Mommy, wake up;; ×Young Cricket's Mother×

Mommy, wake up

Para quienes no tengan una madre

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Todos miraban al chico pelinegro de 16 años con preocupación en sus ojos; la trágica fecha se acercaba nuevamente.

Young Cricket normalmente era un chico muy amable, dulce y, muchas veces, torpe; siempre era alguien feliz. Pero al acercase ese día —y algún otro relacionado con ese suceso—, se volvía  muy introvertido y decaído.

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Un Young Cricket de 5 años estaba llorando en el jardín de su casa, sangre saliendo en un pequeño raspón que se hizo en su pierna derecha. Una mujer alta, delgada, pálida y de cabello negro largo llegó al escuchar su llamado de dolor.

—Oh, cariño— se agachó a la altura del pequeño, secando sus lágrimas con su dedo —Está bien, tranquilo.

Le puso unas benditas en su herida y lo tomó en brazos. El pequeño la abrazó, aferrándose fuertemente a su vestido blanco.

—Ahora mamá te hará tus dumpling favoritos para que te sientas mejor— Besó su frente.

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Este estaba caminando por los pasillos, no teniendo un lugar en especifico a donde ir, parecía un alma en pena.

—Aún recuerdo... cómo me cuidabas— murmuró para sí mismo.

Él muchas veces pensaba en Penny, Ashley y en Kat y Ana, las cuales tampoco tenían madres... pero sus situaciones eran mucho más diferentes a la suya:

- Penny era apenas un bebé cuando su madre murió junto con su padre, impidiendo que tuvieran tiempo de establecer una relación. Pero al tener a un abuelo y a un, como ella le dice de cariño, "hermano robotico" que cuidaran de ella, nunca se sintió sola o no querida.

- Ashley perdió a sus padres a causa de un secuestro en una de entre muchas batallas de hehcizeros, pero al tener a Red junto a ella, pudo seguir adelante (Además que los perdió a los 13 años, así que ya era suficientemente madura como para darse cuenta de lo que pasaba)

  - Kat y Ana estaban en la misma situación de Penny, solo que sus padres, en vez de morir, desaparecieron misteriosamente una noche. Ellas fueron criadas por sus mascotas, así que nunca estuvieron desamparadas.

Sus situaciones, de algún modo, terminaban en un final "feliz", en cambio la de él no.

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La familia del pequeño karateca estaba comiendo unos helados mientras paseaban por el parque.

—Hijo, ¿no tienes algo que decirle a tu mamá?— un joven Master Mantis le preguntó a su hijo.

—¡Feliz día de las madres, mamí!

La mujer sonrió y les dio un beso en la mejilla a cada uno de los karatecas.

—Nada puede arruinar este hermoso día.

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—Vamos Cricket, anímate.

—A nadie le gusta verte así.

9-volt y 18-volt intentaban animar a su amigo, este estaba sentado en su puesto con su cara en la mesa.

—Sólo no pienses en eso— 9-volt dijo —Ehm...piensa que solo es un día como otro.

—Sí Cricket, pone feliz de nuevo, nos preocupas— 18-volt agregó.