Cap. 1
Podría seguir estudiando, pero porque existe el simple hecho de "no”, no hay suficiente economía, no hay muchos recursos, no puedo tener lo que quiero, no tengo la vida perfecta, no es un cuento de hadas, no hay nada... en la familia Maslow. La esperanza de que yo pudiera ser algo en la vida más, de mi padre que ni más mínima partícula, por más que sea diminuta tiene la atención de nuestra familia Maslow. No tengo la palabra, solo pura basura que llega a nuestra vida para ser clasificados entre ella.
-Zoe deja de escribir que no tengo tiempo- dijo mi hermano James después de interrumpir en mi recamara pequeña.
-Ag espera, te veo afuera- dije después de unos segundos.
Ir a una escuela de paga ¿qué asía ahí? una chica becada por todo un año genial, después de pobre asta lastima, siento que la vida es una mierda contemporánea, va y viene.
-Hola- escuche esa voz que no tome importancia.
-Hola- dije lo mismo a su lado.
Fue todo así de simple, caminaba a mi lado, pero yo no quería ser el estorbo sin dinero, quien quisiera estar con alguien de mi clase, en absoluto no hay nadie en la lista.
Tengo que ser una chica de promedio, pienso en un futuro, pienso ser alguien. Tal vez sea maestra... o tal vez no, podría ser doctora pero no se meda con las personas enfermas, tal vez chef, si no se me pasa la sal sería una buena opción, tal vez dejemos un después.
El transcurso del día paso, es hora de caminar, tengo que caminar kilómetros a mi casa, a lo más recóndito de la ciudad en la localidad mas pobre. James se quedara a trabajar, mi padre es lo que ase y mi madre cuida niños y yo lo de siempre al menos soy feliz sola en casa.
-¡Ey!- volvió esa voz que a lo lejos se escuchaba. Gire y Derek se aproximaba asía mí. -¿Tienes quién te lleve?- me pregunto.
-si- sonreí.
-¿quién?- dijo el castaño de ojos color azul.
-pues... yo, ¿por qué?- pregunte.
-¿tú y tus pies?- sonrió de nuevo. -vamos yo te llevo-
-no Derek, gracias- sentía que solo era lastima.
-vamos, ven- sonreí muy guapo. No quería que viera como es mi vida de tras de esto. -No, enserio gracias, pero me ase mejor caminar- intente salir del auto más el me detuvo de la mano.
-Por favor, no desperdicies esta oferta, ¿o acaso me odias?- su voz sonó muy confundido. Como odiarlo si es guapo y simpático.
-Esta... bien...- volví al auto y cerré la puerta.
Faltaba una calle más para llegar, fue entonces cuando le indique que me dejara en aquella esquina que doblaba ambas calles. Salí como una bala disparada sin despedirme de él, ni siquiera las gracias, fui una estúpida.
El día se encontraba algo a soleado, camine hasta que llegue a una pequeña casa humilde, de un color gris.
Tenía hambre, mire en la pequeña nevera que ni llena se encuentra, había unos emparedados, tomates, lechuga, queso y... no había el toque final, lo que lo hacía un sándwich, el jamón.
Después de comer, me dedique toda la tarde a las tareas de la escuela, era algebra y historia universal, y un proyecto de ciencias.
Un mes después
Paso un mes, todo solía ser como es, papa trabajaba y no se la pasaba mucho en casa, mama solo cuidaba niños, y... ¿James? el hermano con quien podía estar en las noches, cenábamos un pizza una vez al mes y... ahora también no regresaba asta muy noche, prácticamente quedaba sola, sin nadie con quien discutir, sin poder jugar, charlar, pelear, dormir, ver películas cómicas, solíamos estar en familia.