Ian.
- ¿Qué mierdas es esto? - Un grito despertó a Ian con un sobresalto. Miró a su alrededor, tratando de orientarse. - Joder, ¿quién es esa zorra?
El rubio se incorporó en la cama, mirando hacia donde aquella voz provenía, y se encontró a Arabella, en la puerta de su habitación, llorando.
- Mmmm ¿qué pasa? - dijo chica, despertándose por el grito de Arabella. Ian dirigió una mirada rápida en su dirección, era la chica de anoche, ¿cómo se llamaba? Carrie ¿no? Daba igual ahora tenía otras cosas de las que preocuparse.
- Bebé, yo... - el chico se dirigió a su novia, mientras salía de la cama.
- Vete a la mierda, puto gilipollas, ni se te ocurra acercarte. - Le cortó la pelirroja, mientras salía de allí, mientras se arrepentía de haber ido. Katie la había contado que había visto a Ian con otra chica la otra noche y Arabella se había negado a creérselo. Había decidido ir a casa de su novio, para hablar con él. Y se le había encontrado en la cama con otra. Aquello dolía, y mucho. La chica salió de la casa del chico. No sabía qué hacer, era como si todo su mundo se hubiese destruido.
Ian se quedó en la cama durante unos instantes, quieto, sin hacer nada. Algún día tenía que pasar.
- ¿Quién era esa? - preguntó la chica, que aún seguía tumbada en la cama.
- Nadie.- respondió el rubio.- Creo que es mejor que te vayas.
De repente estaba muy tenso. No quería hablar con nadie. Se levantó de la cama y se metió en la ducha, esperando que cuando saliese, aquella chica hubiese desaparecido de allí.
El agua caliente no conseguía relajar al rubio. No conseguía quitarse de la cabeza a Arabella llorando en la puerta de su habitación. ¿Eso que sentía era culpa? No. Sólo era una chica, nada más. Había muchas más.
Salió de la ducha, y se dirigió a su habitación para vestirse. Al menos, la chica de antes ya no estaba. Tras vestirse, el chico fue hacia la cocina. Había una nota en la nevera: Estoy con Matt, nos hemos ido unos días de vacaciones. Volveré pronto.
Ian suspiró profundamente, mientras arrancaba la nota de la nevera, la hacía una bola y la tiraba a la papelera. Era tan típico de su madre el irse durante un tiempo dejando solo al chico que ya ni se enfadaba. La última vez, la madre del chico se había ausentado durante dos semanas y media, y él había tenido que hacerse cargo de todo. Su madre no siempre había sido así, hubo un tiempo en el que se comportaba como una madre normal, sin embargo, ella nunca había superado lo de April, la hermana mayor de Ian.
El chico se preparó un tazón de leche y cereales, y se puso a comerlo mientras veía la tele. Sin embargo, no conseguía centrarse en la pantalla, continuamente aparecía en su cabeza la imagen de Arabella llorando. Tal vez fuera porque era domingo y tenía resaca, o tal vez porque se sentía culpable.
Gray
-¿Katie? Soy Gray.
- Ya sé que eres Gray, me sale tu nombre en el móvil.- respondió la chica al otro lado del teléfono.
- Tan encantadora como siempre. – respondió el chico de ojos verdes.
- Ya lo sé. ¿Qué quieres?
- ¿Has visto a mi hermana? Llevo sin saber nada de ella desde esta mañana.
- No… no la he visto, sé que iba a casa de Ian pero no he habla… Joder.
- ¿Qué pasa?
- Acaba de aparecer tu hermana, ¿puedes traer el coche?- dijo la voz de Katie, que se había alterado de repente.
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Skins
Novela JuvenilAdolescentes, drogas, fiestas y corazones rotos. (basado en la serie y experiencias personales)