-¿Uhm?- esa mañana Sherlock me ha despertado dándome golpecitos en la cara con su dedo al mismo tiempo que soltaba una risita -¿Qué coño haces?
-Probando un método para despertarte.
-Dios ¿Para qué me has despertado? ¿Tenemos un caso nuevo?
-No, es que quiero que mires un experimento nuevo que tengo entre manos.
-¿Experimento?
-Sí, con el resolveremos el caso aquel de persecución que hice mientras te recuperabas.
-Voy, pero primero déjame que me cambie de ropa.
-Te espero en la cocina, no tardes.
Rápidamente me arregle y fui a la cocina donde me serví una taza de café que había preparado la señora Hudson.
-Otra vez no me has dejado galletas.
-Olvídate de eso y mira. Sentada tomaba mi café mientras él intentaba verter unos líquidos en una probeta.
En esto que estaba a punto de verterlo sonó la puerta de la sala haciendo que Sherlock no continuara con el experimento. Era la señora Hudson con nuestra nueva clienta.
-Siento molestaros, pero ha venido una jovencita preguntando por vuestros servicios.
-Señora Hudson ¿Por qué insinúas que lo haremos los dos?
-¿Y por qué no? Yo ya estoy recuperada del todo, es hora que me ponga las pilas.
-Bueno, estés o no preparada no es momento de clientas. Se volvió a enfocar a su experimento.
-Pero Sherlock la joven ha hecho el esfuerzo de venir hasta aquí, deberías atenderla.
-No creo que sea para tanto.
-Es que también insiste.
-Y yo le insisto que nos deje trabajar en esto, es muy delicado.
-Señor Holmes no insistiría si no fuera de gran urgencia- la joven muchacha entro –de ahí que viniera en sábado y no un día laboral.
-Sherlock ya me he intrigado, vamos hacerlo, anda que estos días que estado en cama me he aburrido mucho.
-Vale, pero te tengo muy mimada. Soltó las probetas y dispuso a atender.
-Póngase cómoda- le ofrecí que se sentara en el sillón –yo soy 3·4·20.
-Encantada, yo me llamo Violet Smith.
-Yo me retiro- se iba ir pero se giró –por cierto querida que tal estaban las galletas de chocolate que hice, no las hacía desde hace tiempo…
-Sherlock eres un cabrón.
-Cat que hay ropa tendida.
-No me diga más no te ha dejado, suerte que le conozco como si fuera un hijo, toma te guarde una bolsita.
-Gracias señora Hudson, si no fuera por usted. Le di un beso en la mejilla.
-Me conformo con que estés bien, bueno ya me voy, hasta luego. Definitivamente se fue y Sherlock se levanta a intentar coger mis galletas, pero se lo impido.
-Tú ya te comiste las tuyas, así que a trabajar. Con enfado se sentó en su sillón.
-Díganos ¿Qué es lo que urge? Es más ha debido de ser agotador si ha venido en bicicleta.
-Sí, he venido en bicicleta…
-Lo sabe por el desgaste de sus zapatillas, suele ser muy común por el desgaste que deja el pedal de la bicicleta.
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Poniendo un sociopata en mi vida.
AventureEsta historia la hice porque a raíz de "Mi Propio capítulo de Sherlock", me estuvieron planteando que hiciera una historia en la que me viera como la compañera de trabajo de Sherlock Holmes, así que en esta historia mí álter ego "3•4•20" que tras se...