El día estaba siendo de lo más horrible en lo que llevaba trabajando por esa empresa.
Trabajo y más trabajo, que copias aquí, planeación, vete por los cafés nuevo. Y compañeros aprovechándose de el, sin tener opción de decir "no" ya que podían decir cosas malas y así perder prácticamente la única oportunidad que tenía para el empleo de sus sueños.
Suspiró el joven pelinegro por 8va vez en el día, queriendose arrancar el cabello a ver si así se le quitaba el dolor de cabeza que traía desde la mañana.
Agradecía que fuera hora de almuerzo y sus zánganos compañeros se lo tomaran hasta el mediodía, así no sería molestado por algo de tiempo.
Park JiMin era alguien perfeccionista y terco. Puede que lo veas cómo alguien tierno, pero tienen un carácter lo suficiente fuerte como para mandar al demonio a todo aquel que lo molestará.
Pero no podía perder esto por su temperamento.
Meneo la cabeza, despejando esos pensamientos tristes que lo bombardean, dirigiendo después de mucho tiempo hacia la ventana que había en su oficina.
Ahora recordaba el porque quería esta oficina.
Podía ver practicamente todo. Autos yendo de un lugar a otro, personas caminando de los más tranquilas y una cafetería enfrente del su oficina.
Decidio observar lo que alcanzaba a ver del lugar. Se podía vermuy pintoresco a decir verdad, paredes de un color caoba por lo que alcanzaba a ver.
Sillas y mesas de tonalidades pasteles pero sin hacer muy monótono el espacio. Y una ventanas pegables abiertas, dejándole ver un poco mas de la cafetería.
Y también ver a un joven, de cabello pelirrojo, haciendo caras raras, sentado en una mesa enfrente de las ventanas, suponiendo por su ropa que trabajaba en ese lugar.
Podría ir allá y tomar un café, pero tenía una pesadez que no lo dejaba despegar su trasero de la silla.
Suspirando una vez más, prefirio quedarse viendo desde lejos, poniendo la mirada en el pelirrojo.
Ciertamente era lindo, quizás su tipo, esperaba y no tuviera novio, si no sería otra decepción en lo que llevaba en esas empresa.
Y soltó una carcajada de repente, tapándose la boca al darse cuenta de lo fuerte que había sido, siendo el causante el chico del café. Había hecho una cara tan graciosa que deseo haber tenido su celular en mano para sacarle foto y mostrársela a sus amigos.
Pasando ya su pequeño y vergonzoso ataque de risa, volvió a poner su vista, aún sonriendo hacia la cafetería, chocando con una mirada.
Rojo como un tomate se quedaba corto ante como estaba el pelinegro en traje, había sido descubierto, a pesar de que no sabría el chico cereza si lo había estado observando. Sentía como si esos ojos pudieran leer su alma, leer sus alegrías y preocupaciones, causándole algo de incertidumbre.
Hasta que sonrió.
Joder, la sonrisa más bonita que había visto en su vida.
Poniendo más rojo si eso fuera posible y con el corazón acelerado, devolvió el saludo que le estaba dando con su mano, aún con esa sonrisa blanca.
Tuvo el impulso de intentar hacer una conversación, con hojas o algo, pero vio como el pelirrojo se iba. De repente se sintió triste de no poder hablar con el chico, dándose golpecitos en sus mejillas.
"Es la primera vez que lo ves, tonto"
Volvió a su trabajo, frunció los labios.
"Solo una vez mas" se dijo mentalmente
Volteandose por última vez al ventanal, quedó sorprendido.
Era el de sonrisa cuadrada, parado exactamente en frente de el. Con una hoja con una letras que apenas y alcanzaba a ver.
"Hola chico lindo, me llamo TaeHyung. ¿Podrías venir por un café? Va por mi cuenta"
Otra sonrisa junto con un guiño travieso le regaló a JiMin, este gritando como quinceañera enamorada en su mente.
Busco rápidamente una hoja y un plumón para escribir su respuesta.
"Claro. Por cierto me llamo JiMin"
Sostuvo el papel con sus pequeñas manos en el ventanal, sonriendo al igual que TaeHyung
El día no fue tan malo como pensó.
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De café, pensamientos tristes y sonrisas lindas
FanfictionEl día no fue tan malo como pensó →VMin →Drabble →boyxboy →Parte única →Publicacion: 10/Mayo/2018