Y si durmieras
Y si
mientras duermes
soñaras
Y si
mientras sueñas
fueses al cielo
y allí arrancaras una flor extraña y hermosa
Y si
al despertar
tuvieras esa flor en la mano
Ah, ¿qué dirías entonces?Samuel Taylor Colerdige
Narra Connor
Connor en galeríaHay cerca de siete mil trescientas millones de personas en el mundo, mil dos millones en América, treinta y seis millones en Canadá y dos millones en Vancouver.
Pero el destino quería que me encontrara con Alisha Regnault y su extraña personalidad.
Yo era el tipo de persona que creía en la casualidad, y trataba que mi vida se guiará en la frase "que está casualidad nos dure para siempre". Pero, de esas siete mil trescientas millones de personas nos había elegido a mi y a Alisha.
Yo solo me había enamorado una vez, de Millie, o como yo la llamaba algunas veces, la chica de los rizos rubios. Y había sido un enamoramiento, que consistía en enamorarse de mentiras.
De todas formas no quería relaciones por el momento, justo ahora todo en mi vida era perfecto. Buenas calificaciones (en realidad eran unas de las mejores de la generación), amigos geniales, popularidad, chicas enamoradas de mi, una encantadora personalidad, un montón de carisma, era gentil, guapo, buen físico, incluso sabía tocar la guitarra.
Creo que mi único defecto era que a veces era un engreído, y también me dejaba llevar por mis amigos.
En años anteriores había sido un rebelde total, igual que mis amigos, y yo era el único que había cambiado, ahora casi nunca me metía en problemas. Y eso era perfecto.
Para todo el mundo era la persona perfecta, el amigo perfecto, el estudiante perfecto y el hijo perfecto, sinceramente era abrumador serlo. Pero lo llevaba bien.
Por fin se había acabado el día, y aunque le debía cincuenta dólares a Sarah, había sido un buen día.
~•~~•~
Ya casi pasaba una semana desde que habían empezado las clases, y era agotador, pero divertido.
Alisha era muy lista, y también encantadora, por lo cual se había ganado a las maestras. Menos al profesor de inglés, a él no le había dado una buena primera impresión.
Y la habían cambiado de lugar, ahora estaba delante mío, nos divertíamos mucho, éramos como hermanos, pero... me atraía, no sólo físicamente, sino que me gustaba su personalidad, y sentía que yo también le atraía.
Pensaba eso mientras el profesor de dibujo explicaba algo, no me importaba, después de todo el dibujo me saldría bien. En cambio Alisha era un desastre con eso de dibujar.
-Creo que tienes algo en el suéter Alisha-. Dijo Eleine cuando se lo indiqué.
-¿¡Qué es!?-. Preguntó Alisha alarmada.
-Digamos, que por accidente manche tu suéter de pintura azul-. Le dije, aunque no fuera cierto, volteó hacia mi con los ojos abiertos como platos, había caído en la trampa.
En realidad no había manchado su suéter, pero cuando volteó manche su cara de pintura azul.
Ella fingió enojarse, pero estaba ocultando una sonrisa.
-Está me la pagarás, Zhádanov-. Me adivirtió.
Saco un tubo de pintura roja y puso un poco en su dedo.
Me paré apresuradamente, riendo. Ella se paró al mismo tiempo que yo e intentó mancharme también, pero cuando estaba a punto de conseguirlo tomé su mano.
Sentí su cálida mano sobre la mía, la pintura estaba fría pero no lo sentía, ella dejó su mano apoyada en la mía. Y yo no la solté.
Percibí la mirada de Dixon y Eleine sobre nosotros, pero no la solté.
-¡Chicos, si quieren seguir jugando sálganse por favor!-. Nos reprendió el profesor. Alisha se aferró a mi un momento más y luego se separó. Ambos tomamos asiento y nos quedamos callados. Yo comencé a dibujar la hermosa montaña del pizarrón.
Terminé rápidamente y pronto salí al descanso. Dixon salió detrás de mi con una pequeña arruga de molestia en la frente.
-¿Pasa algo, Dix?
-Nada-. Masculló entre dientes y salió corriendo hacia las canchas. Extrañado me encogí de hombros y me puse en busca de Derek, un chico moreno con cabello negro y ojos color avellana, que era el único que sabía sobre mi atracción hacia Alisha.
Lo encontré a un lado de Camila, una muy buena amiga de mi prima, Rosie. Discutían sobre algo, de repente Camila se molestó y dio media vuelta.
Sabía que Camila y Derek eran novios, o al menos amigos con derechos. Desde hace mucho tiempo había sido así, a veces discutían pero regresaban el mismo día.
Derek se encogió de hombros, resignado. Cuando me vio se acercó a saludarme con un apretón de hombros.
-¿Qué pasa con Cam?-. Le pregunté.
-Ya sabes, lo de siempre-. Volteó los ojos, era bien sabido que era un mujeriego. Y eso no me molestaba, es más no me importaba, la gente era como quería ser, y si Derek quería ser mujeriego, que lo fuera.
-Quieres hablar conmigo sobre Alisha, ¿cierto?-. Había adivinado, asentí con la cabeza y él sonrió, fingiendo estar fastidiado.
-Yo, nosotros, acabamos de tomarnos de las manos, y... sospecho que Dix está celoso-. Le conté.
-¿Dixon? No, no está celoso, tiene a su novia, o lo que sea, ¿cuál es su nombre?
-Verenisse-. Le respondí.
-Si, esa misma. Tú no te preocupes, y pásala bien con Alisha, ¿si?-. Me guiñó el ojo y también dio media vuelta.
Suspiré y fui a sentarme a las escaleras, pensé en lo mal que me veía ahí, solo y comiendo uvas.
Me paré y fui a ver que rayos le pasaba a Dixon.
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Siento interrumpir (SPYP #1)
Teen FictionYo solo quiero decir que no fui la primera... Verenisse y Dixon tienen una relación bastante complicada y un muro llamado Xender entre ellos, hasta que llega Alisha, pero solo complica un poco más las cosas. En realidad Dix es el típico chico popula...