Al Filo Del Hilo (At The Edge Of The String)

I

Buscó las etiquetas amarillas de cuadrito que tengo que poner junto al reporte. Abro uno de los cajones marrones de mi escritorio. De hecho parece como esas butacas de fierro o metal que usan en las escuelas. Ah, que recuerdos me traen esas sillas con sus tablitas anexadas frente a mi. Y luego esos pequeños espacios que van debajo del asiento. Eran como unos espacios, como si fueran cajas para guardar cosas.

En veces, esos almacenes nos servían para copiar en los exámenes. Pues nos poníamos de acuerdo en clase para armar el mejor que nos llevaría a sacar un 10 diez en la materia que fuera. Bueno esto fue en la secundaria, en 2do año me parece.

El salón siempre era el mismo. Es decir, todas las clases que nos impartían durante todo el día, eran en ese salón. Si, lo se, no era como esas escuelas que tenían más dinero, y que de alguna forma permitían a los estudiantes cambiarse de salón de clase en clase. Así como el sistema americano, donde siempre cambias de salón en cada clase durante el día.

Incluso, nunca tienes el mismo grupo de compañeros, siempre están cambiando. Yo en lo personal no me gusta el hecho de no poder ver mis compañeros de clase en cada periodo, ya que uno forja amistades y también alguna que otra relación más íntima. Relaciones donde los secretos son enterrados en lo más profundo de la tierra.

Bueno, pero esos tiempos ya pasaron, y se que ya debo de superar aquellas cosas que tuvieron lugar en aquel entonces, y si, me refiero a cosas malas.

Como sea ya estoy grande, ya soy un adulto, y se supone que debo de superar todo eso y solo seguir adelante, jamás recordar los viejos malos tiempos. Pero eso sí, tener en mente esos pequeños importantes momentos y grandes amistades (que eventualmente se acabaron) que tuve.

-¡Hey!- alguien me grita desde la puerta de mi oficina. Pego un brinco y paso seguido comienzo a reírme de nervios.

-¿Qué pasó? - le digo a mi jefe que esta a medio entrar y medio salir, con un pie fuera del lugar y otro dentro. Noto su gesto malhumorado de siempre en su cara. Sus ceños pesadamente fruncidos. Y su mandibula tensa. Oh Dios, estos solo son advertencias de lo que va ha venir.

-Como qué qué pasó? Qué no has visto que la máquina del RK11 ya se paro. Deberías de estar allá ayudándole a los técnicos. Se está juntando el material y tenemos que arreglarlo lo más pronto posible. Yo creo que se daño el switch, como que hizo corto porque huele a quemado- dice molesto. Hah, como si yo tuviera culpa de lo que le pase a esa máquina.

-Ah, no puede ser...-digo haciendo un muauck. Suspiro-ya ahorita voy. Estaba haciendo el reporte de los recesos, pero no podía encontrar las etiquetas amarillas para las hojas-

-Mira, lo que sea, ya luego los buscas. Como te digo, lo importante -dice haciendo énfasis en importante. Como me desespera su actitud- es que de alguna manera arregles eso ok. Tengo que salir, así de que te voy a dejar de encargo que soluciones eso, escucha, los pedidos tienen que salir hoy mismo. Ya vamos atrasados como con 15 días - dice haciendo gestos con sus manos. Parece como si estuviera haciendo aire para apagar una fogata.

Jajaja, en veces pienso que parece uno de esos que traen la palito y están tocando las orquestas. Haciendo sus movimientos con ese popotillo blanco pa ahí y pa acá
- Ayer me llamaron de la fábrica, y me dijeron que ocupaban los encargos más pronto, primero que porque ya nos habíamos tardado, y segundo porque, oye, es verano, y se supone que deben de hacer más producción en este tiempo que en cualquier parte del año y tu lo sabes. Ah y mira, nosotros les vamos a salir con eso de que no les vamos a alcanzar a entregar nada. No, no, no señor- me dice negando con la cabeza. Ya parezco su hijo. Me apunta con el dedo como si eso aplicara una fuerza extraterrestre y me obligará ha hacer lo que el quiere.