¿Quien es más poderosa?

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Capítulo 2

Narradora.

Kagome se dirigía de nuevo al pozo, al pasar de los años su madures se notaba no solo en la sabiduría que tenía, si un en su cuerpo, más esbelta, curvas más pronunciadas, un andar fino y se podría decir que elegante y frio, aunque su personalidad seguía siendo amable, un poco más bronceada, dedos largos, hermosa según la gente del pueblo, sus ojos ya no reflejaban su espíritu libre, por dentro se sentía atrapada, cuando estaba atravesando el bosque de Inuyasha, se escuchó un andar cansado, Kagome se puso alerta.

-Si no quieres morir, muéstrate ahora.

-Tranquila sacerdotisa, pero aunque me atacaras no podrías hacerme ningún rasguño.

-Estas seguro de eso?- Hizo presente una de sus técnicas al aparecer arco y flecha de energía, trato de descubrir la ubicación de aquel ser, pero no sentía nada.

-Ni te molestes chica, no lo lograras, te hare una pregunta, ¿Quién es más poderosa, una bruja o una sacerdotisa?

-¿Bruja?, para esta época, es lo mismo.

-Te equivocas, aunque no todos conocen la diferencia, la gente y los demonios saben que las brujas son más poderosas, magos, hechiceros, brujas, son mejores que tú, y bien podríamos abrir el poso que te trajo aquí, es lo que quieres ¿no?, ja cinco años atrapada en tu miserable pueblo, y no has dado cuenta del porque eres diferente a monjes y sacerdotisas, tus hermanos hicieron mal en alejarte de todo.

-¿Hermanos?-

Por más que hacia memoria, trataba de unir esa información no lo conseguía, nada tenía sentido para ella, comenzaba a enfurecerse, y llego al punto de lanzar flechas a casi todo el bosque, no se dio cuenta hasta que se escuchó un grito, Kagome sabía bien de quien era, su enojo se sustituyó rápidamente por preocupación, y salió corriendo al pozo, encontrando a Rin en el suelo tratando de detener una pequeña hemorragia.

-Señorita Kagome, pensé que sus flechas solo purificaban.

-Oh Rin que te hice!

-Valla Kagome, eres una tonta, te costara mucho curar a la niña, quiero ver que lo intentes.

Hasta ese momento no se le había ocurrido usas sus poderes sanadores, pero la idea le resulto buena, aunque paso por alto, eso de que no lo lograría, comenzó, pero la herida no sanaba, aunque lo intento por unos minutos, entonces una mujer de unos 35 años se acercó, era hermosa, su cuerpo parecía el de la diosa venus, con risos rojos cayendo por su nívea piel.

-Hazte a un lado niña, si no la cura pronto morirá, y sabemos que al señor del oeste, eso no le agradaría. Eso si la curare con una condición.

-Lo que sea pero hazlo, ella no puede sufrir mas

La cara de Rin estaba llena de dolor, ni siquiera prestaba atención a la conversación de las otras dos, solo pensaba en ardor que la estaba atacando. La "Diosa" se acercó y toco la pierna de la niña.

-Todo saldrá bien cariño, no te preocupes, -giro un poco la cabeza en dirección a Kagome y dijo- Kagome tu energía debes controlarlo mejor, deberías saberlo mejor, tus sentimientos estorban, aunque debo reconocer que tienes potencial.

Unos segundo más tarde, Rin estaba mejor, aunque medio inconsciente.

-Bien me presento, soy Sara Hellen, puedes decirme solo Sara, la condición es la siguiente, vendrás con migo y obedecerás en lo que te diga, te conviene, como te dije anteriormente no eres simplemente parte de este entorno ahora. Hay personas que te quieren ver como lo llegaste a ser un día y de eso yo me tengo que encargar.

-No tengo porque hacerte caso, soy poderosa y con el paso del tiempo me acostumbrare.

-Mi niña, no lo has hecho en cinco años, ¿por qué crees que eso cambiara ahora?, Rompiste la barrera del tiempo, destruiste una de las joyas más importantes aun cuando un ser oscuro te quería detener, ni la propia cuidadora de esta, logro hacerlo, razonarlo, y si no lo haces por las buenas, le regresare el dolor a la niña y ya veremos.

Se dio la vuelta, y camino de regreso al bosque y aunque Kagome dudo, la siguió, estaba pidiendo un cambio, y este se le presentaba en bandeja de plata, que más podía pedir, camino al bosque, no sin antes dejar protegida a la niña, hasta que alguien conocido llegase por ella.

-Bien Sara, que es lo que quieres.

-Sabía que vendrías, y por la chiquilla no te preocupes, estará bien, Vamonos, tenemos cosas que hacer y poco tiempo para ello.




una más esta noche....

Mi Hermosa BrujaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora