🌱 Capítulo 17 🌱

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Abrí la puerta, creo que el saber todo me había dado las energías para llegar corriendo. Jimin estaba sentado en el sofá junto a Seulgi, ambos observando fotos de un álbum. Se veían felices de recordar momentos entre ellos. Ambos levantaron la mirada sorprendidos.

—Oh, ¡llegaste! —Jimin se levantó con una sonrisa. Retrocedí evitando que me abrazara.
— ¿Por qué no me dijiste? —Las lágrimas comenzaron a caer— Me prometiste que nunca nos separaríamos, ¿acaso lo olvidaste?
— ¿De qué hablas?
—No me vas a ver la cara, Park. —Segunda vez que lo llamaba de su apellido.

Seulgi se levantó con el álbum en sus manos.

—Creo que debería irme. —Sonrió nerviosa.
—No, quédate, aún podemos cenar. —Jimin la invitó a sentarse. Abrí la puerta indicando que saliera. Lo hizo de inmediato. Cerré la puerta tan fuerte que creí que se caería.
—Yerin, ven. —Se sentó en el sofá dando palmadas a este. No me moví.
— ¿Cuánto ibas a esperar?
—Quería hacerlo ahora, pero creo que todo se arruinó. —Juntó las manos entrelazándolas.
—Sí, se arruino, Park, ¿pensaste en cómo podría reaccionar al ver cara a cara a ambos después de que me lo dijeran? No, no lo hiciste. Cada día me arrepiento de ser yo misma, trabajo cada día para demostrar que soy alguien que sirve para algo. Incluso tú dijiste que no pensara en cosas malas, negativas... ¿Cómo debería reaccionar cuando veo a una chica, mucho más linda que yo, diciéndome que estuvo con el que ahora es mi novio?
—Yerin, por favor. —Hundió su rostro entre sus manos.
—Confié en ti. Incluso dejé ir a muchas personas por ti. —Me avergonzaba decir que eso era verdad, pero estuve tan amarrada a él que ni siquiera dejaba que otro chico se me acercara.
—Lo sé, no quería hacerte daño.
—No, es por eso que tardaste tanto en decírmelo. Debiste habérmelo dicho cuanto antes, decírmelo antes hubiera calmado un poco el dolor.
—Fue algo instantáneo. Ella estaba en ese momento, no podía dejarla ahí.
—Eso es lo más patético que he escuchado salir de tu boca, Park. —Mi tono se hizo frío.

Caminé a mi habitación. Tomé mi maleta y la llené de todo lo que consideraba importante, ropa, cosas de mis padres, documentos... Las ventajas de no tener muchas cosas es que tardabas menos en llenar una maleta. Salí de mi habitación, Jimin me detuvo antes de que pudiera salir.

—Yerin, por favor, no puedes hacerme esto solo porque no te dije algo. —Las lágrimas caían de su rostro. Me tomó del brazo.
—No, Park, lo hago porque ya tenías mucho con esto. Siempre me contuve porque creí que no era importante. Me cansé de aguantarme todo. —Me solté con brusquedad de su agarre.

Caminé hasta donde pude. Cerca de un camión de tteokbokki. Compré una botella de soju, no soy muy tolerante al alcohol, pero eso era lo que menos me importaba. Perdí la cuenta de los vasos que tomaba. Aunque el alcohol no me hacía tanto efecto por lo triste que me sentía.

—Ash, esa Seulgi. Debí haberla tomado del cuello en cuanto pude. —Dije antes de empinar la botella a mi boca. Sonreí— Ni siquiera sé lo que significa eso, pero creo que es malo. Jimin dijo que lo sentía por algo, no lo sé~
— ¿Jung Yerin? —Un chico frente a mí.
—Ah~ Tú eres el del paraguas, muchas gracias~ —me incliné haciendo que me golpeara con la mesa. Sonreí— Ash, que torpe soy, creo que por eso Jimin prefirió a la otra chica de ojos raros.
— ¿Debería llevarla a casa?
—No, mi casa está en venta, es por eso que ahora estoy aquí. —Bebí de nuevo de la botella, ya no tenía casi— Ya que está aquí, tráigame otra botella. —Señalé el puesto.
—Ash, no puedo dejarla aquí. —Rascó su cabeza— Ah, ven, te llevaré con alguien que estaría encantado de cuidarte. —Sonrió levantándome.
—Espero que no sea el chaparro porque ya me tiene harta. —Lo seguí, la calle se movía en zigzag, parecía un juego de video. No recuerdo haber jugado alguna vez.

Me llevó a un castillo con ventanas transparentes que parecían vidrios, creo que ahí vivía la reina Isabel o algo de la realeza porque era muy grande. Entré luego de que el chico entrara, recordé su nombre, Hak Yeon. Tocó la puerta de una habitación que estaba hasta el último piso, estaba un pasillo con una planta encima de la mesa en el centro y el resto de la casa, con todo arreglado como si una princesa viviera ahí. Un chico pasó con su pijama en color rojo con bordado blanco, sonreí tomando una de las manzanas que estaban en la mesa.

— ¿Qué está haciendo ella aquí?
—No tenía a donde llevarla, mi esposa me espera en casa y usted está encantado de cuidarla según su costumbre de llevarla a todas partes.
— ¿En dónde estaba?
—Estaba bebiendo junto a un puesto callejero, al parecer dejó a su novio porque no le contó lo que había hecho antes de que regresaran, su exnovia estaba en casa con él cuando ella llegó, ambos comenzaron a pelear y ella salió con sus cosas diciendo que no volvería, mientras que el chico salió a buscarla, le indiqué el camino contrario, no quería que volviera a verla en este estado. —Ambos voltearon a verme mientras daba brincos en el sofá, era muy esponjoso.
—Bien, gracias mayordomo. Puedes irte. —Tomó una bolsa de regalo grande en color rojo, se la entregó a Hak Yeon. Observó el interior dibujando una sonrisa.
—Gracias, joven Kim. —Se inclinó varias veces. El chico sonrió indicando que saliera, este salió corriendo con la bolsa en su mano oprimiendo el botón del costado emocionado.     


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Strange Feelings 💐 TaerinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora