La Playa

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¡No diene ni puda gdafia! -dijo Harry, rabioso.

Louis se reía a carcajadas.

- Te estás comiendo la sandía como si fuera un calipo. ¿Cómo no me voy a reír?

- No dengo pudof diendef, ¿cómo quiedef que me la coma? -respondió, lanzándole una mirada de odio.

- Tienes razón, lo siento -dijo Louis, quitándose las lágrimas de los ojos- Ya que has terminado, vámonos. Quiero llevarte a un sitio.

Harry se sonrojó un poco y asintió, aún con la boca manchada de sandía. Louis llamó al camarero y pidió la cuenta. Una vez pagada, se levantaron y abandonaron la terraza del bar. Hacía calor, era de esperar estando en pleno julio en Gandía. Eran cerca de las diez de la noche. El sol se escondía detrás de los edificos mientras Harry y Louis caminaban por la calle.

- ¡Ven, sígueme! -Dijo Louis, dándole una palmada en el hombro a Harry- He estado buscando en Internet y he encontrado un sitio increíble.

- ¿Qué clafe de fidio ef? -Preguntó Harry, curioso- Me gufdadía id a la playa.

- Sí, pero no es una playa cualquiera. Ya lo verás, te va a encantar.

Harry confió en Louis y le siguió. ¿A que clase de playa le llevaría? De todas formas, Harry se conformaba estar cerca de Louis. Estaba muy enamorado de su mejor amigo, pero no se atrevía a confesar sus sentimientos. Ni siquiera se atrevía a confesar que era bisexual. Le daba mucho miedo que Louis reaccionara mal y su amistad se rompiera. Por esa razón, se limitaba a pasar el máximo de tiempo posible con él y atesorar los recuerdos que creaban juntos.

- Esta es la playa. ¿Qué te parece? -dijo Louis, emocionado.

- Ef pdefiofa -respondió Harry, boquiabierto. Aunque de hecho, desde que perdió los dientes superiores en ese trágico accidente con la pizza congelada del Mercadona, parecía que se pasaba la mitad del tiempo con cara de sorpresa.

El recurrente y relajante sonido de las olas inundaba los oídos de Harry. Louis empezó a quitarse la ropa. Primero la camiseta, dejando al descubierto sus marcados abdominales. Harry se giró enseguida. Deseaba con muchas fuerzas verle así. Sin embargo, no podía arriesgarse a que se notara lo nervioso que se ponía cada vez que él se quitaba la camiseta. Decidió ir directamente a probar el agua.

- Eftá caliende y hay unaf olaf enodmef. No puedo efpedad a... -la cara de Harry cambió en cuanto se dio la vuelta- ¡¿Pedo que coño hafef?!

- ¿Eh? ¿Pues qué voy a hacer? Quitarme la ropa -Respondió Louis, sin entender la reacción de Harry. Su bañador se encontraba a la altura de las rodillas. Finalmente levantó las piernas para desengancharlo y lo tiró al montón de ropa que tenía detrás suya- No me voy a meter con ella puesta, no quiero que se me moje.

- Ya, efo lo endiendo -Dijo Harry, algo nervioso. Escaneó con la mirada a Louis y no pudo evitar prestar especial atención a lo que colgaba entre sus piernas. Notó calor en sus mejillas (y un ligero movimiento en su entrepierna) y pidió explicaciones antes de que perdiera el control- ¿Pedo pod qué de quidas DODA la dopa? ¿No efdá pdohibido?

- Es una playa nudista, idiota -respondió Louis rodando los ojos- Pensé que te iba ese rollo.

- Bueno, no dengo nada en conda pedo...

Harry no se esperaba para nada este giro de los acontecimientos. Estaba nervioso y no sabía cómo actuar, pero esta era su oportunidad. Nunca había tenido la ocasión de ver a Louis desnudo, y probablemente esta sería la única. Pero espera. Una playa nudista. Eso significa...

- ¡Efpeda! ¿Yo dambién me dengo que defnudad? - Harry se llevó las manos a sus mejillas, ahora totalmente enrojecidas.

- Pues claro -respondió Louis, con tono de obviedad- de eso se trata.

- Pedo... Yo...

- Tranquilo, Harry -le interrumpió Louis, que había notado su vergüenza- Solo hay un par de personas en la playa aparte de nosotros dos y te aseguro que tienen cosas más importantes que hacer que fijarse en ti. Y aunque lo hicieran, ya son más de las diez y media. No hay tanta luz como antes, es difícil que te vean.

"No, fi efe no ef mi pdinfifal pdoblema..." Pensó Harry, con las palmas de las manos aún sobre sus mejillas.

- Efdá bien, me defnudadé dambién -suspiró Harry.

Louis hizo un gesto de victoria y le sonrió.

- Me voy adelantando, no aguanto más.

Corrió hacia el agua y se tiró atravesando una ola. Harry se concentró en calmar sus nervios y comenzó a quitarse la ropa. "Louif ef muy mono cuando fe pone afí de emofionado" pensó Harry, con dulzura. Pero sus pensamientos no tardaron en volverse más picantes. " Louif efdá máf bueno de lo que fe merefe. Diene unof adbominales... Y unof bifepf... Y fu polla... ef máf gdande de lo que me efpedaba" Le quedaba por quitarse el bañador. Miró a su alrededor, avergonzado. Cuando se disponía a bajarse el bañador, se dio cuenta de que tenía un pequeño problema.

- ¡No, no, no! -susurró alterado- Ahoda no.

Tenía una erección. Justo lo que le faltaba.

- ¡Harry! ¿Vienes o qué? -gritó Louis desde la distancia.

- ¡Fí! -respondió.

"A la mieda" Se bajó el bañador de un movimiento y corrió hacia el mar. Una vez el agua le llegó hasta la cintura pudo respirar tranquilo.

- ¡No bajes la guardia! -Louis apareció por detrás y le hundió la cabeza bajo el agua. Se rió de forma perversa.

Harry le agarró de las muñecas y consiguió liberarse.

- ¡Que cabdón! ¡No de muevaf!

Se puso detrás de Louis. Con la mano derecha empujaba su nuca hacia abajo y con la izquierda se agarraba a su cintura. Louis no tardó en notar que algo duro le estaba rozando los glúteos.

- Harry, ¿qué cojones ha sido eso?

- ¿El qué? -Harry optó por hacerse el sueco.

- No me jodas. ¿Tanto te mide? No intentes darme envidia, cabrón -dijo Louis con una sonrisa juguetona.

- ¡¿Q-qué difef, fubnodmal?! -respondió Harry rápidamente- Efo ha fido mi dodilla. No de pienfef cofaf dadaf....

- Vale, vale. Te creo, no te rayes -le tranquilizó Louis.

Harry se apartó enseguida. Avergonzado, le salpicó con el agua a Louis en la cara. Este se picó al instante y comenzaron una guerra de agua que duró al menos 10 minutos. Al rato salieron del agua y se tumbaron los dos en sus respectivas toallas. Harry se cubría el pene cautelosamente. A Louis en cambio, le importaba más bien poco, y exibía felizmente su enorme miembro.

- Me encanta la noche -soltó Louis.

- Lo fé. A mí dambién me gufda. Ef dodo dan filenfiofo y pafífico -añadió Harry.

Louis se giró hacia Harry y le miró a los ojos.

- He oído que hay un local con mucho ambiente cerca de aquí. Además dicen que suelen ir chicas guapas -dijo moviendo las cejas- Podemos ir caminando por la orilla si quieres.

- ¡Genial! Dengo muchaf ganaf de id de fiefda -a Harry se le iluminó la cara- Y de vef chicaf guapaf... -añadió para disimular.

"Efpedo que no fe pi- digo... Espero que no se pille por alguna tía. Como se enamore la hemos cagado" pensó Harry. Acto seguido empezó a reírse él solo "Llevo toda la tarde pensando así. A veces se me olvida que aunque no tenga dientes puedo pensar pronunciando todas las letras."

Louis interrumpió sus pensamientos:

- ¿Y tu de qué te ríes?

- Nada, cofaf míaf.

Louis se encogió de hombros:

- Lo que tu digas. Venga, vámonos.

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⏰ Última actualización: Nov 12, 2019 ⏰

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Larry Stylinson pero Harry no tiene dientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora