiloso.

«Probablemente tuvo que aprender a hacerlo después de despertar en un lugar distinto cada mañana» señaló una voz en mi cabeza, que silencié al instante.

Había recordado las palabras que Ki me había dicho hacia una semana, mencionándome el
pasado del que mi rubio novio nunca hablaba.

In my blood [Dylmas AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora