Esperando Frente Al Mar (JiCheol)

Parte I

Jihoon tenía 17 años cuando se enamoró, provenía de una familia humilde con cuatro hermanos más, nunca congenió mucho con ellos, en realidad su propia familia lo aislaba

Ayudaba a su madre a entregar almuerzos a los viajeros que llevaban al puerto, había dejado la escuela cuando su padre murió hace dos años, no le gustaba así que fue un alivio para él no tener que ver más caras

Casi todos los forasteros eran hombres mayores, masizos, groseros pero no Daniel. Kang Daniel era un muchacho con doble nacionalidad, vivía en el extranjero pero su padre lo llevaba en sus viajes por el mundo, era un poco mayor que Jihoon y lucía una linda sonrisa

Jihoon la notó desde el primer encuentro, la primera vez que lo vio se paralizó por completo, sus piernas no le reaccionaban y su rostro sólo expresaba una sonrisa boba. Por suerte el chico también lo vio, acercándose a su lado para saludarlo con un apretón de mano gentilmente, Jihoon se puso tan nervioso que  botó el resto de almuerzos que cargaba, se ganó un tremendo reto y una sunda de parte de su madre pero había valido la pena

Al día siguiente su corazón se sacudía en su interior al notar que los forasteros seguían allí y con ellos el chico joven y lindo. Casi sufre un ataque cuando Kang se acercó a saludarlo, le tomó al menos un minuto en reaccionar, desde ese momento algo nuevo nació en su corazón, se había enamorado

Los cinco días que el chico estuvo arribando en el puerto, no se despegó del lado de Jihoon, el menor le mostró algunos lugares del puerto y a cambio Daniel le enseñó a cantar, fue detrás de un contenedor de basura donde se dieron su primer beso. Daniel tenía experiencia pero Jihoon no, nadie nunca se había fijado en él y se sintió especial

Lloró en solitario cuando se marcharon, se sintió débil y quebrado por dentro, no habló con nadie por un buen tiempo y si tenía que hacerlo eran frases muy cortas. No se volvió a fijar en nadie más, su corazón le pertenecía por completo al chico extranjero

Hasta que pasó un año y volvieron a verse, se sintió vivo otra vez, estaba feliz y emocionado. Daniel le prometió estar por siempre juntos y miles de planes a futuro, le prometió una vida llena de amor y dejar su trabajo por él. Incluso Jihoon se entregó con cuerpo y alma, sintió por primera vez el deseo carnal y una sensación electrizante recorrer su cuerpo con su primera experiencia sexual, fue el momento más feliz de su vida

Sin embargo, no volvió a verlo al día siguiente, se había ido y junto a él su corazón. Jihoon seguía visitando el puerto con la ilusión de encontrarlo allí, no perdía la esperanza de que regresara al siguiente año. Repitió esta acción año tras año, la gente ya lo llamaba loco, creaban historias con su imagen y su familia avergonzada le dio la espalda dejándolo completamente solo

Él sólo estaba enamorado

Habían pasado seis años, el puerto era distinto, lo habían remodelado cambiando varias cosas, a pesar de ello respetaron el pequeño terreno donde Jihoon vivía, quiso establecerse en ese lugar para que cuando su chico volviera fuera lo más rápido a abrazarlo

A unos metros había un rústico local de comida donde SeungCheol era un buen empleado que se había fijado en la rutina diaria de Jihoon desde hace unos meses, SeungCheol tambien era un forastero pero de una ciudad mas cercana, llegó al puerto porque amaba el mar y deseaba independizarse. Preguntó varias veces a sus colegas por Jihoon y todos ellos le advirtieron que no se acercara porque era un ser extraño, eso desperataba mucho más su curiosidad, se veía tan inocente que no creía nada de lo que le hablaban de él

Fue un día en que la clientela estaba muy mala, con sólo decir que había entrado un solo cliente al local. SeungCheol aprovechó su tiempo libre para acercarse con la esperanza de poder ser amigos