Capítulo 9: "Recuerda la verdad"

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Hoy soy mejor por este amor que fue tan único. Porque no puedo mirarte si fue tan mágico


Lali
Eran las cuatro de la mañana cuando todos decidimos irnos. Hace mucho no tenía una salida tan linda. En toda la noche Benjamín y Agustín se encargaron de hacernos reír. Asumí en mi interior que ese tipo de personas no debería desaparecer de tu vida nunca. Nunca.

-Nosotros nos vamos ---dijo Sofía, caminando hacia el auto del rubio que ahora me mira con algún tipo de brillo diferente en sus ojos. Parecía estar arrepentido---.

-Lali ---se acercó, intentando dar explicaciones que yo no merecía---... ¿te llevo a tu casa?

-No hace falt...

-AY SÍ ---me interrumpió Lelé, y la miré muy mal---, llevala ---continuó sin hacerme caso---, porque yo...

-¿Vos? ---levanté una ceja---.

-Voy a llevar a Nacho.

-Ah bueno ---me reí---. Está bien, Benjamín, puedo tomar un taxi.

-¿Taxi a esta hora?

-Qué, ¿no hay?

-Sí pero quiero llevarte yo.

-Daj, qué hincha ---susurré entre dientes y escuché a Lelé reír---.

-Sí, soy un hincha pelotas porque me importás ---contestó él, abriéndome la puerta del acompañante---.

-¿Qué? ---pregunté mientras miraba el asiento ya ocupado---.

Tensó la mandíbula nervioso y me abrió la otra puerta. Rodé los ojos y solo entré después de haber saludado a todos.

Benjamín entró al auto y, después de prender su teléfono, le pidió la dirección a Sofía.

-Llevala primero a Lali ---contestó ella, poniéndose cómoda---.

-Es que su casa queda de camino a la mía. Mejor te llevo primero a vos así no vuelvo.

Ella bufó inconforme y no le quedó más remedio que pasársela. Condujo por, aproximadamente, 15 minutos. Esperó a que Sofía entrara al edificio donde vivía y giró su cuerpo para mirarme.

-¿Vas a pasarte? ---preguntó, señalándome el asiento de al lado con su mentón---.

No lo dudé más de dos segundos y pasé por el medio.

-No, Lali, odio que hagas eso, ag ---aquejó---. Bueno, vamos.

-Necesito decirte algo.

-¿Qué?

Sonreí con picardía.

-Mariana ---ladeó la cabeza advirtiéndome---.

-Me mudé.

-¿Qué? ¿Dónde?

-Un poco más lejos de tu casa.

-Qué caradura. ¿Por qué no me dijiste antes?

-Quería que trajeras primero a Sofía. Te ahorré una gran molestia ¿no?

Se rió. Se rió muy lindo y yo no podía estar mirándolo tanto. Giré mi cabeza y traté de buscar algún punto fijo en donde poner mi atención.

-Vos seguí, yo te aviso dónde doblar ---ordené poniéndome cómoda---.

Lo hizo, sin decirme mucho más.

Benjamín
Estábamos a unas diez cuadras de mi casa, cuando decidí mirarla por unos segundos. No habló durante todo el viaje y me parecía raro.

-Estás callada, Lali.

-Estoy preocupada ---largó---.

-¿Por qué? ---frené en una esquina y logré que me mirara---.

-¿Por qué frenás?

-Para que me cuentes.

-¿No escuchás mientras manejás?

-Quiero mirarte a los ojos.

-¿Por qué?

-Dejá de preguntar tant...

-¿Por qué?

-Porque no sé si me decís la verdad mientras no te miro.

Se quedó callada unos segundos.

-Lali.

-Ah, sí ---suspiró rápido y comenzó---: Ayer a la noche hablé con Santiago, y él me contó que unos periodistas le escribieron porque pensaban que habíamos vuelto. Me dijo que quizás eso era "conveniente" ---forma comillas con sus dedos mientras habla rápido, intentando sacarle importancia a lo que estaba diciendo---, y que por ahí podíamos simular estar juntos durante la boda de Delfina.

-¿Conveniente? ---levanté una ceja. Ya sabía por dónde iba la mano y no me gustaba para nada---.

-Bueno, vos sabés que a veces la polémica genera como eso de prensa acá, prensa allá, entrevistas, y demás.

-¿Vos me estás jodiendo?

-Yo te lo puedo explic...

-No me tenés que explicar nada, Lali ---me abroché el cinturón de seguridad nuevamente y dejé de mirarla---. ¿De qué prensa me hablás? ¿Vas a simular estar con él sólo para atraer periodistas? Vivís en una burbuja; no la pinchás nunca. Así no podés estar cómoda, no podés estar tranquila. Siempre vas a ser una estrella, estés con quien estés. En el casamiento de Delfina vas a cantar. Y lo sé porque soy un invitado, porque ella me invitó y me contó. Me contó que vas a cantar y que Santiago está invitado. Pero jamás hubiese imaginado que irías con él solo para simular estar juntos y atraer más prensa. Vas a cantar, y eso es motivo suficiente para que los medios hablen de vos.

-¿Terminaste?

-Sí ---arranqué el auto---.

-Benja, lo hago más por Delfina. Para ver si su casamiento puede ser un poco más visto.

-¿Vos pensás que lo que ella quiere es eso? ¿Que su casamiento sea "visto"?

-Puede ser. Además, lo decís porque no soportarías verme con Santiago ahí.

-¿Qué decís? Me preocupo por vos, Lali, por lo que puedan decir de vos. A mí no me importa Santiago, me importa la situación incómoda que vas a vivir. Pero si creés que eso es "conveniente", hacelo.

-¿Estás enojado?

-Lo veo y le rompo la cara, Lali. Me importa un carajo la cantidad de gente que haya.

-¿Y vos por qué?

-Al final es igual de tóxico que Martínez, y al final vos le seguís la corriente igual que...

-Hasta ahí, Benjamín. ¿Quién te pensás que sos para hablar así de...

-¿De vos? ---la interrumpí, frenando de nuevo el auto---. Una persona con la que compartiste cinco años de vida en una relación en la que no había busca de fama, en donde se respiraba paz, en donde nos contábamos todo. Eso soy de vos; un pasado. Pero por lo menos un pasado lindo. Ahora, mirame a los ojos y decime: ¿de verdad querés mirar hacia atrás y arrepentirte de esto? Porque estoy seguro de que la prensa no va a ponerte en un buen lugar.

Tragó en seco y solo me miró durante varios segundos. Estaba nerviosa y no tenía respuestas a su favor.

-En la siguiente cuadra doblás a la derecha y hacés dos más ---me indicó el camino a su casa, sin desclavarme sus pupilas oscuras---.

Único - BenjaliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora