Dieta Exclusiva.

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Capítulo 7.

Decidimos tomar un día sin estrés.

Pusimos Netflix y nadie se cambió sus pijamas, preparamos comida, y tiramos mantas en el suelo.

-Nunca había visto esta película, no puedo creer que nos tengan en este estereotipo.- Stefan ve molesto la pantalla. No estaba muy conforme con ver Crepúsculo, pero las chicas tomamos el control antes que ellos.

-Creo que empiezas a brillar, veo un destello en tu nariz.- le digo haciendo cara de preocupación.

-¿Brillar? ¿Acaso estas demente?- Se sienta y me ve, estamos todos en el suelo y ellos están cerca del sillón, Caroline suelta una risa al verlo hacer caras.- Sería lo último que haría.

Le respondo con una pequeña carcajada.

Me acomodo en el pecho de mi novio que acaricia mi espalda de arriba abajo.

Últimamente no me he sentido bien, y la visiones me cansan más cada vez. Empiezo a toser y me siento. Todos giran a verme.

-Estoy bien.- Digo para tranquilizarlos.

-Creo que deberías de llamar a tu madre.- Ha pasado un mes de que estamos aquí, los Salvatore nos han recibido con los brazos abiertos, agradezco que la escuela haya acabado.- Tus vitaminas son necesarias.- Damon me ve serio.

-Compre unas iguales, no funcionaron.- Le respondo.- Tal vez solo es una enfermedad pasajera.

-Mañana te llevaré con un médico, mi padre.- Me siento y lo veo seria, al igual que Damon.- ¿Qué?

-No creo que sea buena idea.- le digo nerviosa.

-No conoces a mi padre, las visiones es lo único que sabes de él, te amará.

-Tienes que mezclar bien para que no se pegue.- Enzo me ve tranquilo.- pero no mezcles demasiado porque se hará pastoso.

-¿Qué estamos cocinando?- Tomo la cuchara de madera.- Nunca había visto un arroz rojo.

-Estamos haciendo enchiladas, y el arroz rojo es más delicioso.- toca mi nariz.

-Estoy cansada Enzo.- suelto un suspiro, el me da demasiada confianza.- Quiero encontrarla, pero hace días que no veo nada, y siento que solo soy una carga ahora.

-Algo está pasando contigo.- me ve a los ojos.- Te has puesto pálida y se te han hecho unas horribles  ojeras debajo de tus ojos.- me toma de la barbilla y mueve mi rostro de un lado al otro.

-Gracias, es lo que una mujer quiere oír en estos momentos.- niego con la cabeza.

-Lo digo en serio, has perdido tu brillo.

Me quedo pensando en lo que acaba de decir y tiene razón.

-Huele delicioso, ¿Ya casi está?- Bonnie entra a la cocina y nos ve a ambos.- ¿Es una buena aprendiz?

-Es muy buena.- Enzo me ve cuando Bonnie lo abraza.

-Pues... Hago lo que puedo.- Pongo la cuchara en la mesa.- ¿Cuántos chiles dijiste que usaríamos?

-Tres, los sacaré, están en el refrigerador.

-Yo voy, par de tortolos.- les sonrío y abro la puerta, siento la brisa fresca pero también los olores de la comida, las frutas, los lácteos, todo es tan fuerte para mí, me sujeto fuerte de la puerta.

-¿Gisselle?- La voz de Enzo se escucha a lo lejos, las piernas me fallan y antes de caer al suelo él me sostiene.- ¡Bonnie llama a una ambulancia!- Me sujeta del rostro.- Estarás bien, no cierres tus ojos.- Pero aunque lo intento se cierran sin que yo o quiera.


Damon's POV

Nos quedamos en la sala, Stefan, Caroline, Patrick, Bonnie y yo, seguimos viendo la película mientras Enzo y Gisselle hacen la cena.

-Iré a ver si ya está la cena, muero de hambre.- Bonnie se levanta y se dirige a la cocina.

-En serio, la peor película que existe.- Stefan ve a Caroline.

-Al menos no nos pusieron como los monstros que somos hermano.- le sonrió.

-Si lo hubieran hecho perdería el romanticismo que quieren darle, por eso ellas aman estas películas.- comenta Patrick.

Todos vemos a Caroline.

-Está en lo correcto.- levanta los hombros.

-¡Bonnie llama a una ambulancia!- Grita a Enzo desde la cocina y Bonnie sale a la estancia buscando su celular.

-Bonnie, ¿Qué sucede?- La veo desesperado, ella marca y se pone el celular al oído,

-Gisselle, no sé qué paso, estábamos... ¿Hola? Necesito una ambulancia.- ella entra a la cocina, todos nos miramos y reaccionamos tras unos segundos. Entro primero a la cocina y veo a Enzo quien tiene a Gisselle inconsciente en sus brazos, trata de despertarla.

-Su pulso está muy débil.- Murmuro al escuchar su corazón.

Las sirenas de la ambulancia suenan unos segundos después.




-Ella estará bien, le faltan algunas vitaminas.- El doctor nos ve a todos.- le daré un complemento alimenticio y debe de estar en total reposo.

-Gracias doctor.- Patrick habla con él, nosotros nos volvemos a sentar. A la sala entra una mujer, tiene el cabello oscuro, de tez blanca y ojos color avellana, su cara es de preocupación y busca desesperadamente con la mirada a alguien.- ¿Miranda?- Patrick se acerca a ella y la abraza.

-Oh Patrick, ¿Cómo está?

-El doctor dice que le faltan vitaminas, intentamos comprar las que usted le compro pero no funcionaron.- ella parpadea con rapidez y aparta su mirada, posándola en nosotros.

-¿Quiénes son ellos?

-Am, Son los hermanos Salvatore.- Stefan se pone de pie y yo asiento con la cabeza.- nos estamos hospedando con ellos, Caroline, Bonnie y Enzo, ella es la mamá de Gisselle.

-Se ve demasiado joven para ser su madre.- Comento. Stefan me fulmina con la mirada.

-Disculpe a mi hermano, suele decir lo primero que le viene a la mente.

-Tranquilo.- ella le sonríe.- La tuve muy joven.

-Pueden pasar a ver a la paciente.- el Doctor se acerca, nos guía a la habitación y se va.

Entramos y la luz es tenue. Gisselle está recostada en la cama.

-¿Mamá?- susurra.- ¿Qué haces aquí? ¿Cómo te enteraste?

-Es un instinto de madre, no respondías mis llamadas, todo estará bien, me quedaré unos días, si Stefan y Damon están de acuerdo.- se gira a vernos, pero yo solo puedo ver a Gisselle, su aspecto es algo preocupante.

-Por supuesto, no hay problema.- dice Stefan.

-Mientras ella este bien.- respondo yo.- puede quedarse el tiempo que sea.


Después de un rato regresamos a casa con Gisselle, Patrick la lleva a su habitación y Miranda se dirige a la cocina.

-Damon iré a preparar el cuarto de huéspedes, ¿Porque no vas con Miranda por sus cosas?

-Bien.- Camino hacia la cocina y veo por la puerta, ella le prepara comida a Gisselle, pero cuando voy a entrar saca de su bolsa un frasco con un líquido espeso y oscuro y se lo echa en ella. ¿Sangre? Me llega un olor a mis fosas nasales. Entro y ella lo guarda rápidamente.- ¿Puedo ayudarla con sus cosas? Mi hermano prepara su habitación.- ella se mueve nerviosa.

-Am... claro, si, eres muy amable.- tomo una maleta que está en el suelo y su bolsa.- Oh, yo me llevo esta, no te preocupes.- me quita la bolsa de la mano y levanto los hombros.

Salgo de la cocina y dirijo su maleta a su recámara.

-Parece que viste un fantasma.- Stefan me ve.-¿Estás bien?

-Necesitamos hablar.

Again. |Damon Salvatore| Primera Parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora