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Mi cordura está colgando de un hilo, estoy volviéndome loca de dolor...

¿Cuántos soles y cuántas lunas han de haber pasado desde mi desaparición? Es desgarrador no saber siquiera si es de día o noche; ahora sólo espero ansiosa mi muerte, mi eterno y anhelado descanso.

Destrozaron todo en mí, ya no queda nada de la vieja Lucy Carlin, absolutamente nada...

Esos monstruos se han encargado de torturarme tanto física como psicológicamente. Juegan con la electricidad sobre mi cuerpo y se hunden en la más profunda risotada al verme retorcerme de dolor como un gusano en el piso. Llenaron el sótano en el que habito con las portadas de los periódicos, en los que afirman que, fui yo quien asesinó a Joanna Romero, a mi propia madre. Según ellos y a muchos "testigos", yo tengo desórdenes mentales, o mejor dicho tenía, porque también inventaron que me suicidé saltando del puente más alto de la ciudad, después de acabar con mamá.
Me han violado, me han golpeado, me han torturado y me han difamado de la forma más sucia e injusta que puede existir.

Con esto aprendí que el infierno está verdaderamente en el mundo de los vivos...

Dios me abandonó cuando más lo necesitaba, ese padre amoroso que se supone es "incondicional", me dio la espalda y permitió que sucediera toda esta tragedia

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Dios me abandonó cuando más lo necesitaba, ese padre amoroso que se supone es "incondicional", me dio la espalda y permitió que sucediera toda esta tragedia.

¿Por qué a los malos les va bien y a los buenos mal? ¿Qué clase de ironía es esa?

—Niña —me llamó Baylee acercándose  —, llevas mucho tiempo aquí y ya me harté de verte la maldita cara, estás hecha una piltrafa, ya ni siquiera te nos antojas. Sólo nos estorbas, y siempre digo, "a los estorbos hay que sacarlos del camino".

—Le juro que usted me va a pagar cada una de las cosas que me ha hecho y va a llorar lo que yo lloré por mi mamá, todos los días de su maldita vida. Usted y su hija van a desear morir porque no tendré piedad —murmuré con odio y él rio.

—¿Regresarás del infierno? —cuestionó burlón.

—Lo haré señor Baylee, le prometo que lo haré —le respondí.

Me lanzó un vestido blanco encima y dijo:
—Ponte eso. En un rato más volveré para enviarte con Dios, muñequita.

—¡¡¡¡Jamás tendrá paz, es una basura, un enfermo, un maldito asesino y acabaré con usted!!!! —le grité mientras se marchaba.

Escuché como cerró una puerta y me desmoroné en llanto; me han hecho el peor daño de todos, acabaron conmigo, ¡¡¡no es justo!!!
Ellos deben de pagar y lo peor es que nadie sabrá la verdad sobre lo que realmente pasó porque me callarán para siempre. Nadie los hará pagar, no se hará justicia si muero... 

Quedé tendida sobre el suelo y miré a un punto fijo en el techo; las crueles imágenes que grabaron mis ojos durante este tiempo no me dejan en paz ni un sólo segundo.
Primero se burlaron de mí, después me robaron la inocencia y me rompieron en mil pedazos robándome a mi madre y también mi libertad. Todo me lo han quitado sin misericordia, sin compasión, sin respeto a mi vida. Mataron lo bueno en mí y ahora no queda nada más que un profundo odio oscureciendo y retorciendo mi alma cada vez más y más.

Lu, mi amor, aquí estoy —dijo... ¿mamá?
Ladeé enseguida hacia mi izquierda y vi a mi madre. ¿Estoy soñando?

—¿Mami? —balbuceé sin poder moverme.

No puedes darte por vencida, no puedes morir. Debes vengarte, cobrarles con sangre cada lágrima que has derramado. Hazlo por mí, hazlo por nosotras, ¡nos separaron hija mía, nos han separado para siempre!

—No puedo más...

Debes escapar, es lo que quiero que hagas. Vas a vengarnos Lucy, vas a hacerlos pagar. Recordarás cada nombre, cada rasgo de sus malditas caras y todas las crueldades que te hicieron. El odio te mantendrá de pie frente al mundo y no tendrás piedad al enfrentarte a todo aquel que te ha lastimado. Quién riendo la hace, llorando la paga, y eso mi amor, vas a enseñárselos tú —afirmó y su muy fría mano acarició mi mejilla.

—¿Cómo lo haré? Ya no tengo fuerzas y ellos van a matarme, no puedo hacer nada mamá... perdóname...

¡¡¡Sí puedes hacerlo!!! Tú eres más astuta que ellos, juega con su mente, hazle creer que estás muerta. Vas a sobrevivir y no descansarás hasta hacerles sentir en carne propia lo que tú estás sintiendo, ¡¡¡¡prométeme qué lo harás!!!! —me pidió con desesperación.

—Está bien, está bien mamita, lo prometo —lloré —. Ya no me dejes por favor, haré lo que quieras pero no me dejes, estoy aterrada.

Ya no estoy aquí Lucy, pero ahora viviré en tu corazón y mientras lo haga, no te abandonaré nunca. No olvides jamás que mamá te ama más que a nada en el mundo y que por ti luchó contra todo hasta el día en que esos malditos le robaron la vida.

—Me vengaré, lo haré, van a sufrir, van a morir lenta y dolorosamente, lo prometo...

—¿Y de quién te vengarás estúpida? ¿De nosotros? —cuestionó Noah Baylee y abrí mis ojos de inmediato.

¿Y mamá? ¿En dónde está?

—Está desvariando tío, ¿qué no lo ves? Esta zorra se ha vuelto loca —murmuró Ethan.

—El blanco te sienta bien. Te ves angelical, quizá así se confundan y vayas al cielo cariñito —aludió James al vestido que tengo ya puesto.
¿¡¿En qué momento me lo puse?!? ¡¡¡Maldita sea, me estoy volviendo loca!!!

—Tú serás el primero James Baylee, tú y tu maldita hija serán los primeros en mi lista —juré y se rieron de mí.

—Mataste a tu propia madre y te suicidaste, joder, ¡qué loca! —mencionó el hermano de Alessia.

—¿Verdad que sí, Ethan? Muy loca —le respondí riendo también.

—Mira esto —me dijo James, mostrándome un cuchillo.

—¿Qué esperas Baylee? —le pregunté sin demostrarle mi pánico —No te tengo miedo y la muerte no podrá conmigo, ya lo verás

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—¿Qué esperas Baylee? —le pregunté sin demostrarle mi pánico —No te tengo miedo y la muerte no podrá conmigo, ya lo verás.

—Nos vemos en otra vida, ¡perra! —Me clavó el cuchillo en mi pecho y grité con todas mis fuerzas poseída por el dolor.
Lo sacó y volvió a clavarlo dos veces más. Sentí perder el conocimiento y respiré tratando de recuperar el aliento.

Ellos se carcajearon y caí sobre el viejo colchón sin quitarles la mirada de encima.

No olvidaré jamás sus caras, cumpliré mi promesa, mamá

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No olvidaré jamás sus caras, cumpliré mi promesa, mamá...












Operación Katrina© || TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora