El gris de tu mirada [SNK] {LevixReader} [CANCELADA]

La azotea

Allí estaba ella, de vuelta. Su largo cabello adabache se movía de manera majestuosa gracias a la brisa. Sacó un porro de su bolsillo, lo encendío y comenzó a fumar mientras hablaba por teléfono con Juana.

—¿Qué tal todo por allí, Juana?—Preguntó tomando un sorbo a la botella de cerveza que tenía al lado.

—Por acá está todo bien, si te fuiste hace tres días boluda, ¡todo sigue igual!—Exclamó su amiga argentina.

—Bien, me alegro porque todo siga bien.—Contestó la azabache riendo.

—¿Ya tomaste venganza? ¿Ya le cortaste el pene a ese boludo?—La azabache volvió a reír.

—No, pero en cuanto lo encuentre lo mato.—Dijo tomando una calada del porro.

—Adelante, hazlo.—Dijo una voz masculina detrás de ella.

Al girarse lo vio, allí de pie. Observándola con esos ojos grises que en un pasado le habían vuelto loca, su cabello azabache (que por cierto llevaba recogido en un pequeño moño, estilo samurái, pero más sexy).
Era él.
Levi.
Y ella ya lo encontró.

—Y tanto que lo haré. Espera que me fumo esto y me termino mi botella de cerveza.—Dijo ella restándole importancia a que aquel chico con el que había compartido cosas íntimas estuviera allí.

—Wow, que paciencia tienes. Veo que irte durante cinco putos años te ha venido bien. Es una pena que no me llevaras contigo, estás muy buena.—Dijo él, intentando provocarla.

—Si lo que intentas hacer es enfadarme, no te funcionará. Levi, ya ni me interesas.—Dijo ella tomando el último sorbo de la botella y lanzándola por ahí.

—¿Tan feo me he vuelto?—Dijo él sentándose a su lado.

—No es cuestión de físico, Levi. Es que ya estoy jodidamente harta. Todos los chicos con los que he estado me querían por sexo. Yo nunca seré querida por como soy, joder. ¡Tú solo me querías para follar! Y yo como una imbécil, aceptando...—Susurró eso último.—Levi, la verdad es que to te conocía de antes...—Dijo ella sin mirarlo a los ojos.

—¿De qué?—Preguntó él, algo sorprendido.

—BlackWidow12.—Dijo ella.

—No me jodas... ¿Eras tú?—Dijo él sorprendido.

—Sí.—Dijo ella mirando hacia abajo.

—¿Por qué nunca me hablaste directamente? —Él se levantó e hizo que ella lo mirara.

—Porque era todo demasiado cursi, joder.—Dijo ella, desviando sus ojos cafés de los suyos grises.

—Al menos, cuéntame la historia, ______. ¿Por qué me enviabas cartas todos los días?—Preguntó él.

—Porque me sentía sola. Quería un amigo. Después me empezaste a gustar. Las cartas cada vez eran más cursis, pero después te fuiste. Y ese fue el primer adiós que te di, Levi. Cuando crecí intenté encontrarté y lo conseguí, tenía una puta obsesión contigo. Después formé la banda y fui a por ti en modo de venganza por haberte ido y por haberme abandonado. Después hicimos lo del acuerdo. Y finalmente, me marché. Pero he vuelto, Levi. Y si crees que voy a perdonarte lo de hace cinco años, lo llevas claro.—Dijo ella, terminando de fumarse el porro y bajando por las escaleras.