Y ahí estabas, parada en la nada y en todo al mismo tiempo.
Mirando al precipicio, con la respiración entre cortada, con lágrimas en las mejillas y las manos congeladas.
La cabeza no para, te preguntas el por qué. Siempre te preguntas por qué y nunca hasta cuándo.
¿Cuánto tardaría tu cuerpo en caer?
¿Cuál sería el último pensamiento que tendrías antes de que literalmente estallara tu cabeza?
El atardecer se asoma, das un paso más, la boca reseca, el viento y tu cabello en la cara.
"Llorar es positivo". Repites una y otra vez.
Lo que te mantenía en pie te ha matado una vez más, tanto que no ves el cielo naranja que está delante tuyo, ése que tan viva te hace sentir.
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Cintas de (des) Amor
Short StoryUna historia que no fue. Días que no son. Canciones que ya no se escuchan. Cielos que ya no se miran. Un corazón roto. Y una margarita por florecer.