Prológo

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Estaba en mí habitación dándome los ultimos retoques pará la boda de mí madre. Estoy muy contenta por qué después de tanto tiempo encontró el amor una vez más, me siento feliz pero a la vez triste.

Siempre tuve las esperanzas que mí madre volviera con mí padre pero no pasará ya el amor se acabó entré ellos y yo me biné a dar cuenta a hora. Me ciego mí inmadurez y le di muchos dolores de cabeza por eso, pero ya e madurado y me e dado cuenta que las personas se merecen una segunda oportunidad y si mí madre me la dio por qué yo no a ella.
Se qué los hijos de Dylan no son chicos soportables pero lo haré por mí madre por su felicidad. Sí ella se preocupá por la mía por que ser egoísta uno tiene que simpre dar cambios en su vida por qué sí no, no tendrá sentido vivir lo mismo... pero se me hace tan difícil cambiar que me consume demasiado.

La boda de mí madre le dará un giró a mí vida por completó... la idea de vivir en Los Angeles me aterran y la idea de no tener amigos también. Dirán pero mejor que tú amiga es tú madre claro pero habeses las madres no entienden a sus hijos en algunos aspectos y necesitamos hablar con personas de nuestra edad que entiendan nuestro lenguaje.

Lo que quiero decir es que aún que le tengas confianza a tú madre hay ciertos temas que incomodan y uno intentá hablar con alguien distante el cuál no lo tengas que ver todo el tiempo. Qué te comprenda por qué al igual que tú es joven y tiene esa misma duda o ése mismo sentimiento que por alguna razón el consejo de su madre no consuele ya que ella viene de una época diferente a la de nostros; Qué pará sus tiempos las chic@s eran reservad@s, los chicos invitaban a las chicas a salir pidiéndole permiso al padre, las calles eran menos peligrosas, los centros comerciales eran mínimos, las preocupacíones eran de poca importancia, las redes sociales no existían, las mujeres tenían hijos a la edad de los 20- 30 años y los chicos se empeñaban por estudiar.

  No sé sí me entiendan pero pará mí es muy importante tener una amiga que está conectada a mí época, que muchas de las cosas pará ellas son normales. A hora tendré que vivir con tres hombres quiénes no son buena elección pará abrirse sentimentalmente, eso me aterra. Bueno volvindo al tema ya estaba lista tenía un hermoso vestido blanco dos dedos más arriba de mis rodillas, con un lazó bajó mis pechos color rosa pastel, ajustado hasta mí cintura y todo lo demás suerto, de mangillos y unas hermosas zapatillas haciéndome juego con el lazó rosa pastel. Traía de peinado una hermosa trenza estiló Elsa la de Frozen con una hermosa cinta color rosa patel de decoración.

Baje las escaleras lo más rápido que pude. Esperando de espaldas hacia mi Dylon quien trai in tipico traje de vestir negro con un tulipan blanco en el bolsillo de el saco. Al notar mi presencia se gira hacia mi con una sonrisa de dientes. Pero no to que esta incomodo pero por mas que quiera parecer normal se conmigo no logro ocultarlo.

—¡Apple!— exclama— Te vez preciosa.  ¡¿Lista para el gran día?!— pregunta nervioso examimando mi expresion. Le doy una sonrisa de dientes.
— Lista pero para que mentirte estoy super nerviosa— digo burlona no to como su semblante cambia se ve relajado.

— Antes que nos vayamos quiero que sepas que amo mucho a tu madre y espero llevarnos bien.  No intentare ser tu padre pero si tu amigo—

y me monte en el auto que estaba esperando por mi. Una vez el vehículo se puso en marcha yo me puse nerviosa tendré que dar un discurso y un brindis.

(...)

Estabamos ya en la fiesta mi madre estaba sentada en una gran mesa decorada con un mantel blanco con pequeños floreros con tulipanes blancos. Ella tenia su taza con Champan al igual que todos los adultos presente. Me levante y tome el microfono para dar el brindis.

—¡Buenas Tardes! Dama y caballeros, como ya saben y para los que no se acuerden o simplenente no me conoscan mi nombre es Apple Marshall soy la hija de Sharon. Hoy vengo a dar el brindis a esta hermosa pareja— dije energetica y con una gran sonrisa.— que encontraron el amor por segunda y ultima vez, por que se lo merecen, por que el destino asi lo quiso- mire a mi madre y a Dylon con suma dulzura- se que desde hoy mi vida dara un cambio el cual estoy decidida a dar solo por la felicidad de mi madre— en eso escuchamos un estruendo y vi que el perro de Cristian se logro sortar y destruyo una cuantas mesas al pasar por mi lado la cadena se me enredo a los pies y el perro me arrastro con el. Cristian logro tranquilizar al canino y yo solo me pare arregle mi vestido en ese momento el mesero paso con tazas de jugo de manazana tome una y lo unico que pude decir.

—Brindis para esta hermosa pareja— con Ana sonrisa sinica y alce mi taza.

Asi empieza mi historia....

DANCING IN THE MIRRORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora