Tiempo junto a los Matsuno (Matsunos x Reader)

Dentro de mi - • OneShot Osomatsu • -

—N-No te necesito... —Exclamé entre balbuceos sintiendo como mi cuerpo no dejaba de temblar. Tenía miedo, no quería cerrar mis ojos. No deseaba pensar, no quería hundirme en la oscuridad, no cuando él se encontraba en ella.

Era un terror horrible.

—¿Sabes? Me sigues pareciendo la misma niña tierna e inocente que conocí por primera vez~ —Exclamó una voz provocando que levantase mi rostro enseguida. Esa voz era inconfundible. Tragué saliva deseando poder alargar más ese momento, no quería darme la vuelta. No quería verlo.

—¡Vete de aquí! —Exclamé sintiendo mi garganta raspar horriblemente al haber elevado mi voz. No estaba acostumbrada a gritar, ni a sentir esta sensación de miedo, no me gustaba como me estaba sintiendo—. No te quiero conmigo, Osomatsu...

—La misma niña que pidió mi compañía cuando se encontraba rechazada y completamente sola —Soltó como si nada con una ligera risilla antes de recargar su brazo sobre mis hombros. Negué con mi cabeza intentando liberarme del agarre. Algo que desgraciadamente no pude lograr.

Era presa del miedo.

—Era una chiquilla tonta, no sabía lo que hacía y tú te aprovechaste de eso —Reclamé fulminándolo con la mirada. Apreté mis puños fuertemente sintiendo el frío correr por todo mi cuerpo. Todo lo que sucedía era culpa suya.

—¿Acaso no te sentiste feliz cuando aparecí en tu vida? —Preguntó suavemente recargando su mejilla contra la mía y restregándola un poco. Antes de que pudiese intentar escapar me sujetó de la barbilla—. Cuando fui él único que parecía preocuparse de tu molesta presencia

— . . . —Guardé silencio recapacitando las palabras que estaba escuchando. Me dolía la manera en como se expresaba, como si no le importase mi presencia en lo más mínimo. Mordí mi labio inferior—. Me gustaba estar contigo...

—¿En serio? —Preguntó con un tono burlón rascando por debajo de su nariz. Pude ver un ligero tono rojizo en sus mejillas, algo de lo cual no preocuparme supongo. Volteó su rostro mirándome de reojo, parecía no querer mirarme directamente en este momento.

—Eras mi primer amigo, un muy agradable niño desconocido que vino a mi vida solo para mejorarla, sentía que finalmente... —Guardé silencio viendo al suelo por unos segundos. Recuerdos de mi infancia volvían a mi, en todos eran incluidos Osomatsu. Suspiré agotada—. Finalmente mi vida tenía un propósito...

—¿Y cuál era? —Preguntó con aquella sonrisa burlona que tanto lo caracterizaba. Gruñí antes de darle un golpe en la cara liberándome del agarre. Detestaba tanto que se portase de esa forma engreída cuando yo finalmente me expresaba. No me gusta hablar de este tipo de cosas innecesarias y él lo sabe.

—Ser feliz a tu lado, imbécil —Solté de manera grosera deseando poder borrarle esa sonrisa del rostro. Podía sentir mi rostro caliente debido a la vergüenza que sentía por haber dicho mi estúpida creencia que tenía de niña. Era sumamente bochornoso.

—Que tierna~ —Susurró entre risas ligeramente adoloridas sobando su mejilla de manera suave. Portaba un ceño fruncido y parecía tener ganas de ahorcarme, algo en lo cual en estos momentos no me iba a interesar en lo más mínimo, sin embargo, a los pocos segundos ya portaba una sonrisa más relajada y sincera.

Ya no creía en él.

—Pero tuviste que arruinarlo —Murmuré sintiendo como los recuerdos bloqueados en mi mente empezaban a surgir. Cerré mis ojos sintiendo el profundo miedo y dolor al ver nuevamente todos esos recuerdos dentro de mi. No quería verlos. Quería que parasen de una buena vez—. ¿Por qué...?

—¿Ah? —Ladeo su rostro poniendo una expresión confundida y neutral. Me enojo ver ese rostro, era jodidamente lindo y al mismo tiempo era tan idiota. Estaba fingiendo no saber nada a pesar de que él claramente lo sabía. Lo sabía muy bien.